Ciberresilencia: descubre los principales tips para comprenderla

La sociedad depende cada vez más de sistemas informáticos para llevar a cabo las actividades esenciales del día a día. Sin embargo, si bien la integración tecnológica tiene grandes beneficios, también abre la puerta a un nuevo tipo de peligros informáticos. Entonces, la imprevisibilidad y la evolución de las ciberamenazas hacen que los esfuerzos por parte de la ciberseguridad no sean suficientes. Por este motivo, se ideo la ciberresilencia.

¿Qué es la ciberresilencia?

Según el Diccionario de lengua española resiliencia es: la “capacidad de adaptación de un ser vivo frente a un agente perturbador o un estado o situación adversos”.  En este sentido, la ciberresilencia o resiliencia cibernética se refiere a la capacidad de un sistema para prepararse, absorber, recuperarse y adaptarse a los efectos adversos, especialmente los asociados a ciberataques.

Más aún, dependiendo del contexto, la resiliencia cibernética puede referirse principalmente a la propiedad de resiliencia de un sistema o red; o a las características o componentes del sistema que permiten la resiliencia cibernética.

Factores clave para entender la ciberresilencia

Hoy en día nadie está a salvo de los ciberataques. Desde particulares hasta empresas y gobiernos, miles de datos son robados a diario causando daños amplios y duraderos. En este contexto, la estrategia de manejo de riesgos tradicional se ve limitada en la ciberseguridad. Por eso, se necesitan nuevos enfoques para hacer frente a las amenazas y vulnerabilidades dentro de una amplia variedad de sistemas y arquitecturas.

En este sentido, mientras la ciberseguridad describe la capacidad de una empresa para protegerse y evitar la ciberdelincuencia. La resiliencia cibernética se refiere a la capacidad para mitigar los daños informáticos y recuperarse una vez se ha visto comprometida.

Una estrategia de ciberresilencia exitosa debe considerar medidas preventivas para contrarrestar y proteger a la organización. Asimismo, debe abarcar las amenazas intencionales (como los hackers) y no intencionales (errores humanos). Los componentes de cualquier estrategia de ciberresilencia deben incluir:

  • Protección contra amenazas. La compañía debe ser capaz de protegerse frente a ataques de terceros. Esto se puede lograr con medidas como comunicaciones encriptadas o software de terceros.
  • Capacidad de recuperación. Después de un incidente de seguridad, la organización debe ser capaz de volver a las operaciones regulares rápidamente. Esto generalmente se logra mediante redundancias de infraestructura y copias de seguridad de datos en diferentes locaciones físicas.
  • Adaptabilidad.  Un plan de resiliencia debe ser capaz de evolucionar y adaptarse a las nuevas tácticas de los cibercriminales. A través de la supervisión continua de la seguridad, se pueden reconocer los problemas de seguridad y tomar medidas inmediatamente. 
  • Durabilidad. La durabilidad de la organización es su capacidad para operar eficazmente después de una violación de la seguridad. A través de un plan de evaluación de riesgos puede planificarse qué hacer en caso de una eventualidad.

La ciberresilencia es una necesidad para cualquier empresa hoy. Por esto, es clave ser proactivos y prevenir los diversos factores de riesgos. Así se puede garantizar que los datos y el funcionamiento de las empresas estén seguros.

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