Y todavían quedan 6 semanas para acabar el año.
Países relativamente grandes como España aún están muy lejos de poder alimentarse energéticamente con energías renovables, pero otros más pequeños siguen dando ejemplo en cuanto a respeto al medio ambiente y en cuanto a eficiencia energética. Es el caso de Costa Rica, que durante el último año ha logrado potenciarse únicamente con energías limpias un total de 300 días, cifras que sorprenden, pues aún quedan varias semanas para la llegada del nuevo año.
Para conseguir tal hito, que puede superarse a lo largo de lo que queda de noviembre y diciembre, han empleado mayoritariamente energía hidroeléctrica, eólica, geotérmica y solar. El reparto no es nada gradual, pues sólo la hidroeléctrica genera casi el 80% de todas las necesidades del país, que recibe el 99,62% de energías renovables. Las otras energías mencionadas suponen un 10% aproxiamandamente de forma individual, menos la solar, que aporta menos del 1%.
El historial del país en este sentido es bastante rico, y no se puede hablar de casualidad. Hace una década se aprobó un plan para dejar de depender totalmente del carbón en 2021, y teniendo en cuenta el ritmo al que van parece que es un objetivo muy factible. Además, en junio de este año, el gobierno de Costa Rica anunció otro plan para convertirse en el primer país en eliminar el uso de plástico de un sólo uso (usar y tirar) a nivel mundial.
Está claro que, como decíamos al comienzo, que sean países pequeños los que toman estas iniciativas son hechos relativamente fáciles de entender, mientras que que naciones gigantescas como Rusia o Estados Unidos lo logren es sumamente complicado, incluso cuando la producción de energía es alta. El principal problema sigue siendo que la energía no se puede almacenar de forma barata.
Es así como se entiende que un país como España, que tiene tantas horas de sol al año, no pueda vivir de ellas. En momentos de mucha insolación es posible, pero cuando llegan temporales o épocas con menos luz solar se hace imposible. A ello se suma, por supuesto, que políticamente tampoco hay intereses como los que impulsan al gobierno de Costa Rica.
