Uno de los motivos por los que nos cuesta comprar online es la seguridad. ¿El producto estará en buen estado? ¿Lo recibiré a tiempo? ¿Será muy caro? ¿Y si algo va mal? Por suerte, cada día las compras son más seguras.
Comprar por internet es cómodo, puedes hacerlo en pijama desde la comodidad del sofá, recibes el pedido en casa o te permiten ir a por él en un punto de entrega. Además no hay límite de horario, por lo que es posible comprar a primera hora de la mañana o a última hora de la noche, antes de irte a dormir.
Adquirir un producto online es cada vez más frecuente. Tanto es así que los principales comercios y cadenas comerciales cuentan con su propio servicio de compra por internet y entrega a domicilio.
Pero hay a quien no le acaba de convencer porque considera que no se pueden hacer compras seguras a través de internet. Básicamente no se siente seguro si no está físicamente en un local viendo y tocando el producto y realizando la transacción con un dependiente de carne y hueso.
Con unas sencillas precauciones podrás vencer a esta desconfianza y lograr que tu compra online sea lo más segura posible. Basta con fijarte en ciertos detalles y ser cauto.
¿La conexión es segura?
Primer detalle en el que hay que fijarse al entrar a una tienda online. ¿La conexión es segura? Si no lo es, los datos que facilites como usuario y tus datos de compra no estarán cifrados, por lo que no es muy recomendable comprar ahí.
Para saber si una tienda es segura, tienes que fijarte en que la dirección o URL empieza por HTTPS en vez de HTTP. En ese caso aparece un candado en la esquina izquierda de la barra de navegación.
Dependiendo del navegador, al pulsar en el candado verás un mensaje indicando que la conexión es segura o está cifrada y que ha sido verificada por cierta entidad, como una empresa antivirus o de seguridad.
¿Puedo hablar con el encargado?
Cuando entras en una tienda física, normalmente hay un dependiente que te atiende si lo necesitas. ¿Y en una tienda online?
Normalmente en una tienda o comercio online no es necesaria la presencia de alguien que te guíe, pues la página está diseñada para que encuentres lo que buscas sin problemas.
Aún así, antes de comprar nada deberías asegurarte que si algo sale mal, puedas contactar con alguien. Las tiendas más modernas cuentan con un asistente online, normalmente un chatbot, a quien puedes transmitir tus dudas por escrito.
Lo habitual es que encuentres una dirección de correo electrónico, un número de teléfono de atención al cliente o incluso cuentas de Twitter o Facebook, desde donde contactar con alguien para resolver tus dudas.
Estos datos puedes encontrarlos o en la parte superior de la página o en la parte inferior. Depende del diseño de cada tienda online. En ocasiones está en una página adicional llamada Contacto, Atención al cliente o una combinación similar.
¿Dónde están realmente?
Para los más desconfiados o para los más precavidos, según se mire, además de saber cómo contactar con un comercio online, es útil saber si tienen una oficina a donde desplazarnos como último recurso si tuviéramos un problema.
Toda precaución es poca, y en algunos casos una tienda online facilita un número y dirección de email de contacto pero no una dirección física a donde dirigirte.
Tarifas y políticas de envío
Uno de los aspectos que más desconfianza generan de las compras online es el coste de recibir un paquete a domicilio y cuánto tiempo tardará en llegar.
Asegúrate que la tienda en cuestión tiene una sección dedicada a explicarte cuánto te costará el envío del paquete (y si es gratis a partir de cierta cantidad de compra), el tiempo que tardarás en recibirlo y, si es posible, con qué empresa de mensajería operan.
Esto último es opcional y depende de la confianza que tengas a una u otra compañía de paquetería.
Métodos de pago
Otro aspecto que tira para atrás al comprar por internet. ¿De qué maneras puedo pagar por la compra? ¿Aceptan envíos contrarrembolso? ¿Además de pago con tarjeta admiten ingresos en cuenta? ¿Y PayPal?
Normalmente, el pago con tarjeta es seguro y la mayoría de bancos incluyen servicios de seguridad relacionados con las compras online. En caso que haya un problema, te ofrecen asistencia. Incluso algunos bancos ofrecen tarjetas pensadas solamente para comprar online.
Otra manera de tomar precauciones en el pago es usar PayPal o un sistema similar, que permite recuperar el dinero si la compra no se ha efectuado correctamente.
Política de devoluciones
Si todo va bien, perfecto. Pero si algo sale mal, ¿la tienda online me devolverá el dinero? ¿Podré devolverles el producto? ¿De cuánto tiempo dispongo?
Para evitar problemas posteriores, es conveniente buscar en la página donde vas a adquirir un producto un apartado donde explique su política de devoluciones, qué tienes que hacer exactamente en ese caso, en qué circunstancias admiten devolución y en cuales no…
¿A quién estoy comprando realmente?
Aunque lo habitual es que un comercio online sea quien te está vendiendo un producto, hay muchos casos en los que la página en la que te encuentras, además de ofrecer sus propias compras, sirven de aparador para otros vendedores.
En esos casos deberías fijarte en la ficha del producto en si indica el nombre del vendedor, si tiene ficha propia con información sobre su fiabilidad y/o opiniones de otros compradores.
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