Un movimiento procedente de parte de la comunidad científica pide una mayor transparencia en las investigaciones, para realzar el valor de esta actividad.
En la actualidad el número de investigaciones que científicas cuyos resultados se publican cada año es muy alto. En su mayoría requieren años de preparación y experimentación. Pero no todas tienen éxito. Sin embargo, son muchos los trabajos de investigación que saltan a los titulares por haber obtenido unos resultados exitosos y que podrían tener una relevancia social importante.
Hay muchas investigaciones exitosas, pero tal vez no sean tantas como se publican. Esta es la creencia de una corriente que pensamiento que está activa en los círculos científicos y académicos desde hace unos años. Quienes han planteado esta idea creen que en algunas ocasiones los investigadores utilizan trucos consciente o inconscientemente para que sus trabajos reflejen resultados positivos.
En estos casos los investigadores ajustan sus resultados a la literatura científica existente, aunque no sea lo que buscaban en un principio. La consecuencia de viraje precipitado es que las investigaciones científicas tienen menor fiabilidad de la que tenían antes. Los resultados se maquillan para dar al trabajo un carácter exitoso.
Quienes apoyan esta tesis sostienen que esta forma de actuar de los científicos se produce porque con Internet las investigaciones exitosas obtienen una recompensa social (y personal para sus participantes) que antes no existía. Otra de las causas de esta tendencia está en la política que llevan las publicaciones científicas, que no dan espacio a proyectos cuyos resultados sean negativos, pese a que son trabajos que tienen valor en tanto sirven para descartar vías de investigación. Y por tanto, centrar enfoques.
El problema que esto desencadena es la creación de falsas expectativas. En un artículo de BuzzFeed dedicado a esta cuestión se cita un estudio publicado recientemente en el que se daban esperanzas sobre la posible síntesis de un fármaco para frenar el Alzheimer. En realidad los resultados de la investigación habían sido negativos. Los investigadores no descubrieron lo que habían esperado, pero se aferraron a una serie de datos para darle un tono positivo a las conclusiones.
La solución que proponen los científicos que han estudiado esta cuestión es un registro previo de los objetivos de la investigación. Antes de empezar con el trabajo tienen que quedar claros cuáles son las metas. De esta forma habría más transparencia en las investigaciones científicas y los científicos tienen que ser más rígidos a la hora de buscar resultados. Haciendo esto se puede evitar que los participantes en un estudio jueguen con las estadísticas para darle un sesgo más positivo a los resultados.
Imágenes: The Wells Reserve at Laudholm y ufcinforma