Historia de los buscadores de Internet

Hubo un día en que los buscadores no eran más que un sueño al alcance de la mano de unos cuantos. Un tiempo en el que la única forma de organizar toda la información de la Red era a través de directorios: portales que, mediante recopilaciones manuales de webs, nos permitían acceder a una especie de ‘Páginas Amarillas’ de la Red.

Sin embargo, las enormes limitaciones que implicaba que un ser humano rastreara toda la información de Internet hacía que no pudiera buscarse un sitio por sus palabras clave reales, sino que había que interpretar y buscar en base a los descriptores que cada directorio empleaba para clasificar las distintas páginas.

Con todo ello, era muy complicado –por no decir imposible- encontrar blogs o webs personales en estos directorios, así como era imposible acceder a información en tiempo real o a datos que acababan de ser publicados si un editor no lo había analizado previamente.

Wandex, el primer buscador

Wandex - buscadoresFue en 1993 cuando la información digital vivió su gran salto cualitativo, con la aparición del primer buscador propiamente dicho: Wandex. Este buscador, que por sus siglas significa World Wide Web Wanderer, fue desarrollado por un científico del MIT, Mathew Gray, aunque en origen no pretendía ser un buscador ni mucho menos.

Y es que el germen de Wandex estaba en una herramienta científica que pretendía medir el tamaño de Internet con fines académicos, cuantificando el número total de informaciones que existían en la Red. No obstante, una vez desarrollado el motor de esta aplicación, el equipo del MIT se dio cuenta de que ese robot también podía –con algunas modificaciones- leer URLs e indexarlas para encontrarlas fácilmente. Así nacieron las búsquedas en Internet.

Aliweb y Altavista, dignos sucesores

Posteriormente llegarían muchos otros, como Aliweb o Altavista. Especialmente notable es el caso del primero (que, como curiosidad, aún sigue existiendo en la actualidad), anunciado un año después que Wandex, pero que incluía una gran mejora que lo situaba a años luz de distancia de su predecesor.

En ese sentido, el Archie Like Indexing for Web dejaba a un lado las búsquedas por URL, que indexaba las webs en base a las palabras que aparecieran en su dominio, por las búsquedas mediante palabras clave y descripciones incorporadas dentro de la página, tal y como hace Google hoy en día.

Pese a que parezca un cambio técnico sin importancia, esta evolución implicaba que este motor ya era capaz de leer e interpretar automáticamente y en tiempo real el contenido de gran parte de las páginas web de todo el planeta, no sólo de detectar una URL y almacenarla en base a unos criterios prefijados.

La etapa moderna: Google, Bing y Yahoo

Google, Bing y Yahoo. Tres nombres que representan el actual mundo de las búsquedas. Se trata de portales que aglutinan millones de visitas cada segundo, con búsquedas de todo tipo de términos, archivos multimedia o incluso comentarios en redes sociales. Un must en la página de inicio de cualquier navegador de Internet.

Aunque hoy nos parezca que estos portales siempre han estado ahí, lo cierto es que la vida de Google se remonta tan sólo a 1997, cuando fue fundada por los jóvenes Sergey Brin y Larry Page en un humilde garaje californiano.

buscadores - Google - Page and Brin
Fuente Flickr

Prácticamente al mismo tiempo nacieron MSN Search, actualmente conocido como Bing (aunque previamente también recibió el nombre de Live Search) y Yahoo, esta última caída en desgracia pero que en los 2000 era una de las principales webs de contenidos del planeta.

Todos ellos siguen el ejemplo de Altaweb, con spiders que rastrean el contenido de una gran parte de la inmensidad que es Internet, capaces de indexar información prácticamente en tiempo real y de detectar no sólo texto sino también imágenes, vídeos, noticias o artículos científicos.

Google, el buscador hegemónico en todo el mundo

Al igual que en el resto del mundo, Google es el claro líder del mercado de las búsquedas en nuestro país, siendo el buscador elegido por más del 95% de los internautas españoles. Un porcentaje que apenas deja hueco a Bing (1,88%) o Yahoo (0,68%), según datos de Statcounter correspondientes al pasado año. Una diferencia muy notable que es mucho mayor en España que la media internacional, en la que Google “apenas” concentra el 77% de las búsquedas, frente al 8% del portal chino Baidu o el 7,29% de Yahoo.

Este dominio claro de Google se explica por muchos factores, como por ejemplo la alta calidad de su algoritmo de búsqueda (que además cambia constantemente) que arroja –al menos teóricamente- los mejores datos adecuados para cada usuario. Asimismo, se trata de la única web que apenas ha visto alterado su diseño o su interfaz de uso desde su nacimiento, al contrario de las constantes idas y venidas de sus competidores.

Pero a su calidad también hemos de sumar algunas “trampas” o ventajas que han permitido a Google construir su monopolio. En ese sentido, el popular buscador financia actualmente dos navegadores de Internet (Chrome, de forma directa, y Firefox, a través de un acuerdo estratégico con la Fundación Mozilla) para asegurarse de que todas las búsquedas se hagan –de forma predeterminada- con su motor.

Sus competidores también hacen de las suyas para tratar de ganar mercado. No en vano, Microsoft vivió un largo litigio con la Unión Europea por obligar a los internautas a utilizar Internet Explorer y Bing con Windows, sin ofrecer el resto de alternativas existentes.

Imagen portada Flickr

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