El fin último del experimento es comprobar cómo comenzó la vida en las profundidades marinas, investigando los respiraderos hidrotermales como medio para el nacimiento de microorganismos.
El origen de la vida se encuentra en el agua. Esta es una idea bastante aceptada socialmente por la comunidad científica internacional. Colocando así a la sustancia compuesta por dos partículas de hidrógeno y una de oxígeno como base para cualquier tipo de atisbo de vida unicelular y pluricelular.
Diferentes estudios han conseguido atestiguar cómo se puede desarrollar esta vida. Incluso han llegado a la conclusión de que aún en las profundidades del océano, sin necesidad de recibir luz solar, la vida microscópica se ha hecho realidad. Principalmente, gracias a los respiraderos hidrotermales.
Estos respiraderos hidrotermales son aberturas de tamaño variable que se encuentran en el lecho marino y expulsan agua caliente y materiales provenientes del interior de la corteza terrestre.
«Como investigadora de ventilación hidrotermal de aguas profundas, creo que la hipótesis de que la vida se formó en los respiraderos es la mejor que tenemos actualmente», ha asegurado Lucy Stewart, microbióloga marina de GNS Science de Nueva Zelanda.
El océano en un acuario
El equipo de la NASA ha propiciado en una especie de acuario, un mini océano con las mismas condiciones existentes en el lecho marino, con la intención de observar con detenimiento, y a pequeña escala, la capacidad de la vida por abrirse paso, incluso en un terreno tan complejo como las profundidades marinas.
El experimento ha consistido en recrear un Young-Earth-Ocean-In-A-Glass, es decir, un océano en miniatura. Su interior está compuesto de agua, minerales y moléculas de amoniaco y piruvato (suele encontrarse cerca de los respiraderos hidrotermales y se considera como uno de los precursores básicos de la vida). Todo ello calentado a 70º centígrados, lo que disminuye la cantidad de oxígeno, proporcionando así las condiciones idóneas del lecho marino.
Los resultados han establecido que los respiraderos hidrotermales son una fuente capaz de formar bloques de aminoácidos, uno de los elementos principales para la consecución de la vida. Destacando, entre otros, la alanina y el lactato. Dos moléculas esenciales en la formación de vida.
