Desde la consulta de redes sociales y noticias hasta el uso de herramientas como la cámara de fotos o el despertador. Un sinfín de funcionalidades que hacen que no podamos desprendernos del smarpthone ni un momento. Pero, como cualquier otra herramienta, necesita de cuidados específicos.
Esta semana, un grupo de amigos decidimos quedar para tomar algo por el centro de Madrid. Somos un grupo muy heterogéneo, formado por estudiantes universitarios y trabajadores del sector de la hostelería y de los medios de comunicación. Cada uno tiene sus propias inquietudes, pero todos tenemos algo en común: estamos siempre con el smartphone en la mano.
Hace pocos años, para la inmensa mayoría, era impensable que un dispositivo móvil pudiese convertirse en un instrumento fundamental en nuestras vidas. Como sabemos, en el mismo smartphone disponemos de todas las herramientas indispensables para trabajar, haciéndonos olvidar todos los demás aparatos que poblaban antaño mochilas y bolsillos.
Ahora bien, ¿podemos afirmar que el uso que damos al teléfono móvil es el correcto? Durante la tarde, entre conversaciones, fuimos comentando diversos errores en el uso de los dispositivos. El resultado fue muy claro: no tenemos la misma preocupación por la salud del smartphone que por la de un ordenador, y todo indica que es simplemente porque es un teléfono, y el concepto en torno al mismo, pese al paso de los años, sigue siendo distinto al de otro tipo de dispositivos. Algo poco lógico, ya que, como indica el estudio llevado a cabo por comScore: “2016 U.S. Cross-Platform Future in Focus”, cada vez destinamos más tiempo a los smartphones, mientras el ordenador va perdiendo importancia en nuestras vidas.
Pese a ese cambio en la dinámica a la hora de conectarnos, el cuidado que realizamos al smartphone no es igual para todos los dispositivos. A continuación, señalaremos un listado con los diversos errores y mitos que existen en el uso de teléfonos móviles. Estoy seguro de que todos hemos cometido este tipo de fallos:
- No apagar nunca el dispositivo. Un día se reparte en tres franjas de ocho horas: una para trabajar, otra para disfrutar y la última para dormir. En este caso, con los smartphones sucede lo mismo, ya que no es aconsejable tenerlos encendidos siempre, pues precisan de horas de reposo que se ven reflejadas en la duración de la batería y para reiniciar la actividad del procesador.
- Usar cargadores no oficiales. Por un lado, la complejidad de los cargadores y los diversos voltajes son diferentes entre fabricantes y teléfonos. Además, los cargadores oficiales disponen de medidas de seguridad para evitar sobrecalentamientos o subidas de tensión de la corriente para proteger el dispositivo.
- Dejar el smartphone cargando toda la noche. Tenemos el móvil en la mano durante todo el día, y el único momento en que le dejamos “tranquilo” es cuando dormimos. Es ahí cuando aprovechamos para recargar la batería durante toda la noche, asegurándonos de que la carga sea suficiente para el siguiente día. Es una situación que parece correcta pero que conlleva un daño a largo plazo, ya que dejar el teléfono enchufado cuando está cargado por completo puede terminar dañando la batería.
- No emplear el bloqueo de pantalla. Cuando vas a una sucursal bancaria, ¿cuentas con un código en la tarjeta para evitar robos? Con los smartphones ocurre lo mismo, ya que no utilizar ninguna medida de seguridad o sistema de desbloqueo te deja “desnudo” ante los amigos de lo ajeno, permitiendo que puedan acceder sin ningún tipo de impedimento a toda la información que tienes en el dispositivo, que suele ser muy completa.
- Guardar demasiadas imágenes en la memoria interna. ¿Qué ocurre cuando llenas una botella demasiado? Pues que el agua se sale y perdemos demasiado líquido. Con la memoria de un teléfono ocurre algo similar, ya que todo tiene un límite, y cuando se pasa no deja guardar imágenes y el sistema se ralentiza. Para evitar llegar a estas situaciones, es aconsejable utilizar una tarjeta SD o transferir las imágenes a un disco duro externo o al servicio en la nube.
- No usar ningún sistema antivirus para móviles. Poco a poco, los usuarios se van percatando de que el teléfono móvil es como un pequeño ordenador y que hay que cuidarlo como tal, aunque no termine de quedar claro para casi todo el mundo. De hecho, el móvil no está libre de contener virus y malware, por eso hay numerosos programas para su protección.
- Cargar el teléfono conectando el USB al ordenador. No es lo mismo cargar un terminal con el cable USB conectado a un ordenador que utilizar el cargador. Los puertos USB tienen un amperaje bastante bajo, lo que solamente permite mantener el estado de la carga sin que ésta avance.
Estos pequeños pasos, unidos al sentido común, nos acompañarán durante mucho tiempo para poder hacer fotografías de grandes momentos y compartirlos con los seguidores en redes sociales.