BioBots es una impresora 3D capaz de fabricar células y tejidos vivos. Sus primeras aplicaciones podrían mejorar el desarrollo de nuevos fármacos o impulsar la medicina personalizada.
La impresión 3D brinda numerosas oportunidades para la investigación en biología y medicina. Desde la fabricación de órganos artificiales al estudio de patologías como el cáncer, esta tecnología promete cambiar para siempre el cuidado de nuestra salud. El último avance logrado es el desarrollo de una impresora 3D llamada BioBots, que podrá crear células y tejidos vivos.
A finales de 2013, científicos de la Universidad de Cambridge conseguían fabricar células del ojo gracias al uso de la impresión 3D. Su investigación abría las puertas de la aplicación de esta tecnología en medicina regenerativa, ya que a pesar de los problemas de sedimentación que tuvieron, las células mantenían su viabilidad y estabilidad.
Dentro de la comunidad científica, sin embargo, la impresión 3D sigue viéndose desde una perspectiva escéptica. Como explicaba el Dr. Hoerstrup, «las impresoras debían superar algunos retos, ya que generan un estrés celular importante». A pesar de ser una tecnología prometedora, el uso de la bioimpresión se consideraba como una posibilidad futurista teniendo en cuenta las delicadas características de las células y los tejidos vivos.
Podría aplicarse para estudiar nuevos fármacos
BioBots, sin embargo, podría resolver estos desafíos. Según la compañía biotecnológica, esta impresora emplea una tinta especial, que mezcla ingredientes como los biomateriales y las células vivas. Gracias a estas particulares ‘materias primas’, la máquina es capaz de imprimir células y tejidos vivos que podrían servir para estudios preclínicos y pruebas farmacológicas de medicamentos.
Los inconvenientes planteados en la comunidad científica siguen, por tanto, en pie. BioBots aún no es capaz de producir tejidos u órganos artificiales para trasplantes, aunque numerosas líneas de investigación tratan de acelerar el empleo de la impresión 3D en biomedicina.
Como explica Danny Cabrera en una entrevista en TechCrunch, BioBots puede fabricar «productos para la industria farmacéutica, es decir, para compañías que estén haciendo investigación clínica». Esta impresora puede permitirnos crear tejidos vivos tridimensionales utilizando células humanas, y luego emplear estos modelos para hacer estudios más complejos que los realizados en tejidos bidimensionales o en animales. De este modo, señala Cabrera, «se podrían detectar falsos positivos en pruebas de medicamentos antes de que fueran evaluados en seres humanos».
A medio plazo, BioBots también podría ser una herramienta útil para la medicina personalizada. Si un paciente va a un hospital, se pueden obtener células de su organismo y utilizarlas en impresión 3D. ¿El objetivo? Según Cabrera, así podríamos fabricar tejidos y modelos para elegir el mejor tratamiento posible para abordar su enfermedad. Como demuestra BioBots, cada vez estamos más cerca de aplicar esta tecnología de forma rutinaria en el cuidado de nuestra salud.
Imágenes | TechCrunch
