Repasamos si el plan de Elon Musk mediante el cual colonizar Marte a partir de 2026 es plausible en los aspectos más relevantes.
Prácticamente todos los movimientos recientes de las compañías de Elon Musk han sido o están siendo un gran éxito. Lo curioso es que, vistos con perspectiva, casi todas sus ambiciones parecían auténticas locuras. Nadie creería que Tesla iba a influir en el mercado automovilístico como lo está haciendo, tanto por la expectación que levantan sus coches, sobre todo el Model 3, como por cómo las grandes compañías están sintiendo la presión. Lo mismo ocurre en la carrera espacial con SpaceX. Con esta, Musk ha afirmado que en 2026 estará lista para colonizar Marte, pero ¿ha sido demasiado ambicioso esta vez?
A falta de que explique los detalles pormenorizadamente en un evento que tendrá lugar el 27 de septiembre, cabe decir que no es una promesa que Musk haya comenzado a hacer ahora, sino que lleva años detrás de la idea. Sin duda, la información que dará será vital para analizar la viabilidad real de proyecto con el que el CEO quiere expandir la supervivencia de la especie humana.
Llegar a Marte se antoja el «menor» de los problemas. Es algo que ya se ha conseguido, siendo Curiosity la última sonda en aterrizar en el planeta rojo, en 2011. Pero claro, el reto de esta vez poco tiene que ver con hacer aterrizar una sonda para explorar. El reto es, en primer lugar, llegar, lograr aterrizar y que por el camino los tripulantes no mueran. Después de ello, comenzar el establecimiento de un asentamiento en el que sobrevivir y encender la mecha para una posterior colonización a largo plazo.
La primera parte del plan parece plausible bajo los estándares de las promesas que Musk ha ido haciendo hasta ahora. El Sistema de Transporte Interplanetario, como ahora se llama el Transporte Colonial de Marte debido al incremento de su capacidad, será la unión de la nave con el sistema de lanzamiento necesario para impulsarla. El BFR será la nave reutilizable en la que irá la tripulación y en donde se llevarán las provisiones para la subsistencia. Para lanzarla se necesita,un gran cohete, el BFG, cuya construcción también está siendo planeada.
Otro de los grandes retos es el aterrizaje, debido a las diferencias de atmósfera en Marte y la Tierra, más aún cuando se quieren (son necesarias) transportar 100 toneladas. Aunque todavía no está claro cómo lo harán, se espera que el sistema de aterrizaje sea similar al de SpaceX, pero a una escala mucho mayor. Otro asunto relacionado es el del transporte de los bienes para el abastecimiento, para lo que se usarán los Red Dragon. Para ello, primero pasarán unas pruebas con envíos fantasma, es decir, sin intención de suministrar a nadie.
Menos certeza hay en cuanto a cómo regular el consumo de combustible o cuál usar, aunque están buscando la manera de utilizar uno que pueda producirse allí, como el metano líquido. Del hábitat tampoco se ha hablado, auque sería probable que se pareciera a lo que vemos en The Martian.
En general, a la espera de lo que Musk comente, parece que la fecha puede tener sentido si la tecnología para iniciar un viaje a Marte está totalmente lista para entonces. Lo que parece más complicado es contar con todo lo necesario para la supervivencia en Marte sin viajes rápidos y frecuentes. Viendo cómo han evolucionado los otros proyecto de Musk es probable que las tecnologías estén avanzando a buen ritmo, pero viendo los problemas a los que se enfrenta SpaceX, y viendo lo que cuesta superarlos hasta dar con la clave, parece demasiado ambicioso pensar hoy en colonizar Marte en tan solo 10 años.