AdBlockers o la irrupción masiva de los bloqueadores de publicidad

Ya son casi 6 millones de españoles los que han decidido utilizar alguna aplicación para bloquear la publicidad en sus navegadores, y las consecuencias que esto está teniendo son más amplias de lo que puede parecer a simple vista.

Los bloqueadores de anuncios son aquellos programas o aplicaciones que se encargan de eliminar la publicidad de una página web o aplicación. Existen varios tipos, tanto para ordenadores de sobremesa y portátiles, como para dispositivos móviles. Para los usuarios, este tipo de software supone una liberación de la ‘molesta’ publicidad, pero para el sector publicitario, es una seria amenaza a su negocio muy a tener en cuenta.

Cada vez más internautas españoles se están decantando por utilizar este tipo de programas, y hasta empresas como Apple están permitiendo a sus usuarios instalar tecnologías de bloqueo de anuncios en el propio navegador de la compañía. Incluso algunos navegadores, como Firefox en su modo incógnito, están incorporando estas opciones por defecto.

La controversia ya se ha extendido en todos los sectores, ya que empresas tan importantes como Google se han posicionado en contra de los AdBlockers, considerándolos extremadamente dañinos para los medios de comunicación gratuitos. “Los AdBlockers no diferencian entre los formatos de publicidad intrusivos y los que no lo son”, asegura Carlo d`Astaro Biondo, Presidente de Google España.

La idea original de los creadores de bloqueadores de publicidad como Michael Gundlach, fundador de AdBlock, es que estas herramientas discriminarán de manera natural entre la publicidad molesta y la que no interrumpe ni distorsiona la experiencia de navegación de los usuarios. Pero… ¿realmente los AdBlockers están funcionando así? Lo que está claro es que el modelo de negocio que los bloqueadores de anuncios siguen actualmente pone en peligro a las empresas más grandes.

Eso sí, no faltan las voces que aseguran que estas herramientas conllevan un ahorro de costes importante para el usuario, que dejará de gastar tiempo y ancho de banda de forma innecesaria, además de los gastos que pudieran derivarse de los problemas relacionados con la seguridad (entrada de malware a través de anuncios, por ejemplo). Los pop-ups y otro tipo de formatos publicitarios pueden llegar a contaminar nuestro ordenador simplemente por clickear en ellos.

El panorama español

Según el estudio de IAB, 5,6 millones de usuarios de Internet ya utilizan algún tipo de bloqueador de anuncios mientras navegan. El 68% de encuestados bloquearía todo tipo de publicidad si pudiera, y solo un 13% de ellos pagaría por disfrutar de dicho bloqueo.

Por otra parte, mientras que el 68% de la población es consciente de que la publicidad mantiene a flote a la mayoría de medios de comunicación gratuitos, un amplio 36% opina que utilizar AdBlockers no genera ningún tipo de pérdida a la industria.

Como datos de interés, es curioso conocer que un 45% de los encuestados preferiría que la publicidad no existiera, y un 55% considera la publicidad on line igual o más molesta que la de la televisión. La publicidad se considera más molesta en el móvil (75%), seguido del portátil y ordenadores de sobremesa (48%).

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Por último, un 64% de los usuarios piensa que la publicidad es informativa, frente al otro 36%, que considera que únicamente es molesta. De hecho, 7 de cada 10 internautas se plantearía desactivar los AdBlockers si las empresas aplicaran mejoras en la publicidad que muestran a sus usuarios, como eliminar los formatos más molestos, o ser más selectivos con respecto a sus anunciantes.

¿Quién utiliza AdBlockers en España?

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IAB ha configurado un perfil muy preciso del usuario modelo que utiliza AbBlockers en nuestro país. Los datos más representativos muestran que estas personas acceden a Internet varias veces al día, sobre todo desde su teléfono móvil, y que más de la mitad tiene entre 16 y 34 años.

Como datos adicionales, el informe refleja que el 44% son solteros, y un 62% no tiene hijos. Además, casi la mitad de ellos se descarga contenidos con habitualidad.

Los motivos por los que estos usuarios descargan programas que bloquean la publicidad son muy variados. Desde alargar la duración de la batería, hasta aumentar la velocidad de carga de las webs, pasando por el mero hecho de que la publicidad no les moleste mientras navegan. El Informe “La Sociedad de la Información en España 2015”, realizado por Telefónica, refleja que un usuario, en el tiempo que tarda en jugar 5 minutos en su smartphone, gasta una media de 50 Kb, cifra que asciende hasta los 5 Mb si se añade el componente de la publicidad en el proceso.

El modelo de negocio de AdBlockers

El AdBlocker como tal tiene una función muy determinada para los usuarios, la de eliminar la publicidad molesta de las páginas por las que este navegue. Aun así, las empresas de AdBlockers utilizan modelos de negocio muy distintos.

El principal elemento que debemos conocer es que a los AdBlockers no les conviene eliminar toda la publicidad de la web, ya que si la publicidad dejase de existir como tal, su negocio se acabaría. Por ello, se ha creado lo que se ha denominado como ‘lista blanca de anunciantes’, que incluye a todos los que hacen una publicidad poco intrusiva. La siguiente imagen refleja un ejemplo del tipo de política que deben seguir estos anunciantes.

La tendencia general hasta ahora, para los medios de comunicación, consistía en incluir la publicidad en medio de la noticia, o vídeos publicitarios que se abrían a mitad del texto cuando estabas leyendo la noticia. La política de los AdBlockers obliga tanto a los anunciantes como a los medios a cambiar completamente la forma de concebir los anuncios, ya que es responsabilidad de ambos elegir en qué lugar van colocados los anuncios.

Además, los anunciantes que quieran estar incluidos en la lista deberían pagar una cuota. En concreto, con AdBlock, las empresas que obtienen más de 10 millones de impresiones deben pagar hasta un 30% de sus ingresos publicitarios. Eso sí, la empresa asegura que más del 90% de las compañías que conforman la ‘lista blanca’ no hacen ningún desembolso económico. Esto supone una disrupción, ya que aunque un usuario decida incluso pagar para disfrutar de los servicios de un Ad Blocker, si este tiene una lista blanca, dicho usuario podría seguir visualizando publicidad.

Por otra parte, existen AdBlockers de pago que directamente cobran una cuota a sus usuarios por descargar el software. Peace, el Adblocker más descargado en dispositivos iOS, tiene un precio de 2, 99 €, se encuentra en los top ventas de la Apple Store y ya ha sido comprado más de 13.000 veces. Solo una aplicación ha generado unos ingresos de alrededor de 40.000 euros de manera directa.

La principal diferencia entre modelos de negocio de AdBlockers se representa mediante un ejemplo real. AdBlock, el ‘adblocker original’, mostraba por defecto toda la publicidad, permitiendo que se le indicaran ciertas reglas, como bloquear un anuncio en concreto, webs por completo, añadir algunas a la lista blanca, etc. Un trabajo que hacían los usuarios, que eran quienes decidían lo que era o no molesto para ellos.

La evolución de esto fue AdBlock Plus, que bloquea totalmente todo tipo de publicidad desde el primer día. Este adblocker utiliza el método de cobrar a los medios para que sean incluidos en la lista blanca. Una medida controvertida, y que muchos medios están tildando de extorsión.

El último caso es el del adblocker Eyeo, que es un mix de los modelos comentados anteriormente. El usuario paga por descargar la aplicación, y luego además cobra a los medios que quieren formar parte de su lista blanca. El usuario que pagó en un principio sigue viendo anuncios, pero solo de los medios que ya han pasado por caja. La ventaja para los usuarios, aunque de manera parcial, consiste en que el AdBlocker filtra en gran medida los formatos de publicidad más molestos.

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En este contexto, nos hemos hecho una simple pregunta: ¿qué gastos ocasiona a estos usuarios el consumo de publicidad durante su navegación?

Nuevos modelos y soluciones

Lo único que está totalmente claro en el mundo de los bloqueadores de publicidad es que no van a desaparecer. Actualmente pocas páginas aplican esta medida, ya que de momento no lo consideran necesario (porque sus ingresos no se ven afectados de una manera real), y en muchos casos se empieza a considerar ilegal.

En resumen, podemos apuntar que, aunque los bloqueadores de publicidad han venido para quedarse, usuarios, redes de publicidad y medios, entre otros, deberían tener en cuenta las consecuencias que origina su uso. Utilices o no un AdBlocker, es importante conocer cuáles son los efectos causados por un uso generalizado de estas herramientas por parte de los internautas.

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