De los smartphones han saltado a las tabletas y los portátiles, pero con todo parece que las cámaras 3D se agotan antes de haber sido adoptadas como tecnología.
La tecnología 3D no vive precisamente el boom que algunos, sobre todo fabricantes de electrónica, vaticinaron hace unos años. Los televisores pierden comba ante la ultradefinición, que ha sido el principal atractivo del pasado CES en este campo, mientras que las cámaras 3D no han acabado de cuajar en los smartphones. Sin embargo, este año en Las Vegas se han podido ver tabletas y portátiles con este tipo de tecnología, que además podrá ser controlada por gestos. Los primeros dispositivos aparecerán en la segunda mitad del 2014.
Intel ha anunciado una tecnología novedosa para portátiles y tabletas, que incorpora cámaras 3D, con ayuda de la cual se registra la percepción de la profundidad. “Vemos y tocamos en 3D así que, ¿por qué tenemos que usar los ordenadores en 2D?”, es la pregunta que se hacía Mooly Eden, director general del grupo de computación perceptual de Intel, para justificar el lanzamiento de los nuevos dispositivos.
La compañía mostró diferentes tabletas y portátiles construidos por distintos fabricantes, como Dell, Lenovo y Asus, que no llegarán al mercado hasta pasados unos meses. Las cámaras 3D ya han tenido su momento en los móviles, con dispositivos como el HTC 3D EVO o el LG Optimus 3D, y nunca han atraído gran atención por parte de los consumidores, incluso las cámaras compactas como la Panasonic Lumix 3D1 han fracasado. ¿Qué hace pensar a Intel que en otros dispositivos sea diferente?
Lo más decisivo del anuncio hecho por el fabricante de chips no es ya la grabación en tres dimensiones, sino la capacidad que tienen las cámaras 3D para reconocer gestos. En un smartphone esta característica no pasa de una anécdota, pues el dispositivo está tan cerca que pasar de una interfaz táctil a una gestual no representa grandes dosis de comodidad, más bien al contrario. Pero en un portátil los comandos a través de gestos tienen más sentido, habrá que ver si el suficiente como para encandilar al mercado.
La inapetencia por televisores 3D
La falta de entusiasmo por las tres dimensiones se refleja claramente con los televisores. La tecnología 3D está soltando protagonismo a favor de la resolución 4K y parece que ésta será la próxima motivación para renovar el parqué de aparatos de televisión. De momento el relieve en las imágenes tendrá que esperar, aunque tal vez llegue de otra manera. Es bien sabido que uno de los problemas de consumo del 3D son las gafas, sin embargo, con el 8K (cuatro veces la definición del 4K y 16 veces la de una pantalla full HD) el efecto de las tres dimensiones se consigue de manera natural, según explica Juan Carlos González, profesional de RTVE y director del primer documental rodado por la corporación en 4K.
En el único sitio donde la tecnología 3D parece haber entrado con buen pie – aunque no le faltan detractores – es en el cine. Muchas salas han cambiado sus antiguos proyectores de celuloide por unos nuevos digitales, capaces de desplegar imágenes en tres dimensiones. En cualquier caso era una inversión que los cines tenían que hacer antes o después y que les permite, según sea la demanda, proyectar películas en 3D.
Imagen: Intel
