Centros de datos basados en chips de smartphones

Los centros de datos, esas inmensas granjas de servidores que sólo poseen proveedores especializados y con un alto volumen de peticiones, llevan tiempo funcionando con máquinas de grandes dimensiones que forman pasillos flaqueados de armarios informáticos. Si algo ha cambiado con el paso del tiempo no ha sido el tamaño de estos armatostes sino su potencia. El espacio tiende a aprovecharse al máximo, mientras que el poder computacional que permitía la tecnología hace unos años se ha multiplicado.

Esta tendencia es la que pretende continuar HP con su proyecto Moonshot, que utiliza chips basados en una estructura de smartphone para comprimir la potencia total de los servidores. De esta forma, la compañía estadounidense quiere renovar los centros de datos, cambiando sus cimientos por completo. La función de las máquinas será la misma, pero la capacidad que tengan superará con creces la actual. En el mismo espacio cabrán más procesadores y se logrará más potencia.

Hoy en día los smartphones están en el centro de la industria electrónica e informática. Su importancia es tal que las tabletas –modeladas a partir de la arquitectura de los teléfonos inteligentes– están robando cuota de mercado a los ordenadores y portátiles. Este sector del PC no ha detenido su caída de ventas, que ya dura varios trimestres continuados.

Ante este escenario, los ojos están puestos en la tecnología desplegada (y por desplegar) en los dispositivos móviles. No ya la industria dirigida a los consumidores, sino también las compañías cuyo negocio está en el mercado profesional tratan de aprovechar las oportunidades de los smartphones. A pesar de ser un ámbito tradicionalmente alejado de los vaivenes del mercado de consumo, la fabricación de servidores, como queda patente con el ejemplo de HP, no es una excepción.

Las ventajas del proyecto Moonshot

HP no ha destacado precisamente por su acercamiento al mercado de la movilidad en lo que se refiere a consumo. El fracaso de la compra de Palm y sus malogradas primeras tabletas han dejado al que sigue siendo el mayor fabricante de ordenadores del mundo fuera de juego en este ámbito. Pero la compañía ha puesto especial empeño en el proyecto Moonshot, que lleva en marcha desde el año 2011.

El fabricante asegura que sus nuevos chips permitirán que los servidores ocupen cinco veces menos espacio del que ocupan ahora. Las posibilidades para aprovechar las vastas salas de los centros de datos se multiplicarán con ello. Pero además estas máquinas también serán más eficientes. El consumo energético se reducirá hasta en un 89%, una cifra considerable teniendo en cuenta que estas instalaciones son devoradoras voraces de electricidad. Tanto es así que algunas compañías han emplazado sus centros en lugares que les facilitaran un sustento de energía natural. Google utiliza las corrientes marinas para una de sus granjas, mientras que Microsoft se sirve de placas solares para abastecer máquinas enterradas con el fin de ayudar a la refrigeración.

HP también ha destacado que los servidores fabricados con chips Moonshot costarán un 77% menos que los actuales. “HP Moonshot marca el inicio de un nuevo estilo de IT que cambiará la infraestructura económica y siente las bases para los próximos 20.000 millones de dispositivos”, ha comentado Meg Whitman, CEO de la compañía, después de recordar que actualmente existen casi 10.000 millones de dispositivos conectados a Internet y que las predicciones indican un crecimiento exponencial.

Chips para las nuevas necesidades

Algunos de los retos que se abren para los proveedores de servicios en Internet podrían tener una llave en los chips Moonshot. La gestión de la información que generan las redes sociales, la prestación de servicios cloud o el análisis de grandes volúmenes de datos (big data) son tareas que requieren de un gran nivel de computación.

La intención de HP es dar servicio a este tipo de compañías en el futuro, que cada vez serán más numerosas. Para ello la compañía ha desarrollado su iniciativa utilizando procesadores de Intel, aunque también trabaja con AMD y ARM, este último el preferido en smartphones y cuya competitividad ha roto el mercado. Por el momento los nuevos chips estarán disponibles a la venta en el mes de mayo para todos los países.

Imagen: skreuzer

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