El PAL-V, un vehículo que combina las prestaciones de un coche deportivo y la tecnología de vuelo del girocóptero
Clásicos del cine de ciencia ficción como Blade Runner, de Ridley Scott, muestran una utópica ciudad hiperconectada por decenas de aeropistas con coches voladores unipersonales surcando el cielo. Quizá esta utópica imagen de las ciudades del futuro deje de ser en pocos años una recreación del cine de ciencia ficción, para pasar a ser una realidad inminente de la mano de iniciativas como el vehículo híbrido PAL-V – Personal Air and Land Vehicle –.
Al igual que vimos anteriormente en el post dedicado a los prototipos de aviación individual como el vehículo volador Terrafugia TF-X, existe un interés generalizado por dar el salto a los sistemas de transporte individual aeroterrestres como solución a los problemas de tráfico de las principales ciudades del mundo.
Imaginar la posibilidad de sortear los inconvenientes del tráfico diario con un simple gesto, accionando el interruptor que activa el sistema de vuelo para llegar a tiempo al trabajo, es un lujo con el que todos soñamos pero que a día de hoy no podemos permitirnos.
Tecnología holandesa
En este contexto, la compañía holandesa PAL-V ha patentado el diseño de un vehículo híbrido unipersonal, mitad coche mitad aeroplano, basado en la tecnología de vuelo del girocóptero. Impulsado por el movimiento generado por un rotor auto-giratorio, el vehículo levanta el vuelo con una velocidad de avance producida por la hélice de empuje plegable que incorpora en la parte posterior.
En carretera el coche volador unipersonal tiene las mismas prestaciones que un coche deportivo. Al igual que el Terrafugia TF-X, prescinde de infraestructuras especiales para realizar el cambio de un sistema a otro, ya que es perfectamente compatible con las carreteras actuales y las pistas de aterrizaje convencionales. Sólo que en el caso del PAL-V es necesario disponer de una pista de 165 metros para iniciar el despegue, a diferencia del Terrafugia TF-X que permite el despegue y el aterrizaje vertical de la aeronave.
Los primeros prototipos fueron desarrollados en 2009 por un equipo de ingenieros de prestigiosas instituciones europeas como el Dutch Nacional Aerospace Laboratory y la Delf University. Tras concluir con éxito los vuelos de prueba llevados a cabo en 2012, el PAL-V ya cuenta con las regulaciones necesarias para circular tanto por carretera como en el aire.
Movilidad unipersonal
La versatilidad del PAL-V ofrece la posibilidad de ser utilizado tanto para el transporte privado como para profesionales y organizaciones. Actualmente funciona con gasolina con una autonomía en carretera de 1.200 km, aunque prometen versiones con biodiesel o bio-etanol. Con una velocidad punta tanto en carretera como en el aire de 180 km/h, tiene una autonomía de vuelo de 350 a 500 km, dependiendo del tipo de carga útil.
Su diseño aerodinámico de tres ruedas ofrece una experiencia en conducción pionera, al combinar la comodidad de un coche deportivo con la agilidad de una motocicleta de gran cilindrada gracias a la tecnología del sistema de inclinación patentado por la compañía. En vuelo, combina las prestaciones de un girocóptero convencional con la estabilidad de un helicóptero. La facilidad de las maniobras de aterrizaje y despegue vertical a baja velocidad convierten esta aeronave en una de las más seguras del mercado.
Aunque ya podremos hacer realidad el sueño de salir volando por encima del tráfico de camino a la oficina, todavía quedan por resolver cuestiones legales, como definir la infraestructura de autopistas digitales necesaria para establecer un espacio aéreo seguro vía GPS. Ante el incremento del tráfico aéreo previsto por la irrupción de este tipo de aeronaves unipersonales, los gobiernos de EEUU y Europa han puesto en marcha programas financiados para solucionar estas cuestiones legales y llegado el momento disponer de una infraestructura adecuada.
Imágenes | PAL-V
