Todo padre se preocupa por la seguridad y bienestar de su hijo en casa, en la calle y en la escuela. Y, cómo no, también en Internet. ¿Qué decisiones y precauciones tomar?
No hay nada que nos dé más miedo que lo que desconocemos. Es una medida de seguridad que nos ha funcionado como seres humanos toda la vida, ser precavidos y cautos, y tiene una fácil solución: familiarizarnos con ello.
Prácticamente todos usamos Internet, en todas las edades, y aunque estemos ocho horas o más delante de una pantalla en una oficina conectados a la red, es probable que desconozcamos muchas cosas que para nuestros hijos o menores a cargo es muy familiar.
A todo ello hay que añadir toda la literatura, artículos, reportajes e informaciones alarmantes en medios de comunicación sobre peligros, estafas, engaños y crímenes entorno a Internet que no hacen más que confundir y asustar.
En Internet hay que tomar precauciones como en cualquier ámbito de nuestra vida. Ni más ni menos. No se trata ni de ser inconscientes ni de ser excesivamente cautos. Por suerte contamos con guías de Internet para padres que ofrecen un poco de luz.
De guías sobre Internet para padres las hay a montones. Hay muchas organizaciones y proyectos, sin ánimo de lucro, enfocados a dar unas pautas que usemos Internet sin miedo y con unas mínimas precauciones y hagamos lo propio como padres.
En este artículo nos vamos a centrar en una en particular, ConnectSafely.
Desde el epicentro de Internet
¿Qué hace de ConnectSafely una organización sin ánimo de lucro a tener en cuenta? En primer lugar, está radicada en Silicon Valley (California), donde encontramos las sedes de los principales gigantes de Internet, como Google, Facebook, Apple o Microsoft.
Su propósito es educar en la seguridad y privacidad de quienes usamos tecnología e Internet, en especial para padres e hijos.
Además, son los embajadores en Estados Unidos del proyecto Safer Internet Day, que se celebra una vez al año y que quiere concienciar a todos sobre buenas prácticas para que Internet siga siendo una gran herramienta y medio de comunicación.
Entre otras cosas, ConnectSafely publica artículos con consejos, pautas y trucos para mejorar nuestra experiencia en Internet y en el manejo de dispositivos móviles, como padres y para nuestros hijos y menores a cargo.
Consejos sobre Internet para padres
En la página oficial de ConnectSafely encontraremos guías para padres sobre distintos temas relevantes, algunos específicos para Estados Unidos, y otros más globales.
Veamos cuáles son los consejos más relevantes sobre el uso de Internet para padres e hijos.
Sobre Instagram (redes sociales)
Oficialmente, la edad mínima de acceso a Instagram es 13 años, si bien no pregunta específicamente la edad de los usuarios al darse de alta. En cualquier caso, si se reporta que una cuenta corresponde a un menor de esa edad, Instagram puede cancelarla.
Los principales peligros de Instagram para los menores son los habituales en otras redes sociales (Facebook, etc.), como contenido inapropiado (vídeos y fotografías), comentarios hirientes o peyorativos o la interacción con desconocidos.
Una medida de precaución, tanto para menores como para cualquier adulto, es configurar el perfil como privado, sólo visible para nuestros contactos aprobados.
Por lo demás, sentido común: pensar bien qué imágenes compartimos para controlar nuestra privacidad, no compartirlo todo, respetar la privacidad de los demás, vigilar si compartimos o no nuestra localización…
Si alguien nos etiqueta sin permiso podemos desetiquetarnos. También podemos bloquear a usuarios que son maleducados o molestos, eliminar publicaciones si vemos que son inapropiadas y denunciar a Instagram si un contenido de otro usuario es inapropiado.
Sobre Snapchat (mensajería instantánea)
ConnectSafely da unas pautas sobre el buen uso de Snapchat, si bien son aplicables también a otras aplicaciones de mensajería, como Facebook Messenger, WhatsApp, etc.
En primer lugar, hay que vigilar qué información personal aportamos, tanto en nuestro perfil de usuario como al hablar con desconocidos.
También hay que ser precavidos con qué contenido compartimos, en cuanto a fotografías y vídeos. Si bien son privados, pueden ser guardados y/o compartidos.
Obviamente, hay que mantener unas reglas de respeto y cortesía similares a las del cara a cara. Y en caso de encontrarnos con un usuario molesto o irrespetuoso, podemos bloquearlo y, en casos extremos, denunciar a ese usuario directamente a Snapchat.
Sobre ciberseguridad
Estos consejos van pensados específicamente a padres, si bien pueden aplicarse a cualquier adulto usuario de Internet.
Cuidado dónde pulsas o haces clic. En otros artículos hemos visto cómo los virus y malware se esconden detrás de falsos enlaces o archivos adjuntos a correos electrónicos.
Debemos asegurarnos que el enlace es de fiar o que el mensaje es de un remitente conocido.
Por otro lado, no debemos facilitar información personal o relevante (cuenta bancaria, tarjeta de crédito, usuario de banca online, teléfono o dirección) fuera de la aplicación o página oficiales.
Usar una contraseña para cada servicio, diferentes entre sí. Así, si alguien descubre una de ellas, las demás seguirán siendo seguras.
Actualizar nuestros programas de ordenador, aplicaciones móviles y el sistema operativo. Las actualizaciones corrigen vulnerabilidades y errores que se pueden aprovechar para infectar nuestros dispositivos o extraer información sin permiso.
No caer en las notificas falsas y, muchos menos, propagarlas. Con anterioridad he hablado del tema en Blogthinkbig.com dando consejos sobre cómo detectar noticias falsas.
Otras pautas para usar Internet más seguros como padres es comprar en tiendas seguras (que usen HTTPS y que tengan una dirección física e información de contacto donde poder acudir en caso de problemas) y conectarnos a redes Wi-Fi seguras.
En cuanto a las precauciones sobre seguridad en Internet para nuestros hijos o menores a cargo, conviene hablarles sobre el tema cada cierto tiempo, que sean precavidos (sin ser paranoicos), no compartir contraseñas, no acceder a páginas de dudosa reputación, bloquear usuarios molestos o ignorar comentarios hirientes o descorteses, vigilar qué contenido descargan y si es de fuentes fiables, activar el bloqueo de pantalla en dispositivos móviles por si lo pierden o son víctimas de un robo, etc.
En resumen, no se trata de meterles miedo en el cuerpo, simplemente darles pautas y conocimiento para que tomen decisiones por su cuenta, de la misma manera que hacemos cuando están en la escuela, en la calle o con sus amigos.
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