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Transparencia en el Big Data y la economía de intercambio de datos

En el actual contexto económico de recesión, la promesa de que el Big Data impulsa el crecimiento al crear nuevo valor de los datos que existen aún está por cumplirse.

Esta circunstancia tiene lugar a pesar de los esfuerzos de promover el Big Data a través de nuevas infraestructuras regulatorias, como la que la Comisaria de la Unión Europea, Neelie Kroes, describe en su charla sobre «Los beneficios sociales y económicos del Big Data«.

Un rumbo de acción para ganar tracción en torno al Big Data es el propuesto por Alex ‘Sandy’ Pentland, director del Laboratorio de Dinámicas Humanas de MIT, y conocido líder a nivel mundial en Big Data y Datos Personales. Defiende la necesidad de construir mecanismos de seguridad y confianza alrededor de los datos personales, para garantizar el respeto a las preferencias de privacidad de las personas. En un contexto de mayor confianza, la compañías podrían encontrar conocimiento en los datos, creando propuestas de valor tanto a nivel personal como social y también comercial, siendo en todo caso transparentes con el uso de los datos.

Sandy Pentland en su charla en Digital Confidence lo describe así: “necesitamos una infraestructura en la que la gente sepa dónde se mete, que la pueda controlar y que la pueda auditar para saber que es segura y que todo se ha hecho de forma correcta”. Explica que siempre habrá peligros y recompensas, y que es una decisión personal encontrar el balance adecuado entre consentimiento expreso y anonimidad. Con vistas a explorar abiertamente este punto, Telefónica organizó el año pasado un panel de discusión de Confianza Digital con grandes nombres como Ronan Dunne, CEO de Telefónica UK, Christopher Graham, Comisario de Información del Reino Unido, junto a Pentland, entre otros.

https://www.youtube.com/watch?v=rh1fESH1cJs

En cuanto a la creación de valor frente a la privacidad, Pentland declara que «la privacidad es el debate erróneo. La privacidad es un tipo de servicio que podrías querer, pero lo que realmente quieres es valor para tus datos, que estén seguros, auditables y bajo tu control”. Telefónica ha explorado el ángulo de creación de valor con productos como Smart Steps para el Comercio Minorista y Transporte, lanzado en el Reino Unido el año pasado. También con el Datathon for Social Good, donde se encontró conocimiento nuevo a partir de datos agregados de localización móvil y Open Data de Londres, todo combinado en nuevas propuestas de valor, como un experimento viviente en torno a una economía de intercambio de datos.

Recientes informes de analistas pueden ayudar a entender causas adicionales del cauteloso ritmo con el que los datos son compartidos por las compañías. El 44% de las empresas carece de políticas de gobernanza de datos formales. Ésta es una de las claves reveladas por el recientemente publicado Sondeo de Gobernanza de Datos, que concluye con algunas sugerencias para permitir un menor manejo y descubrimiento electrónico (e-discovery) de datos y extraer nuevo valor de ello:

  • Las organizaciones deberían desarrollar una política de Gobernanza de Datos formal; ete sondeo muestra que trabajar continuamente en mejorar tu política sólo puede incrementar el valor que tu organización deriva de sus datos.
  • Tener en cuenta nuevas tecnologías que ayuden a alcanzar los objetivos de Gobernanza de Datos: Con el crecimiento de Big Data el modelo debería ser fiable, escalable y eficiente.

Llegados a este punto, la cuestión es cómo articular soluciones a los problemas identificados: cómo crear una infraestructura de trasparencia y confianza en torno a Big Data y Datos Personales y cómo ayudar a las compañías a aumentar la conciencia de la necesidad de gobernanza y ‘e-discovery’ de sus activos de datos para que se puedan construir nuevas propuestas de valor.

A día de hoy no hay una solución completa a este problema, aunque algunos esfuerzos parecen apuntar a la dirección correcta. Iniciativas como O2 UK Digital Confidence han llevado a los equipos de innovación de Telefónica a explorar el concepto de Data Locker, en el que un «cuadro de mandos» de datos personales permite a los usuarios visualizar sus propios datos. También tiene opciones para compartir datos a cambio de nuevas visualizaciones de datos agregados de todos los usuarios que hubiesen activado esa opción, o bien acceso a nuevos servicios y reembolsos para los que comparten más datos.

Investigadores de la UPC de Barcelona están explorando junto a Telefónica un concepto interesante denominado Objects as a service, que coloca los datos en una especie de “cápsula digital» junto a sus reglas de acceso y formas de manejarlo, de modo que no pueda ser leído o modificado si el lector no tiene los permisos necesarios. Sigue estando aún en fase de investigación temprana, pero podría ayudar a resolver algunas partes del problema. Otra tecnología que se centra en preservar datos pero a nivel comercial es KSI de Guardtime, que crea una marca de agua criptográfica que verifica la integridad, el tiempo y el origen de los datos. Detecta cualquier intento de modificar los datos en tiempo real.

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Seguridad en el manejo de Big Data

La seguridad es un tema clave, especialmente con vistas a escándalos recientes relativos al robo de datos de tarjetas. Esto es tan severo que los expertos de seguridad señalan que las compañías deberían “asumir que los ciber-criminales ya están dentro de su red interna, y el reto es impedirles acceder a las áreas más importantes”. Con ese fin, Juniper Networks ofrece una tecnología de señuelo para intrusos que guía a datos falsos, conocidos como honey-pot.

Otro aspecto clave es activar una economía de Intercambio de Datos, para que los activos de datos de una compañía puedan ser compartidos para ser finalmente monetizados. Esto se ejemplifica con el crecimiento de Millenial Media Exchange y mercados similares donde la oferta se encuentra con la demanda, similar al intercambio de acciones en los mercados bursátiles.

En resumen, las soluciones de Gobernanza de Big Data en el futuro tendrán que unir estos puntos:

  • – Un versátil cuadro de mandos para datos personales que permita hacer selecciones personalizadas sobre datos a compartir (o no) con total transparencia, como los conceptos de Telefónica sobre un “Data Locker”
  • – Una encapsulación de datos para seguridad adicional, como se haría con “Objects as a service” si fuese un producto comercial
  • – Un señuelo para engañar a los ciber-criminales (como el de Juniper) y, si lo pasaran, marcas de agua criptográficas para detectar y seguir el rastro de cualquier alteración de datos (como hace KSI)
  • – Un mercado de intercambio de datos para fomentar el comercio con datos y conocimiento (como MMX).

Puede llevar algún tiempo y unas pocas historias de éxito, pero si se ofrece un entorno de confianza que proporcione total transparencia y control sobre el modo en que los datos personales son usados y las compañías maduran sus políticas de Gobernanza de Datos, la economía de intercambio de datos crecerá más allá de los límites del Open Data y supondrá un crecimiento económico que podría ser similar a lo que significó la Revolución Industrial siglos atrás.

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