Históricamente han sido pocas las investigaciones sobre la comunicación en las plantas. Un nuevo estudio parece confirmar un tipo de comunicación primitivo entre especies de plantas
En los años 60 el científico Cleve Backster trató de demostrar la existencia de un sistema nervioso en las plantas. A partir de los resultados de sus experimentos, el científico aseguraba que las plantas eran capaces de reaccionar al dolor y al estrés. Retomando esos resultados, acaban de publicarse las conclusiones de otro estudio que ha llevado más de tres años y que permite asegurar a sus investigadores que, al menos algunos tipos de plantas, disponen de un sistema de comunicación entre ellas que se activa cuando se encuentran en peligro.
Un primitivo sistema de comunicación entre especies de plantas distintas
Según el profesor e investigador Jim Westwood de la College of Agriculture and Life Science de la Virginia Tech, las plantas tienen un sistema de comunicación a nivel molecular nunca visto hasta ahora. En la agricultura podría tener importantes aplicaciones en un futuro, como por ejemplo, en el desarrollo de nuevos productos para combatir plagas de insectos o malas hierbas.
“El descubrimiento de esta forma primitiva de comunicación entre especies de plantas muestra que está ocurriendo mucho más de lo que nos podíamos imaginar” indica Westwood. “Ahora que hemos descubierto que comparten toda esta información, la siguiente pregunta es saber qué es lo que se están diciéndose”.
En los experimentos, Westwood estudió la relación que se produce cuando una planta parasitaria, la Cuscuta Pentagona, ataca a otras plantas huéspedes, Arabidopsis y tomatera, para robarle los nutrientes. En unos estudios previos, Westwood ya había descubierto que se produce un transporte bidireccional de ARN con miles de secuencias de moléculas compartidas entre ambos.
Intercambio de información genética
En un principio se podría esperar en todo caso que la planta parasitaria, al tiempo que roba nutrientes y humedad, pudiera aprovechar para robar información de tipo ARN. Sin embargo lo que se encontraron fue que en ambos sentidos se desprendía ARN. Esto hace que los investigadores se pregunten cuál es el motivo por el que la planta parasitaria tendría la necesidad de desprenderse de ARN dirigido hacia la planta huésped.
En este nuevo estudio, Westwood ha descubierto que existe además un intercambio de miles de moléculas de ARN mensajero (ARNm), es decir, del ARN que contiene la información genética y que determina el orden en que se unirán los aminoácidos de una proteína. Hasta la fecha se pensaba que el ARNm era demasiado frágil como para transportarse entre especies.
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En un principio, este intercambio de ARNm podría ser debido a que la planta parasitaria está enviando información a la planta huésped para que baje sus defensas. El siguiente objetivo de Westwood sería verificar esta hipótesis.
Además, si se consigue observar este mismo tipo de comportamiento entre otras especies parasitarias que causan grandes estragos en campos agrícolas, se podrían preparar nuevos productos que ataquen a estas plagas. Se podría dar un nuevo enfoque a los productos fungicidas basado en este intercambio de ARNm. Como el propio Westwood indica, las implicaciones y futuras aplicaciones de la comunicación entre especies de plantas son fascinantes para el futuro de la producción agrícola. Con estudios como este se demuestra una vez más que el futuro pasa por comprender mejor la naturaleza para aprovechar de una manera eficiente y ecológica todo lo que nos ofrece.
Imagenes | Joshue Mayer y Boobbook48