Xkelet, un proyecto creado por dos emprendedores, Ricardo Veiga y Jordi Tura, cuya idea es crear una férula impresa en 3D.
¿Quién no ha soñado alguna vez con romperse una mano, un pie o un tobillo, o lo que fuera, para llevar una escayola y que todos tus amigos pudieran firmarla? El dolor y las molestias era lo de menos, siempre que tuvieras la escayola de colorines y sin espacio. Pues aviso a los aficionados de las escayolas personalizadas que esto se acabó, pero que llega algo mucho mejor: se trata de Xkelet, una ‘starup’ creada en 2014 y cuyo objetivo es llegar al mercado a finales de este año o principios del siguiente con un producto que haga que nos olvidemos por completo de las escayolas. Su objetivo es reescribir las reglas del juego de la traumatología con una férula impresa en 3D personalizada y que pretende enterrar las fracturas que se corrigen con ese yeso que acaba lleno de firmas con rotulador.
La idea de esta ‘startup’ surgió a raíz de una mala caída en la moto de Ricardo Veiga, CTO de la firma y licenciado en enfermería y oftalmología. Casualmente, después de pasar casi dos meses en cama, Ricardo Veiga y Jordi Tura se toparon con el proyecto de fin de carrera de un estudiante de ingeniería que había ideado una férula con una impresora 3D. Y a por ella fueron. Comenzó entonces la investigación de campo para detectar cuáles podrían ser las aplicaciones reales en el sector médico y si estas facilitarían la vida de las personas que hubieran sufrido fractura ósea. Si esto funcionaba, podrían cambiar esa técnica centenaria, dando de paso un gran salto evolutivo.
Tura y Veiga plantearon el proyecto tanto a médicos como a traumatólogos, recibiendo una gran acogida que les animó a seguir con el proyecto. El primer paso de esta iniciativa fue crear una férula beta, que no tiene nada que ver con el prototipo actual. Este éxito inicial les impulsó a continuar escalando en su negocio para dar con la tecnología necesaria para producir férulas a nivel masivo. Se trata de un aparato formado por dos piezas, y consta de diferentes aberturas para que la herida se ventile y pueda iniciarse el proceso de fisioterapia desde el momento en que se comienza con el tratamiento.
Una de las características fundamentales de esta férula es que se trata siempre de diseños independientes unos de otros. No va a existir una férula igual a otra porque no existen dos pacientes iguales. De primeras, Xkelet ofrece a los centros médicos con los que trabajan todas las herramientas necesarias para crear moldes. El software viene integrado por un iPad con escáner que, a partir de una extremidad, automatiza el proceso de construcción que crea la pieza en 20 segundos. El producto en sí mismo pretende mejorar la calidad de vida del paciente, y hacerlo con una herramienta al gusto del consumidor. Respecto a una escayola tradicional, esta prótesis te permite ducharte y conseguir hacer una vida normal, y que exista una ventilación de la extremidad, gracias a que el material es más flexible y más duro que el yeso.
Los creadores de Xkelet han trabajado en un «diseño helicoidal» que aumenta la dureza de la estructura. Las dos piezas que forman la férula se unen mediante juntas tóricas (anillos de silicona), que garantizan que ambas mitades permanezcan inmóviles. Además, el equipo de Xkelet ha trabajado para que la personalización sea uno de los fuertes de su producto: el paciente podrá escoger el color de la pieza, así como el de las juntas.
La situación actual de Xkelet
Actualmente, esta compañía está colaborando con los centros médicos privados para que el producto esté disponible a finales o principios del próximo año. El problema llega en la Sanidad Pública, y es que, por ahora, este producto no es tan competitivo como el yeso y, por lo tanto, no queda tanto margen para que se negocien los precios. Donde realmente sí hay competitividad es en la mejora de la calidad de vida de los pacientes, ya que las lesiones pueden llegar a recuperarse hasta 15 días antes, y los pacientes no van a sufrir pérdidas de musculatura.