Una línea de relojes, carteras, llaveros y cinturones con GPS es la apuesta de la empresa Zaragozana Neki para la seguridad de los más mayores y la tranquilidad de sus familiares.
El talento de la empresa aragonesa Neki da un paso más allá y, con la línea Nock Senior, se posiciona como líder en el mercado de los dispositivos GPS para los más mayores. Con esta tecnología busca facilitar la vida de los ancianos con Alzheimer y sus familiares u otro tipo de deterioro cognitivo, dando autonomía a los primeros y seguridad a los segundos.
Neki nació de la mano del joven ingeniero informático zaragozano Rafael Ferrer, que empezó a gestar su idea en 2013, en el programa Talentum Startups de Telefónica. En el germen de lo que está convirtiéndose en una empresa en crecimiento, en palabras de Rafael, haber trabajado en el equipo de Talentum en Zaragoza fue un gran impulso gracias a la oportunidad de contar con “un mentor tecnológico y apoyo en el desarrollo del proyecto”, además de haberle aportado un plus “en conocimientos de negocio”.
Con el tiempo la empresa ha evolucionado. Lo que comenzó con tres socios, ahora, y según el momento, puede rondar los 10 empleados. También los productos han evolucionado. El primer producto comercializado fue un reloj-pulsera con Bluetooth y GPS orientado a niños, en la línea Nock Junior. Ahora la línea orientada a mayores, que está en plena puesta de largo de nuevas carteras, cinturones y llaveros —que se añaden a los relojes—, supone ya un 80% del volumen total de negocio.
Con la mirada en el futuro
Rafael se muestra encantado con el devenir de la empresa, ya que además de vender sus servicios online, está muy cerca de cerrar la distribución en España en el mercado físico. Por si fuera poco, también han sido contactados por distribuidores de otros países de Europa y de Latinoamérica interesados en comercializar su producto. Además destaca que “las redes sociales son muy importantes para una empresa pequeña, para dar el primer paso de hacerla visible a quienes conviene que la conozcan”.
A la hora de dar este giro estratégico hacia la tercera edad, Rafael Ferrer cuenta que “han sido los propios clientes los que han traído la inspiración”, ya que veían los relojes infantiles, “y comentaban lo bien que les vendría algo así para estar tranquilos con sus padres o abuelos”. Por eso se planteó este nuevo reto como un medio de “dar libertad y tranquilidad a los familiares y seguridad a los ancianos, pero de una manera digna para ellos”. Por eso han elegido objetos cotidianos con un diseño discreto: para que nuestros mayores no lo sientan como algo ajeno.