¿Cómo podemos ver los colores?

No todos los seres vivos pueden ver los colores de la misma manera. Nuestro sentido de la vista es fruto de una compleja evolución biológica.

Un atardecer en la playa. El arcoiris que aparece después de una tormenta. Espectaculares paisajes que no serían lo mismo sin nuestro extraordinario sentido de la vista.

Nuestra habilidad es única, tan especial como fruto de una evolución compleja y sofisticada. No todos los organismos vivos pueden ver los colores como podemos hacerlo los seres humanos.

Han hecho falta 90 millones de años y más de 5.000 posibles rutas evolutivas para que podamos desarrollar el extraordinario sentido de la vista que poseemos. Un reciente estudio, publicado en la revista PLoS Genetics, muestra el camino recorrido para lograr ver los colores como podemos hacerlo.

ver los colores

¿Cómo trabaja esta increíble maquinaria de visión? Las moléculas encargadas de que podamos ver los colores se denominan opsinas. Estas proteínas se encuentran en las retinas de los mamíferos, y son las responsables de que seamos capaces de percibir la luz y los colores.

¿Cómo funcionan? Las opsinas se encuentran unidas a un cromóforo, un tipo de molécula o parte de una molécula responsable del color de la misma. Si una molécula es capaz de absorber ciertas longitudes de onda de luz visible, para después transmitir o reflejarla a otras diferentes, diremos que produce color.

El cromóforo unido a nuestras opsinas se denomina retinal. Cuando esta molécula es excitada por la luz, es capaz de cambiar su configuración química, lo que a su vez provoca la activación de la opsina. En otras palabras, el cromóforo funcionaría como si fuera una mano que enciende el interruptor de la luz que tenemos en nuestra retina.

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El estudio publicado ahora indaga en los cambios genéticos que tuvieron que ocurrir para que, a día de hoy, seamos capaces de ver los colores de una manera tan increíble.

Hoy en día sabemos que existen cinco clases de genes de opsinas, encargados de nuestra visión en colores. Hace 90 millones de años, sin embargo, nuestros antepasados sólo podían percibir la luz ultravioleta y la luz rojiza.

A pesar de que las mutaciones (cambios en el ADN) ocurrieron completamente al azar, los científicos han descrito cinco cambios genéticos como fundamentales para llegar a la visión en color humana.

Echando la vista atrás, los investigadores vieron que hace 90 millones de años nuestra visión era bicromática. Hace 30 millones de años, las mutaciones genéticas que se produjeron fueron suficientes para que nuestros ancestros pudieran ver en el espectro de luz visible.

Este estudio también ha permitido comprobar cómo el pez conocido como «sable negro» (Aphanopus carbo) necesitó sólo de un cambio genético para pasar de ver la luz ultravioleta a percibir la luz azul.

En el caso de los humanos, nuestra visión es muy similar a la que presentan los gorilas o chimpancés. Como vemos, la maquinaria biológica que nos permite ver los colores es extraordinaria. Vale la pena recordarlo cuando nos sentemos a contemplar un atardecer o un arcoiris.

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