El plan de China para convertirse en superpotencia tecnológica incluye la computación cuántica como uno de sus pilares.
El gobierno de Pekín está invirtiendo una enorme suma de dinero en la investigación de la computación cuántica. China quiere ostentar un papel de liderazgo en esta prometedora tecnología. Por eso, en realidad podrían ser decenas de miles de millones de dólares en los próximos años los que el Estado destine a este campo, a través de apoyos a empresas o a centros de investigación.
En 2016, China introdujo su plan quinquenal número 13. Entre la vasta planificación de la economía se encontraba una pequeña parte dedicada a la estrategia en computación y comunicaciones cuánticas. Una de las fechas marcadas era 2030. En este año se pretendía alcanzar metas importantes en este campo.
Se apuntaba explícitamente al desarrollo de un prototipo de ordenador cuántico general. La construcción de un simulador cuántico también estaba contemplada. La puesta en marcha del Laboratorio Nacional para las Ciencias de la Información Cuántica es otra de las apuestas. Empezaría con más de mil millones de dólares de financiación inicial, para aunar los esfuerzos en investigación y desarrollo.
La computación cuántica se basa en el uso de qubits en lugar de bits. Los primeros tienen más estados que el sistema binario, construido a base de unos y ceros. Esto propicia que los ordenadores cuánticos puedan almacenar más información y hacer cálculos complejos más rápidamente.
La competencia entre países, como Estados Unidos y China, para avanzar en computación cuántica se suma a la de las empresas. Google, Microsoft o Alibaba dedican esfuerzos a hacer progresos en este campo.
Por su parte, las empresas Chinas estaban igualadas con las estadounidenses en 2014 en lo que respecta al número de patentes registradas sobre computación cuántica. En 2017, China registró casi el doble.
El país asiático ha empezado a ver esta tecnología como hace tiempo que vio la inteligencia artificial. En sus planes está liderar este campo en 2030. Y algo similar ha ocurrido con su apuesta por los coches eléctricos. Pekín es ahora el lugar donde más coches eléctricos se fabrican y se venden. Son movimientos que entran dentro de una geoestrategia encajada en la economía global.
Otra tecnología estratégica
El posicionamiento de China en computación cuántica también tiene un sentido geoestratégico claro. Esta disciplina forma parte del plan de Xi Jinping para hacer del país una superpotencia tecnológica.
La idea de China es no depender de ningún país extranjero en computación cuántica, como le ha ocurrido con otras tecnologías. El objetivo que viene a continuación es ser líder en este terreno en 2035. Se trata de una meta ambiciosa. No solo Estados Unidos, también la Unión Europea ha puesto en marcha su propia iniciativa para encabezar la innovación. Hasta 5.000 investigadores enriquecerán el desarrollo de esta tecnología en el viejo continente. La carrera está lanzada.
Imágenes: TheDigitalArtist, Mitch Altman