Camuflajes

Camuflajes del futuro podrían fabricarse a partir de calamares

La biodiversidad natural puede ayudarnos a innovar en la fabricación de los camuflajes del futuro. Ahora una investigación realizada en California ha profundizado en el papel de una proteína originaria de calamares, que bien podría ser usada en ingeniería de nuevos materiales.

Se llaman  loligínidos y forman parte de una de las familias más conocidas del orden de los calamares, aunque los expertos en zoología los suelen denominar utilizando el término en latín Loliginidae. A pesar de su interés biológico, lo cierto es que hoy no vamos a profundizar en esta disciplina científica, sino en el aprovechamiento de estos calamares para fabricar los camuflajes del futuro.

Y es en la naturaleza, como ya os contamos anteriormente en Think Big, donde podemos descubrir un mundo infinito de posibilidades para obtener nuevos materiales. Desde la tela de las arañas hasta los picos de los tucanes, la biodiversidad natural presenta tal riqueza que es imposible no abordar nuevos avances de la ciencia y la tecnología sin fijarnos en los organismos vivos que habitan el planeta.

Investigadores de la Universidad de California (Irvine) utilizaron precisamente esa idea en su último trabajo de investigación. El equipo de Alon Gorodetsky y sus colaboradores comenzaron a estudiar la reflectina, una proteína que forma parte de la estructura de estos calamares. Esta molécula biológica confiere a estos organismos vivos propiedades realmente interesantes, tales como la capacidad para cambiar de color o de reflejar la luz.

camuflajes

Utilizar esta interesante proteína permitiría fabricar los camuflajes del futuro, según estos científicos. Sus propiedades permiten que estos trajes sean invisibles ante la radiación infrarroja, muy utilizada por las fuerzas militares. Tras publicar su trabajo en la revista Advanced Materials, los investigadores aseguraron que esta proteína era un material sencillo y compatible con otros elementos utilizados de manera común para fabricar estos camuflajes.

La novedad de esta proteína reside en que sus propiedades óptimas se observan en una región del espectro electromagnético cercana al infrarrojo, en particular entre los 700 y los 1200 nm. El estudio de sus características y de sus posibles aplicaciones en la generación de nuevos materiales permitirá en el futuro construir nuevas ropas y camuflajes.

Sin duda alguna, todos estos trabajos se inspiran en la labor que Leonardo Da Vinci llevara a cabo durante el siglo XVI. ¿Serán los calamares las fuentes a partir de las cuales innovaremos en nuestros camuflajes del futuro? La naturaleza, de nuevo, vuelve a sorprendernos con su gran diversidad biológica, de la que aprender a diario la ciencia y la tecnología. La llegada de nuevos materiales ha dejado de ser una utopía interesante para empezar a convertirse en una realidad.

Imágenes | Quinn Dombrowski (Flickr), Scubapanas DiveClub (Flickr)

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