Gracias a la industria de la seguridad, el periodismo de copia y pega se ha vuelto más inteligente.
Internet of Things sirve para ahorrar muchos procesos rutinarios. ¿No tocaba ya automatizar el periodismo? No se rían: esto ya está sucediendo, y seguro que tienen cerca algún servidor en el que se están preparando experimentos secretos.
Sí, de acuerdo, los primeros intentos de periodismo robótico eran bastante risibles. Hay humanos cuya reproducción constante de consignas, rumores sin fundamento y obviedades flagrantes nunca podrá ser imitada.
Sin embargo, algunos de los aspectos más rutinarios de la redacción de noticias, como los resultados financieros, están colonizados por las máquinas. Esta siniestra invención se conoce como insights automatizados. Hasta donde sé, es un éxito. A mí me duelen los ojos a la segunda frase, así que no soy el más indicado para decir si son los humanos o las máquinas los que llevan ventaja en la carrera.
Pero hay un ámbito en el que el sector de la seguridad informática ha creado, inconscientemente, un modelo perfecto de periodismo automatizado. Solo que no se han dado cuenta. Es mejor no decírselo, ya que, en cuanto se enteren de que tienen los cimientos de una tecnología tremendamente disruptiva bajo el trasero, nos quedaremos todos sin trabajo.
El sector de la seguridad informática, según mi experiencia, parece ser el más hostil hacia los periodistas, así que no sé si ha sido por accidente o adrede, pero han descubierto la clave del periodismo automatizado. Deberíamos empezar a monitorizar sus actividades, por si se les ocurre usar su invención con efectos maléficos.
Fíjense en las actividades de los NetScouts, de los detectores de intrusos y de otros monitores de seguridad. A lo mejor les parece que son fantásticos para impedir que agresivos hackers invadan bases de datos privadas y roben información. Yo, sin embargo, creo que los desarrolladores, los matemáticos y los científicos del comportamiento en compañías como Sophos, Bluecoat o Metaflows son diablos con forma humana.
Cuando uno examina la actividad de un sistema de detección de intrusos (IDS), es evidente qué humanos le han servido de modelo. A riesgo de simplificar, estos IDS podrían describirse como sistemas para encontrar anomalías. Contienen un software que es capaz de estudiar los patrones de una red e identificar cualquier actividad inusual (lo que en periodismo llamaríamos «una historia»). Una historia puede ser, por ejemplo, un usuario que muestra un interés desproporcionado en una división específica de la infraestructura informática. Si es alguien que tiene acceso al sistema, cabe pensar que actúa de buena fe, pero si constantemente intenta acceder a la información financiera, podría decirse que es sospechoso.
El software de prevención de intrusos desarrollado por Metaflows es el simulador perfecto de un reportero. Encuentra una historia interesante e informa sobre ella a la «redacción».
La redacción en un sistema de detección de intrusos es también una simulación de un periodista. En este caso, es el trabajo de editor el que sirve de modelo. En la redacción de una red de seguridad, hay otra profesión clásica del periodismo que se ha recreado en forma electrónica. Los sistemas de prevención de intrusos atienden a las solicitudes entrantes, las sopesan y deciden, de acuerdo con su experiencia y sus conocimientos, si tienen cabida. En periodismo, este puesto se conoce, típicamente, como «revisor«, y son personas que han desarrollado un instinto para las historias. Saben detectar con gran precisión si algo suena bien o mal, y si necesita más investigación o relleno.
Pero hay que calcular la importancia de las historias de intrusiones, y la sección prioritaria es la de las intrusiones del día. Estos boletines horarios son los que se publican en pantalla para el público. El lector, normalmente un profesional de la seguridad de redes, verá las noticias horarias y actuará en consecuencia.
Más de un experto en seguridad informática me ha acorralado en el pasado, quejándose sobre las actividades de los periodistas. Y sin embargo, el sector de la seguridad al completo parece recrear una forma de periodismo automatizado en su propio sistema interno. Puede que en el fondo nos admiren, después de todo. La imitación es el mejor halago.
Yo no creo que esa sea la explicación. Es mucho más siniestro. Creo que están intentando crear una modalidad automatizada de periodismo que nos ponga de patitas en la calle.
Quizá, en represalia, los periodistas deberíamos meter mano en la seguridad. Todos los data centres deberían tener un gacetillero fuera, examinando cada paquete de datos antes de que entre en el edificio, en busca de historias. No lo haríamos mucho peor que algunas compañías de seguridad.