La carrera hacia el fin del tráfico en las ciudades: todas las tecnologías e ideas que buscan conseguirlo

Estamos en 2023 y el ser humano ha conseguido llegar a la Luna, crear chats con inteligencia artificial que cada vez dan mejores respuestas y coquetea con la idea del coche autónomo. Y, sin embargo, todos seguimos sufriendo con mucha más frecuencia de la que nos gustaría tráfico y atascos desesperantes. 

Dar un paseo por cualquier ciudad, y sobre todo europea, a día de hoy, marca una tendencia. Los peatones y las bicicletas cuentan cada vez con más espacio. Pero los coches siguen ahí, y seguirán durante un tiempo.

Se estima que en la actualidad en el mundo hay 1.500 millones de vehículos motorizados (sin contar transporte comercial, es decir, camiones) y se espera que esa cifra se dispare a más de 2.000 millones para 2040

Esos son muchos coches. Incluso con nuevas carreteras y desvíos, este nivel de tráfico en constante aumento podría superar rápidamente la capacidad de las circunvalaciones de las ciudades, hacia donde se ha derivado el tránsito en los últimos años.

Pero, ¿tiene alguien un plan para acabar con los atascos? Desde luego que sí. El problema es que no acabamos de verlo claro. Desde Google con Maps o Waze pasando por los planes de genio a veces de comedia y a veces de terror de Elon Musk, hay muchas mentes, inversión y tecnología trabajando por un futuro sin atascos. 

Veamos por dónde pasan y en qué punto estamos.

La situación actual: de los coches autónomos atascados a la promesa de la IA

Vehículos autónomos
Fuente: Brand Factory Telefónica

Mientras muchos ven a los vehículos autónomos como la panacea para los atascos de tráfico, se cree que pasarán al menos dos décadas antes de que comiencen a tener un impacto significativo en nuestras carreteras. 

Ciudades como San Francisco, donde se han otorgado licencias temporales de coches autónomos a empresas como Uber o Cruise, la experiencia ha durado solo unos meses. Varios atropellos y atascos provocados por los propios coches autónomos lo dejan claro.

Pero la ruta se ha iniciado, y mientras tanto las agencias de carreteras y los planificadores urbanos tendrán que lidiar con una mezcla cada vez más complicada de conductores humanos, semiautónomos y autónomos en las carreteras. Mantenerlos a todos en movimiento requerirá que los sistemas de gestión de tráfico sean instantáneamente reactivos y adaptables.

La mayor esperanza a medio plazo es combinar nuevas tecnologías de comunicación, como la potencia del 5G, con el poder de la inteligencia artificial para procesar enormes cantidades de datos en tiempo real y aliviar carreteras congestionadas para que puedan hacer frente al creciente número de coches abriendo por ejemplo vías alternativas o desvíos.

Hacia la ciudad inteligente hiperconectada

La idea de una ciudad inteligente hiperconectada podría ser la clave para resolver los problemas de tráfico. En estas ciudades, la infraestructura urbana se conecta a través de tecnologías de la información y la comunicación para mejorar la calidad de vida de los residentes y la eficiencia de los servicios urbanos.

Un componente clave de las ciudades inteligentes es el Internet de las cosas (IoT). Los sensores IoT instalados en toda la ciudad pueden recopilar datos sobre el tráfico, el clima, la calidad del aire y otros factores ambientales. Estos datos se pueden analizar y utilizar para tomar decisiones informadas sobre la gestión del tráfico.

Por ejemplo, se pueden ajustar los patrones de los semáforos en tiempo real para optimizar el flujo de tráfico en base a las condiciones actuales. Los sensores pueden detectar el número de vehículos en una intersección y ajustar los tiempos de los semáforos en consecuencia.

Otra solución tecnológica es el uso de vehículos conectados. Los coches equipados con tecnología de comunicación vehículo a vehículo (V2V) y vehículo a infraestructura (V2I) pueden intercambiar información sobre su ubicación, velocidad y otras condiciones con otros coches y con la infraestructura de la ciudad. Esto puede ayudar a prevenir accidentes, coordinar el tráfico y mejorar la eficiencia del transporte.

¿Qué experimentos se han hecho hasta ahora para reducir el tráfico y los atascos?

Google Maps por qué predice atascos

En Bengaluru, India, que enfrenta de forma constante largos atascos de tráfico y la velocidad promedio en algunas carreteras en horas punta es de solo 4 km/h, Siemens Mobility ha construido un sistema de monitoreo prototipo que utiliza IA a través de cámaras de tráfico. Las cámaras de tráfico detectan automáticamente los vehículos y esta información se envía de vuelta a un centro de control central donde los algoritmos estiman la densidad del tráfico en la carretera. El sistema luego altera los semáforos en función de las congestiones viales en tiempo real.

Para responder de esta manera, sin embargo, se requieren datos. Muchos datos. Afortunadamente, esto no es algo que escasee. Hay mucha información de los sistemas de monitoreo de tráfico, la infraestructura vial, los coches y los propios conductores a través de sus teléfonos móviles. 

De hecho, si estos sistemas funcionan en el futuro, es porque el 100% del parque de vehículos podrá enviar y recibir información, algo ahora todavía inviable por la antigüedad de muchos de ellos.

Algunas de estas tecnologías de monitoreo, como los bucles de inducción, existen desde la década de 1960, mientras que otras, como las cámaras capaces de rastrear el tráfico y leer matrículas, son más recientes. El desafío es hacer algo útil con toda esta información.

Investigadores del Alan Turing Institute en Londres y la Toyota Mobility Foundation lanzaron en 2021 un nuevo proyecto juntos que está explorando cómo los sistemas de gestión de tráfico pueden volverse más dinámicos y receptivos mediante el uso de IA. Actualmente están utilizando simulaciones que aumentan en complejidad y evolucionan, ayudando a sus algoritmos a aprender cómo predecir cambios en el tráfico. Aunque todavía están probando el sistema, esperan aplicar sus prototipos en el mundo real pronto.

En Pittsburgh, otros investigadores ya están trabajando con los administradores de la ciudad en un enfoque similar que ha estado operando en la ciudad desde 2012. Un sistema de control de tráfico adaptativo desarrollado por investigadores del Robotics Institute de la Carnegie Mellon University ha sido implementado en la ciudad. Su tecnología, denominada Surtrac, se está utilizando en 50 intersecciones en Pittsburgh y desde su lanzamiento ha reducido los tiempos de espera en las intersecciones hasta en un 40%.

El sistema utiliza detección automática en video para conocer automáticamente la cantidad de usuarios de la carretera, incluidos peatones, y tipos de vehículos que están en una intersección. 

El software de IA luego procesa esta información segundo a segundo para encontrar la mejor manera de mover el tráfico a través de la intersección, cambiando los semáforos dependiendo de la forma más óptima de mantener el tráfico en movimiento. 

Por último, en Hagen, Alemania, están utilizando inteligencia artificial para optimizar el control de los semáforos y reducir el tiempo de espera en una intersección. Las simulaciones sugieren que puede disminuir los tiempos de espera en los semáforos en hasta un 47% en comparación con un plan de señalización preestablecido tradicional.

Ahora bien, ¿cómo hemos llegado hasta aquí? del GPS a Waze

Es obvio decir que la tecnología de posicionamiento global (GPS) ha revolucionado nuestra forma de navegar. Google Maps y Waze se sirven de él para proporcionarnos direcciones en tiempo real y nos ayudan a evitar el tráfico.

Google Maps, lanzado en 2005, se ha convertido en una aplicación básica para cualquier. Waze, por otro lado, lanzado en 2008, presentó un modelo del que beben ahora muchas de las iniciativas al utilizar la información proporcionada por los usuarios para alertar sobre atascos, accidentes y otros problemas en la carretera.

Google y su proyecto Green Light

A pesar de su origen israelí, Waze fue adquirida por Google, por lo que la compañía del buscar tiene mucho que decir sobre cómo será la movilidad del futuro. Su proyecto Green Light utiliza la inteligencia artificial y Google Maps para modelar patrones de tráfico, hacer recomendaciones inteligentes y mejorar el flujo de tráfico.

Green Light puede interferir en los parámetros existentes de los semáforos, como la duración, el tiempo de transición y el orden de paso. Además, este modelo comprende cómo fluye el tráfico para entender los patrones de arranque y parada, los tiempos de espera promedio en un semáforo y cómo los planes de los semáforos cambian a lo largo del día.

El proyecto Green Light ya está disponible en 70 intersecciones en doce ciudades, desde Haifa hasta Río de Janeiro y Bangalore. En las intersecciones donde ya está activo puede ahorrar combustible y reducir las emisiones en hasta 30 millones de viajes en automóvil al mes.

La propuesta de túneles de The Boring Company de Elon Musk en Las Vegas

Poner a Elon Musk en una oración significa normalmente empezar a hablar de otra forma de hacer las cosas, para bien y para mal, y ahí está su proyecto de tunelar, literalmente, la ciudad para acabar con el tráfico y que los vehículos circulen por ellos en lugar de por la superficie.

Lo hace además bajo su empresa con el nombre seguramente más adecuado: The Boring Company. Su promesa: nada de atascos ni nervios, te aburrirás yendo en coche gracias a lo fácil que es su propuesta.

El primer túnel público de The Boring Company se encuentra en Las Vegas. Conocido como Vegas Loop, este sistema de túneles de 700 metros de longitud permite a los vehículos evitar el tráfico de superficie y moverse rápidamente de un lugar a otro. En julio de 2021 se registró el flujo máximo de pasajeros con 1,355 pasajeros por hora.

Aunque actualmente los túneles solo están abiertos durante las grandes convenciones y en periodos de prueba, pero hay planes para expandir el sistema y hacerlo más accesible al gran público. 

Como vemos, desde las aplicaciones de navegación hasta las ciudades inteligentes, los túneles subterráneos y los coches autónomos, hay varias tecnologías en paralelo buscando su mejor encaje para solucionar uno de los problema más cercanos para todos: los atascos. ¿Habrá un día donde no serán un dolor de cabeza?

Sobre el autor

RELACIONADOS