Adelante señora robótica, está usted en su casa

Sin darnos cuenta, los robots empiezan a formar parte de los miembros de un hogar típico. En los próximos años, robots más avanzados nos ayudarán en todo tipo de tareas del hogar.

06:30 de la mañana. Con la energía todavía a medio gas, bajo a prepararme un café reponedor cuando me encuentro cara a cara con un simpático robot paralizado en una esquina del salón, con una pierna del revés. Me da pena verlo así, inmóvil y en esa incómoda postura, por lo que procedo a despertarlo con el móvil, a pintarle una sonrisa en su amable interfaz y a desbloquearle ese amasijo de piernas para que me acompañe en mi camino hasta la cocina. ¡Quién me iba a decir a mí que un robot me resultaría hasta simpático y que esa vida virtual se iba a incorporar a nuestro hogar de la forma más natural del mundo!

En cada vez más hogares los miembros de la familia “humanos” conviven con robots y legos que cobran vida gracias a la robótica y a la programación con lenguajes como Scratch, Java, Ruby o Phyton, entre otros muchos. El simpático nuevo miembro de la familia que ha llegado estas Navidades y me acompaña en los cafés mañaneros se llama Zowi, un robot ideado por BQ que utiliza una placa basada en Arduino y se puede programar mediante bloques en una app web y móvil, abriendo múltiples posibilidades a los niños en el ámbito de la programación. Además Zowi cuenta con cuatro servomotores, conectividad Bluetooth de bajo consumo, un micrófono y un sistema LED de 5×6 píxeles con tres botones -dos de ellos programables. Y todo en un entorno abierto con todo lo que ello supone.

Zowi en casa

Otro compañero de hogar, a caballo entre juguete y método de aprendizaje lúdico de programación, que también se ha hecho un hueco en los hogares, es el Lego WeDo, un kit de robótica/mecánica específicamente diseñado para los más jóvenes y que nació de una colaboración entre Lego y el MIT (Massachusetts Institute of Technology). Está compuesto por un bloque principal que se conecta por USB al ordenador y un centenar de ladrillos Lego para componer los montajes que adquirirán movimiento con la programación.

Ambos ejemplos son muestras muy básicas de la incorporación de la robótica y la programación al día a día de una familia y de la educación de los niños. Es la antesala muy primaria de lo que se ha denominado robótica humanoide, robots de aspecto antropomórfico y funcionalidades humanas, que en el corto/medio plazo compartirán con el hombre tareas como la asistencia a ancianos, el entrenamiento terapéutico, el suministro de fármacos a enfermos o la vigilancia de niños en casa. Según explicaba Dolores Blanco, profesora titular del Departamento de Ingeniería de Sistemas y Automática de la UC3M, en una entrevista para EFEFuturo, “la robótica humanoide está avanzado a pasos enormes y es previsible que su presencia se generalice en los hogares en los próximos años”. En esta misma línea se manifiesta Rich Mahoney, director de robótica de SRI International, al señalar que «la última tendencia es que los robots están saliendo de las fábricas y estamos empezando a verlos en casas, empresas y hoteles«. En esta idea abunda Henrik Christensen, director del programa de robótica del Georgia Institute of Technology, que destaca que “los robots del futuro no solo estarán en la industria. Casi cualquier área podría tener un robot, sea para levantar pacientes en camas de hospital o ayudar en el hogar».

feelix

Los ejemplos de robótica humanoide son cada vez más habituales y nos llegan bajo denominaciones sencillas que invitan a simpatizar con ellos. Así, podemos encontrar a NAO, resultado del proyecto interdisciplinario FEELIX Growing creado por la Comisión Europea. Este robot es capaz de desarrollar emociones a partir de la interacción con humanos lo que le da capacidad para cuidar enfermos y colaborar en tratamientos terapéuticos a niños con problemas de movilidad o autismo. También podemos encontrar a Robovie, un pequeño robot de 1’2 metros de altura que tiene capacidades y habilidades para la conversación como si fuera un niño de cinco años de edad y que compartirá pupitre con humanos en una escuela de primaria de Japón. De hecho la razón del programa con Robovie trata de avanzar en esta tendencia de que los robots entrarán a formar parte de la vida cotidiana diaria pero, evidentemente, antes de convertirse en “ciudadanos de a pie” necesitarán educarse en gestos y modales humanos.

Precisamente estos ejemplos nos llevan a incorporar un nuevo elemento en este ámbito de robótica humanoide: la Inteligencia Artificial, que ha entrado en escena para convivir con la robótica con el desafío de desarrollar máquinas que interactúen de manera natural con las personas, que las entiendan y sepan de forma autónoma relacionarse con ellas. Así, en la ya denominada «tercera edad de las máquinas», con la fusión de la robótica, las tecnologías de la información y la inteligencia artificial, se abre un panorama prometedor, un panorama en el que seguramente Zowi invitará a casa a numerosos amiguitos que duplicarán la familia.

Imágenes: Lego WeDo, Feelix Growing

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