Píxeles, hercios y pulgadas: traduciendo las características de tu smartphone

Cuando miramos la ficha técnica de los dispositivos móviles, no siempre es fácil leer entre líneas cuál es el más indicado o con cuál nos iremos más contentos.

En la variedad está el gusto, decimos habitualmente, pero a veces esa variedad implica tomar una decisión que puede convertirse en un quebradero de cabeza.

Comprar un dispositivo electrónico no siempre es fácil. Una computadora, un televisor, un smartphone… Hay distintas marcas, precios, diseños y características. ¿Con cuál quedarnos? ¿Con el más bonito por fuera? ¿Por el más potente por dentro? ¿Cómo saber si es mejor que el de al lado?

Decidirnos por un smartphone u otro depende de muchos factores. Además del presupuesto que tengamos en mente o las ofertas que ofrezca nuestra operadora, debemos comprender su ficha técnica para saber si tarde o temprano nos arrepentiremos de haberlo comprado.

Veamos los elementos más importantes para comprender las características de tu smartphone. No nos garantizará hacer la mejor compra, pero sí comparar entre dispositivos sin tener ninguna duda.

Pantalla

La pantalla se ha convertido en parte indispensable del smartphone. De su tamaño dependerán las dimensiones del dispositivo. También conviene conocer qué tipo de pantalla es, si tiene alguna característica adicional…

Para empezar, necesitamos conocer su dimensión, que se mide en pulgadas, al igual que la pantalla de los televisores. A más pulgadas, mayor es su tamaño y, por ende, el del dispositivo en sí.

Pero tan importante es la dimensión como su resolución, que se mide en píxeles de ancho por alto, o lo que es lo mismo, horizontal por vertical. Como ejemplo, el Galaxy Note9 tiene una resolución de 2960 x 1440.

Otro detalle que suele indicarse sobre la pantalla es su tecnología. Tenemos, por ejemplo, pantallas AMOLED, muy populares en dispositivos Samsung, Retina Display de Apple, LCD, OLED…

Cámara

Otro elemento habitual de cualquier smartphone que se precie es la cámara. En la actualidad son de gran calidad y prácticamente han sustituido a las cámaras digitales domésticas.

Trasera o delantera, de una cámara debemos conocer la resolución del sensor óptico, que se mide en megapíxeles. También se suele indicar si la capacidad de grabación de vídeo es HD o incluso 4K (cuatro veces HD), si es compatible con HDR, la capacidad del zoom, etc.

Memoria y almacenamiento

De nada sirve una buena cámara si luego no tenemos espacio suficiente para guardar nuestras fotos y vídeos. De ahí que la memoria sea importante.

Al igual que los ordenadores, por un lado necesitamos conocer la capacidad de su memoria RAM, la que se encarga de cargar las instrucciones que ejecutará el procesador. La RAM de un smartphone, igual que la de un PC, se mide en bytes, y en la actualidad, en gigabytes. En el momento de escribir estas líneas es fácil encontrarnos con dispositivos de 3 GB, 4 GB u 8 GB de RAM.

Pero lo que seguramente querrás saber es cuánto espacio tienes en tu smartphone para guardar archivos, instalar aplicaciones, etc. La memoria principal, también conocida como memoria de almacenamiento, memoria interna o memoria Flash, se mide también en gigabytes. Y un detalle. Tan importante es saber cuánta memoria interna tenemos por defecto como saber la memoria disponible, un detalle que no siempre se indica y que resulta que restarle a la memoria interna el espacio exclusivo para el sistema operativo.

El tercer elemento es la memoria externa. Salvo los dispositivos Apple (iPhone, iPad), los smartphones Android suelen contar con ranura microSD donde insertar una tarjeta compatible con espacio adicional, también en gigabytes. En las especificaciones se suele indicar “memoria externa MicroSD de hasta 512 GB”, por ejemplo.

Batería

Tener una pantalla grande y cristalina, una cámara con gran definición y espacio ilimitado. ¿Qué más necesitamos? Que nuestro smartphone no se apague a los cinco minutos de uso.

La batería es otro de los elementos más importantes, ya que una buena batería significará una autonomía mayor, y si estamos fuera de casa o de una fuente de energía, esto es básico.

La práctica totalidad de baterías móviles actuales son de polímero de litio o de iones de litio. Y el dato que nos interesa conocer es su carga eléctrica, medida en miliamperios por hora o mAh. A mayor mAh, más durará la batería.

Para facilitarnos la tarea, en las especificaciones o fichas técnicas se suele indicar la duración del dispositivo en distintas tareas, como “tiempo de uso de Internet”, “tiempo en conversación”, “tiempo de reproducción de vídeo”… Siempre se indica en horas.

bipolaridad

Procesador

El procesador es parte fundamental de cualquier dispositivo electrónico, pero para el común de los usuarios carece de relevancia, más que nada porque son pocos los modelos disponibles y poca decisión tenemos sobre ello.

En las fichas técnicas o características de tu smartphone, se suele indicar la velocidad del procesador o CPU en hercios, o mejor dicho, en gigahercios. En la actualidad también suele indicarse la cantidad de cores o núcleos del procesador.

En algunos casos también se indica el nombre del procesador y modelo. El fabricante más popular es Qualcomm. En la actualidad, los modelos más empleados son la serie Snapdragon en distintos modelos, diferenciados por su numeración.

Otros

Con todos estos datos, elementos y unidades de medida deberíamos manejarnos sin problemas con las fichas, especificaciones y características de cualquier smartphone con el que te topes.

Dar más importancia a uno u otro dependerá de tus necesidades. Normalmente la batería es el más relevante, después del precio. La pantalla importa también, en especial si vas a ver vídeos o leer artículos o libros.

La memoria es básica también para saber si te quedarás sin espacio después de sacar unas cuantas fotografías o de grabar vídeos.

Además de todo esto, podemos encontrarnos con información adicional, como huella dactilar, reconocimiento facial, número de SIM que admite y qué redes admite: 2G, 3G, 4G, Bluetooth, Wi-Fi

También conviene saber el tipo de conector que emplea. No basta que diga USB. En la actualidad, puede ser USB (normalmente microUSB) o USB-C. Si cambias de dispositivo tal vez tengas que cambiar de cables o adquirir un adaptador.

Por lo demás, no he hablado del sistema operativo porque la variedad es más bien escasa. Si te decantas por un iPhone, el sistema operativo será iOS. Si adquieres un smartphone de cualquier otro fabricante, seguramente sea Android salvo contadas ocasiones.

Sí es importante conocer la versión de Android que viene instalada por defecto. No siempre se indica y puede ser un problema, ya que por muy buen teléfono que tengas, si el sistema operativo está desfasado, no tendrás acceso a determinadas aplicaciones como YouTube o WhatsApp.

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