Un equipo de investigadores ha descubierto en Islandia que la actividad sísmica se puede estudiar mediante los cables de fibra óptica.
Islandia ha sido el terreno escogido para hacer el experimento. Un equipo de científicos pertenecientes al Centro de Investigación Alemán para las Geociencias han evaluado la sensibilidad de los cables de fibra óptica tendidos entre dos centrales geotérmicas en 1994. El objetivo era saber si a través de esta infraestructura, ya implantada en muchos lugares, se puede estudiar la actividad sísmica.
Se puede, de hecho, y estos investigadores han obtenido resultados sorprendentes. Los 15 kilómetros de fibra óptica tendidos entre ambas centrales les han servido como un sismógrafo. Los investigadores afirman que la precisión de su sistema es casi la misma que arroja un aparato de este tipo.
A través de los cables de fibra óptica han detectado temblores de naturaleza sísmica y hasta un terremoto que tuvo lugar en Indonesia. Pero su sistema también era sensible al tráfico local o a las pisadas de los peatones.
Esto da una idea de la precisión del sistema, que se podría extender a kilómetros y kilómetros de fibra óptica. El dispositivo de los científicos mide a través de una pulsión láser los disturbios en la línea. Cada vez que estos ocurren, la fibra se estrecha o se extiende y todo esto se registra.
Tecnología para detectar terremotos
Una de las cosas que escapan al bagaje tecnológico de nuestro tiempo es la detección de terremotos. Aunque esto no quiere decir que no se haya probado a predecirlos. De múltiples formas, pero siempre con escaso éxito. Uno de los últimos intentos consiste en utilizar la inteligencia artificial para afinar en las previsiones.
Se busca ante todo un método barato para detectar estos seísmos. Pues los sismógrafos son caros y solo se pueden emplazar en una ubicación. Para contar con un sistema de alerta efectivo habría que colocar muchos en una gran cantidad de puntos. Y ni siquiera así se puede garantizar la predicción correcta.
Por eso la investigación llevada a cabo en Islandia podría marcar una diferencia. Y es que la infraestructura ya está ahí. Miles de kilómetros de red de fibra óptica que se podrían emplear para la detección de seísmos. Aunque ahora queda bajar el precio del dispositivo desarrollado durante la investigación.
Mientras tanto se sigue investigando en tecnología para detectar terremotos. Hay incluso aplicaciones que hacen esta labor. Algunas son capaces de vaticinar con 30 o 100 segundos de antelación un seísmo que ocurrirá en la zona.
Imagen: Angelo Giordano, andreas-h
