Armas impresas en 3D: el lado oscuro de la tecnología

Debido a la proliferación de planos para la impresión 3D de armas, el Gobierno estadounidense se ve obligado a deliberar sobre el futuro legal de esta práctica.

En Blog Think Big estamos entusiasmados con los múltiples usos que se le pueden dar a las impresoras 3D. De seguro, estas maravillas de la tecnología han expandido las fronteras de la cultura del «Do it yourself», haciendo posible que la construcción de casi cualquier cosa esté al alcance de cualquiera.

Esto, que es algo muy positivo, también tiene su contrapartida oscura. Porque, como ya sabemos desde hace unos meses, hay quien ya utiliza la impresión 3D para construir armas perfectamente funcionales, imposibles de detectar mediante los medios habituales y, para colmo de males, low cost.

Así, en mayo se abría camino la noticia de un estudiante tejano de Derecho llamado Cody Wilson que encontró su minuto de fama por subir a Internet los planos de un arma de diseño amateur capaz de disparar balas de calibre 0.380. 15 de sus 16 piezas estaban fabricadas en plástico a través de impresión 3D.

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El revuelto fue notable por aquel entonces, y el Gobierno de Estados Unidos rápidamente prohibió la difusión de los planos, considerando que entraba en conflicto con el Acta de Control de Exportación de Armas. Así, el aparente intento de Wilson, miembro del grupo Defensa Distribuida, de democratizar el uso y adquisición de armas a nivel global encontró su punto y final.

Pero ya sabemos cómo es Internet, y cuando la liebre salta por primera vez es difícil volver a meterla en la madriguera. Así las cosas, más planos han aparecido en la Red y, por consiguiente, el acceso a más tipos de armas indetectables ha aumentado. Precisamente por esto el Gobierno de los Estados Unidos se ha visto obligado a proponer una renovación de su Acta de Armas de Fuego Indetectables por tercera vez en su historia.

armas impresas en 3d
Piezas de la pistola «Liberator»

La ley ya tiene recorrido, 25 años concretamente, desde que se creara la ligera y popular Glock 17. Los legisladores alegan que esta renovación del acta es necesaria para evitar que cualquiera pueda introducir armas con total tranquilidad en eventos deportivos, colegios o lugares públicos. Por otro lado, según parece no es tan sencillo hacer armas en 3D, a día de hoy, que sean tan eficaces como podríamos suponer, ya que pese a las constantes pruebas a las que son sometidas, los metales y materiales utilizados no soportan todavía un uso continuado. Buenas noticias, en este sentido.

A modo de apunte final, cabe destacar que Estados Unidos percibe cuantiosos ingresos de la exportación de armas a nivel global.

Imagénes: The verge; El Mundo

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