Android Oreo es la última versión del sistema operativo de Google, que en lugar de aportarle grandes cambios ha decidido mejorar la experiencia y centrarse en aspectos como autonomía y seguridad.
Meses después de la presentación de Android O, Google confirmó durante el gran eclipse que su nombre es Android Oreo y su versión 8.0, convirtiéndose en la segunda versión de Android que lleva un nombre comercial. Generalmente, Google suele escoger nombres genéricos de dulces, pero con KitKat y Oreo ha optado por llegar a acuerdos que reportan mucha publicidad gratuita a ambas partes. El sistema en sí es todo lo que cabía esperar de él, una consolidación de las ideas iniciadas en 2014 con Lollipop y Material Design.
Si como usuario esperas grandes novedades, Android Oreo no es tu sistema operativo. En realidad ninguno lo es, pues si consideramos que sólo quedan dos realmente vivos, el de Google e iOS, hace tiempo que ambos dejaron de traer enormes novedades por cada versión como incluir multitarea, notificaciones push o barra de notificaciones. Ahora todo se basa en pulir y mejorar pequeños detalles de la experiencia, y en eso Android Oreo e iOS 11 son lo mejor de cada factoría.
El primer aspecto de Android Oreo en el que el usuario puede notar el trabajo de los de Mountain View es en las notificaciones. El sistema ahora permite aplazarlas durante una franja de tiempo determinada. Así, si recibimos un mensaje que no nos apetece leer ahora, podremos hacer que se nos recuerde en 30 minutos, por ejemplo. Otra novedad es que ahora las notificaciones pueden colorearse, por ejemplo con los tonos de la carátula de un álbum en Spotify o Google Play Music, dando un toque realmente bonito.
La pantalla de inicio también cambia en ese sentido. Las aplicaciones que tengan notificaciones pendientes estarán marcadas por un punto, como en iOS, pero sin número que indique las que tenemos sin leer. Si hacemos pulsación prolongada sobre uno de los iconos, podremos ver notificaciones al estilo 3D Touch de Apple en un menú contextual, además de poder ejecutar otras funciones.
Android Oreo también trae un nuevo pack de Emojis en el que no cambia el contenido, sino el diseño, y es que los usuarios llevaban años quejándose de no poder diferenciar los gestos de las caras, que tiene que ser el principal objetivo de un emoticono. Los que la gente está acostumbrada a usar en WhatsApp son los de iOS, y estos se parecen un poco más a ellos.
Además de mejoras de seguridad antimalware como Play Protect, Oreo trae un sistema de vídeo en Picture in Picture con el que podremos ver vídeo sobre ventanas de otras aplicaciones. Ejemplo: estamos en una videollamada y queremos seguir viendo al interlocutor pero a la vez hablar con alguien en WhatsApp. Hasta ahora si íbamos a WhatsApp el vídeo se cerraba, pero ahora simplemente quedará en un pequeño cuadro (redimensionable) encima del resto de tareas que ejecutemos.
Android Oreo también trae funciones que no veremos, como un modo de cierre agresivo de aplicaciones que consuman mucho en segundo plano, al estilo de lo que Xiaomi y Huawei llevan haciendo años. Estas y más funciones serán las que durante un año marcarán el ritmo de unos fabricantes que probablemente no se den ninguna prisa en actualizar. Si quieres difrutar de estas novedades pronto, no queda otra que adquirir un Pixel que de momento no se puede adquirir en España