Desde hace algún tiempo, sobre todo entre el público joven, hay un línea de opinión en contra de las aplicaciones que los operadores preinstalan en los móviles, aunque no siempre se acompañan dichas opiniones con argumentos razonados. En este post intentaremos añadir un poco de luz al respecto.
¿Por qué los operadores incluyen aplicaciones de fábrica en sus dispositivos? La principal razón es que el operador busca facilitar el descubrimiento y el acceso a determinados servicios y aplicaciones. Es normal que algunos clientes piensen que el único interés que mueve a una empresa como Telefónica a preinstalar aplicaciones es la promoción comercial de sus servicios. Sin embargo, aparte de aplicaciones con un marcado carácter comercial como Movistar Imagenio, o demos de juegos, también se han incluido en el pasado utilidades gratuitas como BIDI (lector de códigos bidimensionales), aplicaciones de redes sociales (Tuenti, Facebook), o aplicaciones que permiten hacer gestiones relacionadas con tu contrato Movistar (Mi Movistar).
Si bien un gran porcentaje de usuarios encuentran útiles y adoptan las aplicaciones que descubren gracias a que vienen de fábrica, otros sienten un rechazo frontal hacia ellas y tratan de averiguar a toda costa cómo desinstalarlas. Además, piensan en muchos casos que el Operador es el responsable de que dichas aplicaciones no se puedan eliminar de sus móviles. Sin embargo, lo cierto es que el motivo por el que las aplicaciones preinstaladas no se pueden borrar en algunos terminales tiene que ver con limitaciones técnicas de la propia plataforma.
Las aplicaciones que se preinstalan de fábrica en un smartphone se encuentran almacenadas a menudo en la zona de memoria que se denomina “del Sistema” o ROM (Read-Only Memory) que, por definición, no se puede borrar ya que es utilizada para almacenar el sistema operativo y la configuración inicial del equipo.
A veces hay solución… Pero a veces no
En algunos casos, y dependiendo del sistema operativo, existe la posibilidad de eliminar de la pantalla principal el icono de acceso a estas aplicaciones precargadas aunque, sin embargo, no se elimina la aplicación del terminal debido a lo explicado previamente. Un caso paradigmático es el de Android: en la actualidad, existe una limitación por parte de este sistema operativo que hace necesario alojar las aplicaciones de fábrica en la memoria de sistema (system/app) que no es editable por el usuario. Esto se debe a que ésta es la única manera de conseguir que la tienda de aplicaciones (Google Play) tenga constancia de que la aplicación está instalada en el dispositivo, permitiéndose la notificación de nuevas actualizaciones disponibles cuando corresponda.
También es importante destacar que la zona de memoria donde se preinstalan aplicaciones no supone un menoscabo del espacio que los usuarios disponen para la instalación de sus aplicaciones personales, ya que son áreas de memoria que se gestionan de manera independiente. Es decir, si un usuario elimina una aplicación precargada, no aumenta la cantidad de memoria disponible para la instalación de sus aplicaciones favoritas.
En cualquier caso, la filosofía de Telefónica al respecto de la inclusión de aplicaciones de fábrica es intentar racionalizar y limitar al máximo la cantidad de contenido preinstalado, eligiendo sólo aquello con mayor calidad e interés para sus clientes, a la par que se ofrece acceso a todo el catálogo de aplicaciones a través de otros canales (tiendas de aplicaciones, recomendadores, etc).
Adicionalmente, aquellas aplicaciones que no requieren ser actualizadas (por ejemplo, las que lanzan una página del navegador), se han empezado a precargar en la zona de memoria en la que sí pueden ser borradas (user/app). Y, por último, tras conversaciones con Telefónica, podemos confirmar que Google está trabajando para solventar la limitación sobre la actualización y borrado de aplicaciones preinstaladas en próximas versiones del sistema operativo Android.
Autores | Carlos Crespo Arrabal y Alfonso Fernandez Gutierrez
Imagen: Esmer Olvera; Carl Eyre vía Compfight cc