Con una base instalada de 43,2 GW, China se ha convertido en el primer país en tecnología fotovoltaica, superando a Alemania.
Alemania ha sido tradicionalmente una potencia en energías renovables. La solar no es una excepción y, dentro de esta, la fotovoltaica tiene una gran importancia. El país se ha convertido a lo largo de los años en un campo de pruebas para las empresas constructoras de este tipo de plantas, que posteriormente han exportado sus conocimientos al exterior. En este proceso, la nación centroeuropea se ha convertido en una potencia en lo que se refiere a capacidad fotovoltaica instalada, la primera del mundo; hasta ahora.
La Federal Network Agency, el regulador alemán para electricidad, gas y otras infraestructuras, calcula que existen en Alemania 39,6 GW instalados, aunque Bloomberg Energy Finance los fija en 38,4 GW. Sin embargo, en China ahora mismo ya hay una capacidad de 43,2 GW, según los datos de la Administración Nacional de la Energía, el organismo encargado de asegurar que las necesidades energéticas del país asiático estén cubiertas.
Durante el pasado año China dio un enorme salto en lo que a paneles fotovoltaicos se refiere, sembrando una capacidad de 15,1 GW, que se añadía a la existente en el país. El gigante asiático ha apostado por este campo en los últimos años y el resultado está siendo explosivo. De momento 2016 lo ha comenzado como líder en este particular sector de la energía solar.
Desde 2011 la capacidad fotovoltaica de China se ha multiplicado por 13. Aunque no todo es de color de rosa. La propia Administración Nacional de la Energía ha señalado algunas deficiencias. En la provincia de Gnasu el 30% de la capacidad instalada permanece en desuso y en la de Sinkiang hay un 26% que tampoco se utiliza.
A pesar de esto y de las convulsiones económicas por las que atraviesa el país asiático se prevé que la base instalada de paneles fotovoltaicos siga creciendo. Tras China y Alemania, el tercero en el ranking es Estados Unidos, con una capacidad de 27,8 GW.
En 2015, la EPIA (European Photovoltaic Industry Association) estimaba que más del 1% de la electricidad en el mundo se producía a partir de la energía solar. Una parte muy pequeña aún, pero al menos lo suficientemente significativa como para figurar en forma de porcentaje. Con datos de la EPIA, en 2014 China había instalado 10,6 GW de capacidad, superando al que por aquel momento era el instalador más potente, Japón, que se quedó en 9,7 GW. No hay que perder de vista a India, que también ha dedicado grandes esfuerzos a colocar paneles fotovoltaicos, aunque sigue por debajo de los grandes.
Imágenes: US Department of State, II
