Jim Sutherland, Honeywell o la historia de las casas conectadas

“Tú o evolucionas o desapareces.” Aunque no es la cita de un ilustre filosofo, sino del cantante 2Pac, resume maravillosamente lo que te vamos a contar hoy, ya que el hombre siempre ha soñado con los avances y la evolución. 

¿Sabías que la primera casa inteligente se inventó en 1966? Desde siempre, el ser humano ha ideado un hogar más cómodo, seguro y práctico. En las cavernas soñó con el calor; tras inventar el fuego, con tener luz automática; tras la electricidad, con poder controlar todos los electrodomésticos de forma automática. Ese eterno intento de superarse ha tenido su punto álgido en lo que conocemos hoy como casas conectadas o Smart Homes. 

No es un concepto nuevo, ya que tanto cineastas, arquitectos y escritores de Ciencia Ficción como Ray Bradbury, hablaron sobre la idea de casas que se autogestionaban. Primeras propuestas se pueden apreciar ya a medianos del siglo pasado, como, por ejemplo, en la exhibición “Hogares de mañana” que formaba parte de la Exposición Universal de Chicago del año 1933

Los principios de las casas conectadas: ECHO IV y Honeywell

Esas propuestas tardaron poco en convertirse en realidad. Tras inventarse los primeros electrodomésticos al principio del siglo XX, empezando con la aspiradora en 1901, pronto se dio el siguiente paso hacía la inteligencia del hogar. En abril de 1966 el ingeniero Jim Sutherland inventó el primer ordenador de uso doméstico, denominado Electronic Computing Home Operator, o ECHO IV. Todo empezó cuando Sutherland obtuvo el permiso de la empresa en la que trabajaba, Westinghouse Electric, para llevarse a casa la memoria y la tarjeta del ordenador obsoleto PRODAC IV. Entonces el ingeniero pasaba todas las tardes construyendo un ordenador de uso doméstico en el sótano de su casa, teniendo que idear un sistema de ventilación para hacer frente al calor que producía el ordenador gigante en su casa.

Al final Sutherland logró poner ECHO IV en marcha y con el tiempo asumiría tareas como despertador, calcular los gastos de la familia, ofrecer programas educativos y matemáticos a sus hijos, así como apuntar e imprimir las listas de la compra. De hecho, cuando los hijos de Sutherland querían ver la televisión entre semana, tenían que contestar antes a algunas preguntas del colegio para poder acceder. Aunque finalmente se quedaba lejos de las expectativas de realizar la compra para sus dueños, sí que era capaz de llevar a cabo funciones como rotar la antena de televisión a través de un teclado numérico que se encontraba en el salón. Asimismo, Sutherland puso una máquina con un procesador Word en la cocina para imprimir recetas y listas de compra. Era un primer intento de acercarnos de verdad a las casas conectadas, pero no era el único. 

Más intentos históricos de crear casas conectadas 

El ordenador de cocina de Honeywell del año 1969 era otro ejemplo, aunque bastante más anecdótico. Se ideó como regalo extravagante, ya que su precio hoy en día rondaría a los 70 mil dólares. Se supone que su utilidad era la de almacenar recetas de cocina, ayudar a planificar las comidas y gestionar la economía del hogar. Pero solamente para leer o introducir recetas a este ordenador, ya era necesario realizar un curso de dos semanas debido su complejidad. No hay evidencia que se haya vendido alguno de estos ordenadores.  

Las siguientes décadas de las casas conectadas

Los intentos de controlar nuestros hogares a través de la tecnología no cesaron. En los años 80 se inventó el Pico electronics powerhouse x10. El X10 es un protocolo de comunicaciones para poder controlar de forma remota los dispositivos eléctricos que utiliza la corriente eléctrica (220V o 110V AC) y logar así la automatización del hogar (domótica). Se comunicaba a través de señales que se mandaban por la corriente eléctrica con dispositivos. Por ejemplo, podía apagar o encender las luces. El problema era que, si compartías la red eléctrica con tu vecino, también le apagabas sus luces, así que finalmente no cumplió sus expectativas. 

Pero poco a poco, tras ensayo y error, hemos evolucionado del hombre de la caverna a tener la posibilidad de vivir en una casa inteligente, que cada vez nos ofrece más posibilidades, comodidades y seguridad. Uno de los pioneros de esa “evolución” sin duda ha sido Telefónica.

Hogar Movistar: descubre cómo vivir hoy en día en una casa inteligente

Telefónica ha liderado la transformación tecnológica llevando el teléfono, la fibra o los paquetes de televisión a nuestros hogares, creando finalmente un ecosistema único e inteligente, el Hogar Movistar. Es un hogar conectado que ofrece servicios, productos, y experiencias para todos sus clientes. El pilar fundamental son sus dispositivos. No solo los dispositivos que forman la base imprescindible para crear el ecosistema (como pueden ser el descodificador UHD o el Router Smart WiFi), sino también aquellos que nos posibilitan interactuar con al asistente virtual de Movistar, Aura. Aura se encuentra integrada en el dispositivo inteligente Movistar Home, la App Movistar+ y el Mando Vocal Movistar+ (entre otros), lo que te permite interactuar con tu televisión directamente con la voz.  

La compañía también ha apostado por integrar servicios para hacerte la vida más cómoda y segura en tu hogar conectado. Así, por ejemplo, puedes acceder al servicio de alarmas de Movistar Prosegur, que se gestiona desde tu móvil o la televisión. También puedes controlar las luces de tu casa con Movistar Home, y proteger a tus hijos en su navegación por Internet, a través del servicio Qustodio.  

Pero también ofrece experiencias, para que siempre cuentes con una forma de entretenimiento en casa a través de experiencias digitales. Los clientes de Movistar Fusión pueden acceder a las Living Apps entrando en la sección “Apps” del menú principal de Movistar+. En esta sección pueden encontrar aplicaciones para hacer deporte, para gestionar sus productos y servicios de Movistar, para jugar con los más pequeños de casa, y mucho más. Como podéis apreciar, se trata de una casa conectada al servicio de sus usuarios, que tras muchas décadas soñando, por fin ha conseguido materializarse en una realidad. 

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