La Unión Energética se ha llevado grandes titulares debido a las grandes metas que quiere alcanzar. Sin embargo, existen otras vías, con avances en diversos campos, por las que quizás sea posible obtener resultados similares.
Todos recordamos exactamente qué es lo que estábamos haciendo cuando tuvieron lugar eventos transcendentales. Durante el último eclipse solar, yo estaba inocentemente observándolo en el momento en que nacía el nuevo Marco Estratégico para la Unión Energética. Fue como poner al sistema solar y la galaxia en su justo lugar correcto.
Así pues, tan pronto como alguien mencionó un nuevo marco político de la EU, volví rápidamente a casa para buscar más información en internet.
Curiosamente, el tema de la Unión Energética no fue trending topic en Twitter. Todo el mundo parecía estar más concentrado en otros eventos como la armonización entre la luna y sol. No hay mucho que podamos hacer sobre el movimiento del sol y la luna pero sí sobre nuestros recursos naturales, y es completamente necesario que dejemos de despilfarrarlos.
A menos que consigamos crear un eficiente mercado interno inteligente para la energía, la UE cree, que los Estados miembros podríamos llegar a perder hasta 590 mil millones de euros. Ninguno de nosotros – incluso los más euroescépticos aislacionistas – quiere esto. Pero tampoco queremos perdernos en un documento del programa marco de la Comisión Europea, con cientos de páginas y que hace parecer cualquier acuerdo de licencia de un programa de software un juego de niños.
Para salvarte de este sufrimiento, estoy dispuesto a recibir acusaciones por una sobre simplificación del nuevo Marco Estratégico para la Unión Energética.
La UE necesita un mercado energético interno mucho más eficiente. Los desafíos es que cada una de las múltiples variables multiplica la complejidad de la tarea. Existen una gran variedad de proveedores, una enorme variedad de técnicas para producir electricidad además de una gran pérdida de uniformidad y fiabilidad en los plazos de la producción energética.
Si estas condiciones no fueran suficientes para crear un gigantesco sistema eléctrico complejo, existe además una interminable variedad de consumidores (industria y particulares) en cada uno de los estados de la UE. Existe, además, un interés extra, ya que el flujo de energía no sigue necesariamente las reglas de mercado. La energía creada en exceso en algunas áreas no se mueve a través de las fronteras europeas, para suplir el exceso de demanda de vecinas naciones.
De esta manera, la creación de un mercado energético interno, no va a ser nada fácil. La distribución de la energía nunca lo es- especialmente a lo largo de un territorio tan amplio y geopolíticamente diverso.
¿Cómo vamos a crear entonces el necesario sistema energético buscado, bajo en emisiones de carbono, y que además sea flexible y económicamente viable? La UE dice que quiere “un sistema energético que sea robusto ante riesgos geopolíticos, la inestabilidad de los precios de los carburantes y la cada vez más acuciante crisis climática”.
Para lograrlo, vamos a necesitar muchos remiendos y sistemas de integración. Vamos a necesitar también un Internet de las Cosas (IoT) a escala industrial. ¿Pero, es este un caso de cambios a gran escala en la infraestructura?
En asuntos como estos, siempre es interesante ver que dicen los grandes proveedores del sector con años de experiencia.
General Electric (GE) se convirtió en la gran empresa que es hoy en día, gracias a una fuente de ingresos sólidamente fiable como la electricidad, el petróleo, el gas, la aviación, la salud y el transporte. Hoy en día, todavía lo hace, habiendo sobrevivido en una industria altamente competitiva desde que su fundador, Thomas Alva Edison, se le “encendiera la bombilla” por primera vez. Así que GE debe haber estado haciendo algo bien.
A día de hoy, su división de software (GE Software) ha cambiado, con buen ojo, todos sus ya de por si bien establecidos, procesos productivos para obtener más dinero de las infraestructuras instaladas.
El plan para recortar las pérdidas e incrementar la productividad se ha basado en la obtención de valiosa información desde cada uno de los instrumentos instalados en cada industria – los oleoductos, las turbinas de aire y los motores a reacción – y eliminar cualquier problema tan pronto como surge. Por ejemplo, existen más de 5.000 variables en un motor a reacción que pueden ser monitorizadas y gestionadas gracias al software de GE.
Durante dos años, GE Software ha estado desarrollando aplicaciones enfocadas en la creación de su propio sistema, Predix, que puede a su vez ser usado por otras divisiones de la empresa. GE Energy, por ejemplo, ha utilizado el sistema para afinar sus procesos y obtener un incremento del cinco por ciento en la producción de energía en los campos de molinos de viento. Este hito lo consiguió gracias a una recolección inteligente de patrones climáticos, de flujos de electricidad así como a uso óptimo de las propias turbinas. Pequeñas mejoras en la productividad que se traducen en inmensos beneficios financieros, como consecuencia del simple tamaño de cualquier cadena de suministro.
Así pues, no son los grandes acontecimientos los que ayudan a la industria a progresar. Cada pequeña victoria cuenta, como lograr sacar el máximo partido a los recursos existentes. Pequeñas micro-innovaciones, que no reciben tantos titulares, son clave, ya que en conjunto son de suma importancia.