La Organización Mundial de la Salud y el Banco Mundial estiman que hoy en día hay millones de personas con algún tipo de discapacidad en el planeta. La Era de la accesibilidad, un modelo emergente de tecnología accesible, ofrece igual acceso de oportunidades a todas las personas gracias a la innovación.
El diseño moderno ha emergido como una profesión centrada en las personas que da forma al entorno físico y cognitivo que nos rodea, aunque hasta ahora una gran parte del diseño ha ignorado la realidad de las (dis)capacidades y se ha enfocado solamente en las necesidades percibidas de la llamada gente “normal”. Pero entonces llegó el iPhone con aquellas funcionalidades “únicas” diseñadas para facilitar la vida – como Siri, la conversión de voz en texto, la optimización de la pantalla- creando las pautas del concepto de diseño universal. Y es esto lo que hace descarrilar la idea de que mejorar nuestro entorno diseñado para las personas con discapacidades no es más que un simple camino de añadir funcionalidades pero apoyando más bien una mejora para todos los usuarios.
El proceso funciona también en sentido contrario. Por ejemplo, esos botones que una vez accionados abren las puertas a personas en silla de ruedas también pueden ser útiles para la realizar tareas cotidianas en la vida de personas sin discapacidad cuando tengas sus brazos cargados con peso o estén empujando un carrito. En lugar de crear una entrada “especial” para aquellas personas en silla de ruedas, el diseño en general ha creado una mejora que beneficia a todos.
Esta tendencia fue remarcada a principios de este año en el Mobile World Congress – el mayor congreso anual conde tecnologías móviles y la industria de las comunicaciones e información donde Chris Lewis, de Lewis Insights,publicó un libro blanco junto con Telefónica – titulado “La accesibilidad en el mundo creciente de la telefonía móvil. Un potencial de mil millones de personas”. De una manera muy sencilla el libro sitúa al individuo en el centro de una cadena flujos ambientales, sociales y empresariales altamente conectados – y ese movimiento es así en cualquier lugar del mundo. Con la tecnología móvil en el corazón de este cambio de tendencia, las fronteras entre las tecnologías generalistas y las tecnologías asistidas es prácticamente inexistente.
El estudio, como se indica en su título, es también el inicio para ver a la comunidad con algún tipo de discapacidad desarrollando apps apropiadas para sus iguales. Wayra, la incubadora de startups de Telefónica, , ha recibido unas 25.000 solicitudes durante los últimos 5 años para ser parte del programa de innovación de la compañía. Estos son algunas de las empresas enfocadas en tecnología asistida que Telefónica está acelerando.
GiveVision: desarrolla software para gafas que mejoran las capacidades y la independencia de las personas ciegas o con problemas de visión.
ChangeAlert: están desarrollando sensores de humedad que se ajusta en las compresas para la incontinencia y que alerta a los cuidadores.
uSound: la aplicación que convierte tu smartphone en un audífono con sonido de alta calidad digital por menos de 25 libras frente a los modelos que cuestan más de 1000 libras.
De este modo, aunque ciertas tecnologías crean obstáculos para la independencia de las personas con discapacidades, otras tecnologías -algunas de las cuales están diseñadas para adaptarse a impedimentos y otras para uso general- proporcionan los medios para eliminar o sobrepasar las barreras del entorno. Estas tecnologías útiles pueden trabajar aumentando las habilidades de los individuos (por ejemplo con gafas o auriculares asistidos) mejorando el entorno general, o con alguna combinación de ambos.
Teniendo en cuenta que, según la Oficina Nacional de Estadistica del Reino Unido, cada año hay 600.000 personas más que alcanzan los 65 años de edad, se antoja necesario una campanña de concienciación publica – a gran escala y a largo plazo – para aceptar el uso de tecnología que mejoren la vida de personas con discapacidad y de aquellas que todavía no tienen una discapacidad. Llegará un momento (y será pronto) en el que estas tecnologías nos hagan la vida más fácil y más accesible a todos.