El "bendgate" existió en el iPhone 6, y Apple sabía que podía ser problemático incluso antes de lanzarse.
En prácticamente cada lanzamiento de terminales que Apple lleva a cabo existe un caso, gate o drama en Internet, según el cual, el iPhone recién puesto a la venta presenta un error o «epic fail» por el cual es un dispositivo a evitar. El más conocido, y con el que todo comenzó, fue el «Antennagate», por el cual se perdía cobertura al agarrar el iPhone 4 de una determinada forma. Tras ello, hubo casos menores en el iPhone 4s, en el 5 y en el 5s, hasta el «bendgate«.
Sin duda, fue el caso más mediático, porque cientos de youtubers adquirieron terminales para comprobar si se doblaba, comprobando que sí, debido a un fallo de diseño que hacía que la parte de los botones de volumen fuese especialmente débil. Con uso normal era muy difícil reproducir el problema, pero algunos usuarios, acostumbrados a llevar el terminal en el bolsillo trasero del pantalón, y a sentarse con él puesto, sí sufrieron el «bendgate». Apple comunicó que fueron casos aislados y no les hizo demasiado caso.
Sin embargo, a causa de una demanda interpuesta contra Apple, la jueza ha desvelado unos documentos internos de los de Cupertino en los que se confirma que la compañía conocía la fragilidad de su terminal al ponerlo a la venta. Lo peor es que el problema de las dobleces llevó más adelante a generar problemas de sensibilidad táctil, y ahí es cuando el caso, por motivos indirectos, ha llegado a los tribunales.
El iPhone 6 tenía una probabilidad 3,3 veces más alta de doblarse que el iPhone 5s al que sustituían, pero la cosa se multiplicaba en el modelo grande, el iPhone 6 Plus, hasta las 7,2 veces. Fueron tantos los casos, que la propia Apple, sin comunicarlo, cambió el diseño de los iPhone 6 fabricados en 2016, aunque ya antes había dado muestras del problema.
El iPhone 6s, su sucesor, fue anunciado con aluminio de la serie 7000, el mismo empleado en la industria aeroespacial. Nunca antes Apple había promocionado un material empleado en uno de sus terminales, y claramente fue un anuncio realizado para calmar las aguas y las sospechas que pesaban sobre sus terminales desde la aparición del «bendgate», que nunca reconocieron oficialmente.
Motherboard ha publicado toda la historia, y el documento interno de Apple puede leerse al completo.