El cuerpo celeste tiene unos 40 metros de diámetro y pasará el próximo 9 de septiembre muy cerca de la Tierra. Según los cálculos, la probabilidad de impacto es prácticamente nula.
El próximo septiembre, un asteroide pasará muy cerca de la Tierra. Dicho asteroide, nombrado como 2006 QV89, tiene unos 40 metros de diámetro, y pasará el 9 de septiembre a una distancia de unos 7 millones de kilómetros.
Los científicos de la NASA que están estudiando el fenómeno celeste han calculado que las probabilidades de que el asteroide impactase con la Tierra son prácticamente nulas, según National Geographic.
Para entenderlo mejor, la distancia a la que pasará el asteroide equivale a unas 17 veces la distancia que separa a la Tierra y la Luna (384.400 km). La Agencia Espacial Europea (ESA) actualizó la lista de objetos espaciales que pueden colisionar con la Tierra, y situó en cuarto lugar al asteroide de 40 metros.
El cuerpo celeste está catalogado como 0 en la escala de Turín y -3,63 en la escala de Palermo. Estas escalas son las dos principales para la medida de probabilidad real de impacto de un cuerpo celeste. Aunque la probabilidad no sea exactamente cero, se traduce como prácticamente nula, ya que es de 1 entre 7.299.
La dificultad para predecir la órbita de los asteroides hace que se cataloguen dentro de la zona de riesgo temporalmente. Es por esto que se habló de la posible colisión entre 2006 QV89 y la Tierra.
El 2006 QV89 se descubrió en el 29 de agosto de 2006 desde el Observatorio Catalina Sky Survey, y no volvió a ser localizado hasta el 6 de septiembre de ese mismo año.
Los últimos estudios sitúan la máxima magnitud estelar (el brillo con el que la percibimos) del asteroide, el próximo 9 de septiembre, lo que indica que se encuentra a la distancia más próxima a nuestro planeta dentro de su órbita. Pero eso no significa que vaya a colisionar con la Tierra.
En caso de que se produjera una colisión, el asteroide no tendría capacidad para terminar con la vida en la Tierra, pero la ESA advierte de que su impacto sería más potente que el provocado por el bólido de Cheliábinsk.