La tecnología, la financiación, los planes de eficiencia y el asesoramiento, las cuatro patas del acuerdo para impulsar la industria alimentaria.
En los últimos años la cocina está teniendo cada vez más calado tanto en los hogares como en los medios de comunicación. Las recetas de los grandes chefs traspasan las paredes de los restaurantes para hacerse cada vez más asequibles a través de diversos avances tecnológicos y aplicaciones. Pero si pensamos en la materia prima que se mueve entre los fogones de los chefs y en los de millones de hogares españoles, llegaremos a una industria alimentaria, que es uno de los sectores con más proyección de la economía española.
Sólo algunas cifras nos dan idea de su importancia: la industria de alimentación y bebidas es el primer sector industrial de la economía española, con una facturación de más de 90.000 millones de euros, cerca de medio millón de empleos y más de 29.000 empresas. Además, su peso en el tejido industrial ha pasado del 14% hasta el 22% actual y es una de las puntas de lanza de la internacionalización española, con unas exportaciones que aumentaron un 1,5% en el 2013 hasta alcanzar los 22.594 millones. Esta es una cifra récord que sitúa a España en la décima posición en el ámbito mundial. Otro dato a tener muy en cuenta es que el sector alimentario español lidera la inversión europea en I+D, entre otros ámbitos, y cuenta con una alta capacidad competitiva a escala global en desarrollo científico y tecnológico.
Todos estas cifras tienen que seguir alimentándose y creciendo para convertir la industria alimentaria en una de las locomotoras de la recuperación. Por ello el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente junto con Telefónica, Indra, Iberdrola y Santander se han convertido en colaboradores estratégicos de un plan de dinamización e internacionalización del sector alimentario a través de la firma de convenios con la Federación de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB). Estos convenios forman parte del Marco Estratégico para la Industria de la alimentación y Bebidas que lanzó FIAB junto con el Gobierno el pasado 13 de marzo.
En este marco de colaboración la tecnología tiene mucho que decir, y en este aspecto Telefónica potenciará el comercio electrónico de las empresas de la industria alimentaria, además de implantar mejoras tecnológicas así como poner a su disposición su experiencia en startup y en comunicación. Indra aportará sus servicios de consultoría tecnológica y asesoramiento junto con formación estratégica, así como Iberdrola, que aplicará además medidas de optimización del consumo de energía. Por su parte Santander facilitará a las empresas del sector líneas de financiación y programas de apoyo a la internacionalización. El Ministerio aportará fondos del plan de desarrollo rural. FIAB aportará su experiencia y conocimiento sobre el estado de la industria alimentaria, sus necesidades y potencialidades.
Acuerdos como este ponen en valor la importancia de la tecnología para posicionar a diversos sectores de actividad y para la creación de un ecosistema de colaboración en el que se den la mano la tecnología, la financiación, los planes de eficiencia y el asesoramiento.