La ciberdelincuencia está avanzando a gran velocidad. La evolución de las nuevas tecnologías y el proceso de profunda digitalización en el que se encuentra sumida la sociedad en los últimos años desde la creación de Internet, ha abierto nuevas oportunidades para los cibercriminales. Ya no se trata solo de hackeos sofisticados, sino de algo aún más preocupante: los ciberdelincuentes ya no necesitan vulnerar sistemas, les basta con iniciar sesión con credenciales robadas.
Este fue el eje central de la sesión ‘Los ciberdelincuentes modernos no hackean, inician sesión.’ celebrada en el marco del Mobile World Congress el pasado 4 de marzo donde Yaiza Rubio, Chief Metaverse Officer, Telefónica Innovación Digital; Javier Espinosa, Head of Software, Telefónica Innovación Digital; y Javier Mira, CEO de Facephi, analizaron cómo deben actuar los actores del sector de la ciberseguridad en este contexto de refinamiento de las técnicas de suplantación y robo de la identidad digital y cómo mediante TU Latch puede gestionarse el control de autorizaciones.
Dentro de estas técnicas perfeccionadas aparecen algunas como el phishing o el SIM swapping, un método que permite a los atacantes duplicar una tarjeta SIM tras hacerse pasar por el titular legítimo, obteniendo acceso a códigos de autenticación y contraseñas sensibles. Estas prácticas, combinadas con el uso de inteligencia artificial para generar contenidos falsos altamente creíbles, han elevado el riesgo de fraude digital a niveles sin precedentes. La implicación de los expertos en ciberseguridad no es suficiente, sino que debe haber una verdadera implicación de todos los sectores, especialmente los más afectados, para para trabajar juntos en salvaguardar la seguridad de los usuarios y mitigar el impacto de estas amenazas.
¿Cómo anticiparse a las amenazas de ciberseguridad? Clave para reducir el impacto de la ciberdelincuencia
La ciberseguridad no puede limitarse a reaccionar ante las amenazas, sino que debe anticiparse a ellas. Avanzar al mismo ritmo, e incluso ir un paso por delante, es esencial para garantizar la protección de datos y la confianza en los entornos digitales. En este contexto, la gestión de la identidad se convierte en un pilar clave de la seguridad, permitiendo verificar con precisión la autenticidad de cada usuario y minimizar el riesgo de suplantaciones.
La implementación de soluciones avanzadas, como la autenticación biométrica, el uso de inteligencia artificial para detectar patrones sospechosos y el refuerzo de sistemas de verificación multifactor, resulta fundamental para frenar el fraude digital y fortalecer la integridad de las transacciones en línea.
Para hacer frente a los crecientes riesgos en el ámbito digital, las organizaciones están adoptando mecanismos avanzados de autenticación y autorización que refuerzan la seguridad sin comprometer la experiencia del usuario. Uno de ellos es la autenticación resistente al fraude, que combina señales biométricas, análisis de comportamiento y validación en tiempo real para detectar accesos sospechosos y bloquear intentos de suplantación.
En el sector financiero y fintech, se están integrando soluciones basadas en datos de Telcos para securizar el onboarding digital, utilizando la información de los operadores móviles para verificar la identidad del usuario y prevenir fraudes como el SIM swapping.
Autenticación adaptativa y evolución hacia un entorno quantum-safe
Asimismo, la implementación de autenticación adaptativa permite ajustar los niveles de verificación en función del contexto de cada interacción, reforzando los controles en transacciones de alto riesgo sin generar fricciones innecesarias.
A medida que la ciberseguridad evoluciona para adelantarse a los nuevos riesgos, también debe prepararse para desafíos emergentes que transformarán por completo el panorama digital. Uno de los más relevantes es la llegada de la computación cuántica, que amenaza con debilitar los sistemas criptográficos actuales y dejar expuestos los mecanismos tradicionales de autenticación y protección de datos. Para mitigar este riesgo, las organizaciones deben avanzar hacia un entorno quantum-safe, adoptando algoritmos que sean resistentes a estos ataques. Soluciones como hash-based signatures o esquemas de cifrado basados en retículas ya están siendo exploradas para garantizar la seguridad de las credenciales digitales en un futuro próximo.
Combinar la verificación de identidad y la autenticación biométrica con la capa de seguridad adicional que ofrece TU Latch supone ir un paso más allá en la protección del usuario, asegurando que solo las personas fehacientemente autenticadas y autorizadas tengan acceso a lo que ellos quieran y proporcionando una capa adicional de protección ante un panorama de amenazas en constante evolución.
