Aprender a programar, propósito de Año Nuevo

Ali Partovi, Steve Jobs, Will.i.am, Mark Zuckerberg y Obama te convencerán para que este año seas más original con tus propósitos de Año Nuevo y te decidas por la programación.

En un par de semanas comenzaremos a ver en los telediarios los clásicos reportajes de Año Nuevo sobre salas de gimnasios llenas, academias de inglés con lista de espera, y dietistas frotándose las manos. Pero quizás para este 2017 que se nos avecina podemos ser un poco más originales, y lanzarnos a por un propósito que está cobrando fuerza: la programación.

Y es que si tenemos en cuenta que el avance de la tecnología, materializado en asistentes personales virtuales, inteligencia artificial,  machine learning, y el IoT entre otras tendencias es inexorable, y que tiene su propio lenguaje y va a convivir con nosotros en casa, no es de extrañar que cada vez surjan más voces de expertos recalcando la importancia de hablarle a las máquinas de tú a tú. En su propio idioma: la programación.

La programación en no muchos años va a ser tan importante, tan básico y elemental, como era el saber inglés hace un tiempo atrás. Cuando el IoT esté normalizado de facto en cada hogar (en 2025, 100 billones de dispositivos estarán conectados a este sistema), cuando las profesiones del futuro sean una realidad (en unos 20 años, las profesiones, tal y como las conocemos hoy en día, habrán desaparecido), y cuando en Google deje de aparecer la parrilla televisiva al teclear “programación”… el que no sepa algún lenguaje de programación estará aislado de su entorno, poco menos que relegado a una dependencia comunicativa.

Ya sabemos que va ser una aptitud muy codiciada en los próximos 20 años laboralmente hablando, pero, ¿cómo se está empezando a estudiar a día de hoy? Si las aplicaciones que nos permiten crear nuestras propias apps sin necesidad de tener conocimientos de programación son ya numerosas, las plataformas y programas a través de los cuales aprender lenguajes de programación también se han desarrollado notablemente, así como las escuelas y empresas que organizan cursos.

Precursores de la programación

Y en parte, esta concienciación sobre la relevancia que la programación tiene, y tendrá en el futuro, es gracias a precursores como Ali Partovi, cofundador junto con su hermano Hadi de la organización sin ánimo de lucro Code.org. El objetivo de la entidad, tal y como recogen en su página web, es el de acercar las ciencias de la computación y fomentar la participación de las mujeres y colectivos subrepresentados. Defienden que la programación debería ser una asignatura más en los colegios, al mismo nivel que la biología o la química, accesible a todos y no sólo a los más privilegiados. Otras personalidades que han abogado por la enseñanza de la programación son el desaparecido Steve Jobs, Will.i.am, Mark Zuckerberg, o el mismísimo Barack Obama, que impulsó una iniciativa para implantar esta disciplina en los colegios estadounidenses.

Sin embargo, Code.org no es la única institución entregada a concienciar sobre la importancia de una alfabetización en programación, especialmente en determinados sectores de la sociedad como pueden ser las mujeres, o la población con menos recursos. Made with Code, iniciativa lanzada por Google, está especialmente dirigida a chicas jóvenes y organiza fiestas de programación con mentoras, entre otras actividades. O Girls who code, con campamentos de verano de inmersión en la programación.

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¿Dónde se estudia eso?

Si, como yo, te has decidido a aprender a programar, y tras decidir qué lenguaje te conviene más (hay cientos de ellos, cada uno con sus propias reglas. ¿Quieres crear una app para el móvil?, ¿una app web?), tienes varias opciones.

Puedes apuntarte a escuelas donde dan cursos intensivos de manera presencial, como la Ubiqum Code Academy, en Barcelona. También hay organismos que ofrecen esta posibilidad, como la Asociación Española de Programadores Informáticos (AEPI).

Para aprender desde casa, a tu ritmo, y sobre todo de manera más económica, las opciones online son numerosas, y en Blog Think Big ya os hablamos de ellas. Una de ellas es Codeacademy, con planes personalizados de estudio, o Arduino, el original sistema a través de un chip que te ayudará a aprender a programar.

Para aprender desde cero y de manera completamente gratuita, Miríada X (la plataforma de MOOCs de Telefónica) ofrece además un curso de introducción a la programación. Por otro lado, en EDX encontrarás cursos más específicos: desde cursos sobre un lenguaje, hasta aquéllos que te preparan para ganar concursos de programación, o los dirigidos a los más pequeños de la casa, como este curso de Scratch.  Talentum School, la plataforma online de formación digital de Telefónica dedicada a niños y jóvenes, también desarrolla cursos de Scratch, que se pueden hacer tanto online como presenciales en las tiendas Movistar. Otro clásico de los MOOCs es Coursera, donde los cursos están divididos también por lenguaje, nivel de conocimientos del alumno, etc.

No podíamos dejar de mencionar igualmente el Mit Open Courseware, la plataforma educativa online y gratuita del prestigioso Massachusetts Institute of Technology.

Sin embargo, y por muy básico que parezca saber programar de ahora en adelante, por muy relevante que nos parezca a algunos poder añadir esta competencia a nuestra lista de LinkedIn, no faltan voces detractoras que defienden que no todo el mundo tiene que saber programar. Algunos autores recuerdan que convertirse en un programador profesional requiere mucho tiempo, y que en Sillicon Valley no es oro todo lo que reluce, y muchas veces las condiciones laborales no son tan buenas como pensamos.

Sea cual sea el propósito de Año Nuevo por el que te decantes, recuerda que Roma no se construyó en un día. Necesitarás constancia y paciencia, apps básicas para cualquier lograr cualquier propósito.

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