¿Cómo reducir el gasto energético en tu cocina?

Sí, pese a lo que solemos creer, es posible [reducir el gasto energético para ahorrar](https://blogthinkbig.com/descubre-como-independizarte-y-respetar-el-medio-ambiente) en nuestra cocina. ¿Cómo? Esencialmente, controlando el uso de los electrodomésticos de esta estancia de la casa.

Algunos de los aparatos que más gasto consumen en un hogar son: el frigorífico, el horno o el microondas. Todos ellos se encuentran en el mismo sitio. Además, su funcionamiento aumenta la temperatura del ambiente, y esto, por ejemplo, obliga al frigorífico a gastar más electricidad.

Asimismo, en la cocina es donde más agua utilizamos, ya sea por el propio cocinado, como por el uso del lavavajillas o la lavadora. Por todo esto, si queremos ahorrar y respetar el medioambiente, es fundamental dedicar unos minutos a pensar cómo podemos reducir el gasto de energía en esta parte de nuestra casa.

Aunque parezca una tarea complicada, ahorrar en agua y luz puede resultar sencillo, siempre que nos fijemos en tres puntos: el uso de los electrodomésticos, el consumo en el cocinado y la temperatura ambiente.

Los electrodomésticos tienen un elevado gasto energético

Básicamente, el mayor derroche de energía es provocado por el uso de este tipo de aparatos. A pesar de que nos solucionan la vida (¿qué haríamos sin un congelador para guardar los tuppers de nuestras familias?), son un grave problema para el medioambiente.

Si conseguimos reducir su uso, disminuiremos, a su vez, el consumo energético global de nuestra casa. Para poder hacernos a una idea de lo que conllevan, cabe destacar que solo entre la nevera y la lavadora se supera más del 50% del consumo medio anual de un hogar.

En caso de que los electrodomésticos sean antiguos, siempre que sea posible, es una buena idea cambiarlos por unos más nuevos. Los modernos gastan entre un 20% y un 40% menos que los que tienen más de 10 años de vida.

Cocinar y respetar el medioambiente

Qué maravilloso es cocinar, siempre que te guste, y ser respetuoso con el entorno al mismo tiempo. Si tienes la opción, es preferible el gas frente a la electricidad, pues es mucho más eficiente.

Si, por el contrario, decides poner vitrocerámica, o no te queda otra, las placas de inducción consumen un 20% menos de electricidad que las convencionales.

Asimismo, si necesitas calentar algo a mayor temperatura de lo que se consigue en una sartén o en una olla, siempre es mejor utilizar el microondas. Puesto que el horno es la opción más costosa.

Sin embargo, si tienes que encender el horno, el consejo es que aproveches a preparar otros platos o comidas. Recuerda que casi todo lo que cocines se puede congelar para comerlo otro día e, incluso, semanas después.

El agua, como la comida, no se tira

No hace falta mencionarlo, pero uno de los derroches más habituales en la cocina se produce al dejar el grifo abierto cuando vamos a fregar los platos o a rellenar un vaso de agua, por ejemplo. A pesar de que las tres cuartas partes del planeta son agua, hay países, como Sudáfrica, que podrían sufrir algo catastrófico: quedarse sin agua.

Quizá no seamos conscientes de ello, pero la situación global es delicada. Si quieres saber más sobre el tema, el documental Explained de Netflix narra la crisis del agua que está sufriendo el planeta.

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