Basada en las técnicas de cultivo de la agricultura hidropónica, esta granja urbana autosuficiente aprovecha hasta el último m² de su superficie para producir alimentos frescos de forma regular
El concepto de granja urbana empieza a consolidarse como una alternativa sostenible más allá de los límites tradicionales del campo. Todo un desafío con el que se pretende reducir el impacto real de la huella y el coste ecológico del proceso empleado para proveer determinadas zonas urbanas con alimentos frescos procedentes del campo. En este aspecto, la limitación del espacio es un hándicap insalvable que limita la producción regular de alimentos. Sin embargo, una empresa danesa está desarrollando un innovador concepto de huerto urbano que puede producir hasta 6 toneladas de alimentos orgánicos, en tan solo 163 m² de superficie.
Copenhague ha sido la ciudad elegida por sus creadores para instalar su granja piloto, con la vista puesta en dar a conocer el potencial de Impact farm para cultivar todo tipo de verduras, hierbas y frutales, a partir de técnicas de agricultura hidropónica. Este método de cultivo alternativo al tradicional, sustituye el suelo agrícola por una solución nutritiva equilibrada disuelta en agua que contiene todos los minerales esenciales para el desarrollo de las plantas. De esta forma se garantiza el desarrollo de todo tipo de alimentos orgánicos en espacios muy reducidos, utilizando un medio inerte como sustrato integrado normalmante por arena lavada, grava o perlita, entre otros.
Con un área de producción de 163 metros² repartidos en dos niveles superpuestos y una estructura traslúcida integrada por madera y policarbonato, se ha conseguido optimizar hasta el último m³ del volumen disponible, combinando la tecnología de la agricultura hidropónica y un sistema de desarrollos vegetales verticales. Además, es completamente autónoma ya que la energía necesaria para el funcionamiento del sistema de riego, iluminación y calor, se obtiene de los paneles solares integrados en la propia cubierta de la granja.
Impact farm está especialmente diseñada para satisfacer las demandas de aquellas comunidades que quieran producir sus propios alimentos frescos dentro de la ciudad. Mikkel Kjaer y Ronnie Markussen, los creadores del proyecto, aseguran que esta instalación es una oportunidad de negocio que puede cubrir la creciente demanda de productos frescos y de calidad a pequeños negocios y a comunidades de ciertas zonas urbanas.
Entre las principales ventajas de Impact farm destaca su versatilidad y facilidad para ser transportada y montada en cualquier lugar. Además, al ser autosuficiente no requiere de ningún tipo de instalación ni acometida especial para su funcionamiento, lo que la hace especialmente interesante para su instalación en azoteas de edificios o solares vacíos de la ciudad. Desde su estudio de diseño Urban Habitat, los autores de Impact farm aseguran que una vez desembalada en el emplazamiento, en 10 días puede quedar lista para producir una media de 3 a 6 toneladas de productos orgánicos al año.
Los daneses confían en el potencial de esta granja urbana para captar posibles inversores de otros países interesados en exportar el proyecto a otras ciudades del mundo, pero también vislumbran posibilidades como fuente de abastecimiento de alimentos en situaciones de crisis humanitaria por desastres naturales o de hambruna. En aras a diversificar su campo de aplicación, están desarrollando una nueva línea adaptada para el autoabastecimiento de productos frescos durante todo el año en restaurantes y escuelas.
Imágenes | vía Human Habitat