Atiyah matemáticas

¿Quién era Michael Atiyah?

Michael Atiyah, el hombre que casi resuelve la hipótesis de Riemann. Su unión de matemáticas y física hizo que lo compararan con Newton.

Michael Atiyah fue noticia recientemente por presentar una posible solución a la hipótesis de Riemann. Este problema es uno de los más famosos de la disciplina de las matemáticas. La hipótesis, que debe su nombre al matemático alemán Bernd Riemann, tiene que ver con la distribución de los números primos, lo que podría afectar a las técnicas de seguridad.

La conjetura lleva sin ser resuelta 160 años y forma parte de los siete problemas del Milenio. Estos son un conjunto de hipótesis presentadas en el año 2000 por Clay Mathematics Institute, el cual ofrece un premio de un millón de dólares por la solución de cada uno de los problemas.

Hasta el momento, solo uno ha sido resuelto por el ruso Grigori Perelman que, después de presentar la solución, no aceptó el dinero ni la medalla Fields, el Nobel de los matemáticos.

Atiyah matemáticas
*Michael Atiyah*

Atiyah basó su solución en la física, en concreto, en la función de Todd. En tan solo media página, Atiyah afirmó que si hubiese un ejemplo que refutase la hipótesis de Riemann, habría por tanto, una contradicción en la función de Todd. Sin embargo, sus cálculos no convencieron a la comunidad matemática.

Atiyah, británico de ascendencia libanesa, era un enamorado de las matemáticas. Fue profesor de la Universidad de Edimburgo y recibió la Medalla Fields (1966) y el Premio Abel (2004), gracias al teorema Atiyah-Singer, que presentó un nuevo enfoque de las ecuaciones diferenciales.

El gran logro de Michael Atiyah fue combinar matemáticas y física. Durante los años 60, Atiyah unió las dos disciplinas de una manera que no se veía desde los días de Newton, según el New York Times. Convirtiéndose en uno de los matemáticos más importantes del siglo XX. Su teorías, la Teoría K Topológica y el Teorema del Índice, han sido muy importantes en el desarrollo de la Teoría de Cuerdas.

Atiyah se atrevió también con la poesía:

« A la luz del día, los matemáticos verifican sus ecuaciones y sus pruebas,

sin dejar ninguna piedra sin mover en su búsqueda del rigor.

Pero, por la noche, bajo la luna llena,

sueñan que flotan entre las estrellas

y se maravillan ante el misterio de los cielos: están inspirados.

Sin sueños no hay arte, ni matemáticas, ni vida »

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