La tecnología rompe las barreras de la discapacidad

El desarrollo tecnológico puede convertirse en un gran baluarte para quienes sufren algún tipo de discapacidad. Ayuda a mejorar la calidad de vida de personas con capacidades diferentes y facilita su incorporación al mercado laboral.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que más del 15% de la población mundial padece alguna discapacidad. Más de mil millones de personas, según esas mismas fuentes, se enfrentan a barreras que dificultan su autonomía personal y el acceso al mercado de trabajo. En el 20% de los hogares españoles – datos del verano pasado – hay alguna persona inmersa en ese mundo de la discapacidad.

Detrás de estas cifras y porcentajes, como es lógico, hay seres humanos que sueñan con lograr una mayor calidad de vida, así como niveles más adecuados de independencia y autonomía. De la consecución de estos objetivos dependerá, además, el poder acceder a oportunidades laborales que hasta ahora eran difíciles de alcanzar.

Los avances tecnológicos de los últimos años – en los que luego nos detendremos – han conseguido eliminar muchas barreras que parecían insalvables. Un ejemplo de ello puede verse reflejado en el número de contratos laborales firmados dentro de este colectivo en el año 2015 y 2016. Durante el año 2015 los contratos a personas con algún tipo de discapacidad ascendieron a 95.238, un 15% más que los realizados en 2014 y un 56% más que en 2012.

Según el Observatorio sobre Discapacidad y Mercado de Trabajo (Odismet), integrado en la Fundación ONCE, el 5,9% de los trabajadores en activo en España son personas con alguna discapacidad, desempeñando trabajos de los que hasta hace algunos años estaban prácticamente excluidos, por razones de movilidad, audición o visión reducida.

Afortunadamente, las personas con discapacidad disponen en la actualidad de nuevas herramientas que les permiten situarse en igualdad de condiciones para desarrollar tareas que antes les estaban vetadas. Aplicaciones informáticas o tecnologías avanzadas que contrarrestan limitaciones y recuperan la autonomía de los usuarios están consiguiendo incorporar al mercado de trabajo a un sector de la población con enormes dificultades para encontrar empleo.

Hay que recordar que, según las últimas cifras, un 4,4% de españoles en edad laboral son personas con algún tipo de discapacidad. Este colectivo no solamente se ve afectado por la crisis, sino que el paro tiene una incidencia mucho más acentuada que en el resto de la población. Existen datos que hablan de un 31% de desempleo, frente al 21,9%.

Cualquier esfuerzo es bienvenido cuando se trata de conseguir que la discapacidad deje de ser un obstáculo insalvable a la hora de facilitar la integración. De ahí la importancia y trascendencia que adquieren algunos descubrimientos destinados a este fin.

Eyesynth, por poner un ejemplo reciente, ha desarrollado unas gafas para invidentes que transforman la información espacial y visual en un audio comprensible. A través de una cámara 3D, las gafas escanean el entorno y ofrecen información, que un algoritmo convierte en sonidos, sobre el tamaño, la posición y la forma de los obstáculos cercanos.

Por su parte, Eye Conductor ha creado un software para que los tetrapléjicos compongan música utilizando gestos y movimientos de su rostro, con expresiones y movimientos de los ojos. Sartoris, de Interactive Architectura, ofrece otra novedad importante para la percepción del entorno: un “wearable”, con cámaras 3D, que se coloca en el cuerpo de una persona y que permite mejorar la percepción del entorno y construir espacios virtuales dentro del espacio visual que se capta con ese dispositivo.

Existen, por otra parte, numerosas Apps que prestan interesantes herramientas y facilitan la comunicación entre personas con capacidades diferentes. Dilo – uso de frases ajustadas a las circunstancias del usuario -, Ablah – solución para trastornos de lenguaje – y Accessibility Plus – información sobre puntos de interés libres de barreras – son algunas de ellas.

Telefónica en su apuesta por la inclusión, ha puesto en marcha Movistar+ 5S, el primer servicio del mundo que permite que todas las personas con discapacidad sensorial accedan, de manera gratuita, a series y películas de Movistar+ pues han sido interpretados en audiodescripción, subtitulado para personas sordas, y lengua de signos (española) para que puedan disfrutar sin límites de la cultura y el ocio al mismo tiempo que el resto de la población. Dispone también la compañía de apps, como Jocomunico, para la integración social de personas con discapacidad. Esta aplicación, desarrollada por la iniciativa de Join, en colaboración con Fundación Adecco y Ericsson, permite la comunicación, mediante pictogramas, de personas con parálisis cerebral o autismo severo. También desempeña un papel destacado en este sentido, Showleap, una app que traduce a mensaje de texto la lengua de signos, a través de una simple pulsera.

Telefónica I+D ha liderado el desarrollo de otra plataforma abierta, Outbarriers: un sistema universal de audioguía para personas ciegas o con dificultades de visión. Su objetivo es contribuir a hacer accesibles las ciudades, para todos sus ciudadanos y visitantes. La app, que ofrece ya información turística accesible para los visitantes de Granada, está considerada como la «TripAdvisor para ciegos” y fue una de las propuestas ganadoras del FIWARE Smart Society Challenge, celebrado en Sevilla. Facilita a desarrolladores, inventores y emprendedores crear de una manera sencilla y económica servicios innovadores en Internet, enfocados principalmente a las ciudades inteligentes.

Los avances tecnológicos suprimen barreras y permiten poder incorporar a un sector importante de población al mundo laboral.

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