La tecnología bluetooth tiene potencial para convertirse en una forma de comunicación muy útil para el hogar conectado del futuro.
Los dispositivos que conformen el hogar conectado tienen que comunicarse entre sí de forma inalámbrica, además de estar online para que el usuario pueda acceder remotamente a la iluminación o la calefacción. Se han propuesto varias tecnologías para facilitar la conexión de los aparatos electrónicos del hogar, pero ninguna parece lo suficientemente satisfactoria como para que el mercado haya despegado. Sin embargo, las mejoras en bluetooth podrían resultar decisivas para este campo.
Entre los protocolos que se han barajado para la automatización del hogar están Z-Wave, que utiliza una tecnología de radiofrecuencia a baja potencia, por debajo del GHz, con lo que no provoca interferencias con WiFi ni con bluetooth. Otra de las opciones que se ha venido barajando para unir los diferentes puntos en una plataforma de domótica es ZigBee. Este conjunto de protocolos también es de bajo consumo y utiliza distintas frecuencias según la región del planeta donde se use, aunque la más popular es la de 2,4 GHz.
Ambas tecnologías cumplen con la función de conectar los dispositivos electrónicos que puede haber en un hogar, sin embargo, el bluetooth tiene algunas ventajas respecto a estos protocolos para vertebrar el hogar conectado. Especialmente ahora, cuando la nueva versión, bluetooth smart, está preparada para un bajo consumo, algo imprescindible para poner en comunicación determinadas partes de la casa, como el cierre de una puerta.
La principal ventaja que tiene respecto a tecnologías como ZigBee o Z-Wave es que está instalado en millones de dispositivos a estas alturas. Cualquier smartphone o tableta tienen conectividad bluetooth, así como muchos portátiles y otros dispositivos electrónicos. El Bluetooth Special Interest Group, la asociación que regula el desarrollo del bluetooth, calcula que cada año se venden unos 3.000 millones de productos que incluyen esta tecnología. Todo lo contrario que los anteriores protocolos, cuya presencia es muy limitada.
De esta manera, es significativamente más sencillo controlar un hogar conectado desde una tableta con bluetooth, sin necesidad de puentear, lo que encarece la tecnología y por ende los dispositivos. Y es que el precio puede resultar un factor determinante, sobre todo cuando son varios los aparatos electrónicos que hay que conectar en un solo hogar.
A la hora de comunicar órdenes el bluetooth también destaca. Es más rápido que sus competidores, pues no se tiene que conectar a ningún hub que procese y reenvíe la comunicación. Si un usuario indica que las luces bajen de intensidad desde su móvil, estas lo harán en el acto, sin ningún tipo de latencia.
Todo esto no quita para que aún queden algunas asperezas que limar. Algunas de las capacidades del bluetooth tienen que estandarizarse y la versión bluetooth smart no funciona con las más antiguas. Ni que decir tiene, el puente será inevitable cuando se intente acceder a la domótica de la casa remotamente. Se necesitará utilizar WiFi para conectar los dispositivos a Internet.
Imágenes: baldbrad y code of the new