Tras años de bandazos tomando decisiones sin un rumbo fijo, BlackBerry finalmente dejará de fabricar smartphones. Se centrarán en continuar el desarrollo de software y servicios.
El mercado de smartphones se vuelve a quedar huérfano tras la desaparición de los terminales de BlackBerry, una de sus compañías pioneras, y una de las que más seguidores y fans tenía antes de la llegada del smartphone moderno por todos los servicios diferenciales que ofrecía en el exigente mercado empresarial. Sin embargo, tras años vagando en el desierto, en los que llegó a rumorearse una operación de compra por parte de Samsung o en los que la compañía renunció a su sistema operativo, la cosa ya no da más de sí, y BlackBerry ha decidido acabar con una era.
La sucesión de los hechos llega hasta a dar cierta pena, ya que BlackBerry es una compañía que durante mucho tiempo fue dirigida por sus dos fundadores. Ysiguieron hasta que el mal rumbo les hizo abandonar el Consejo de Administración para dejarlo finalmente en manos de John Chen, una persona que se ha centrado más en continuar el modelo antiguo de hardware de la compañía que por apostar fuerte por lo nuevo. Una persona que, pese a haber apostado por una transición a Android, demostró no saber usar el sistema operativo de Google en un nuevo terminal de la compañía.
El propio John Chen afirmaba hace un año estar seguro de que la compañía volvería a los beneficios, tras el cambio de estrategia impulsado hacia la prestación de servicios que les llevó a abrazar Android, pero también a ofrecer sus aplicaciones a usuarios de otras marcas. Lo último en hardware alejaba ya totalmente a la compañía de lo que había sido: el DTEK50, un terminal de 300 dólares con Android, no es más que un Alcatel personalizado en que se incluyen las populares aplicaciones que le granjearon la admiración de muchos, peor poco más.
En la era en la que quien ha demostrado más valor añadido ha sido Apple, por lograr controlar todo el proceso de producción en software y hardware, BlackBerry hizo todo lo contrario, por no tomar a tiempo decisiones alternativas en las que no perder tanto tiempo y esfuerzo. Se va un grande, pero los servicios, auque venidos a menos, seguirán presentes en el mercado como solución para, ahora sí, lograr ser rentables.