Dentro de la crisis de IA de Apple: ¿qué ha pasado? ¿Es demasiado tarde? ¿Qué podemos esperar de la compañía?

Pese a ser de las tecnológicas más importantes del mundo y de estar a la vanguardia en innovación, Apple no ha logrado posicionarse como un verdadero peso pesado de la inteligencia artificial generativa. Si bien la firma de Cupertino lleva años implementando IA en sus dispositivos y sistemas operativos —la fotografía computacional del iPhone, por ejemplo—, le está costando hacer pie en un mundo tomado por asalto por las aplicaciones impulsadas por modelos de lenguaje generativos, como los chatbots y las herramientas de creación de fotos y vídeos.

La aparición en escena de ChatGPT a finales de 2022 cambió el escenario tecnológico de forma trascendental. La plataforma de OpenAI fue la primera que bajó todo el poder de la inteligencia artificial, una tecnología sobre la que hasta entonces se hablaba mucho, pero que el común de las personas no llegaba a entender del todo, al nivel más terrenal posible. Esto abrió la puerta a un sinfín de posibilidades y dio inicio a una carrera desbocada que sigue en curso en la actualidad.

OpenAI lideró (y lidera) una avanzada que ha sumado nombres megaconocidos del sector como Google, Amazon, Microsoft, Meta o Alibaba. Pero que también ha dado lugar a firmas todavía jóvenes que ya pisan fuerte; por ejemplo, Anthropic y Perplexity, por solo nombrar un par. ¿Y Apple? Los de Cupertino permanecieron indiferentes ante lo que en un principio creían una moda pasajera, y les ha costado bastante caro.

La inteligencia artificial generativa evolucionó a un ritmo feroz en los últimos dos años y medio. Los chatbots ya no solo procesan y generan texto, sino que se han vuelto multimodales y con capacidades de “razonamiento”. Tenemos agentes que pueden programar aplicaciones desde cero y con nula o mínima intervención humana. Y la creación de contenidos audiovisuales desafía a diario nuestra capacidad de discernir qué es real y qué no lo es.

Cómo Apple quedó relegada en la carrera de la inteligencia artificial generativa

Por supuesto que esto es solo una mínima fracción de lo que la inteligencia artificial y los grandes modelos de lenguaje pueden hacer, sin meternos en ámbitos que también se están viendo revolucionados como la ciencia y la medicina, o la predicción y prevención de desastres naturales. Avances en los que Apple se ha mantenido mayormente al margen.

Que Apple haya quedado tan relegada en el campo de la inteligencia artificial generativa es motivo de asombro, y con razón. Si nos circunscribimos a este ámbito, la compañía fue pionera en la integración de un chatbot con el que los usuarios pudiesen interactuar usando lenguaje natural: Siri.

Esa tecnología no se creó desde cero en Cupertino, pero su implementación en el iPhone con iOS 5 en 2011 fue toda una novedad. De hecho, sus principales rivales aparecieron varios años después. Cortana y Alexa, de Microsoft y Amazon, debutaron en 2014, mientras que el Asistente de Google lo hizo recién en 2016.

Pero Apple no aprovechó aquella ventaja inicial y Siri permaneció durante muchos años sin recibir mejoras que en verdad explotaran su capacidad. De hecho, el asistente virtual de la manzana se convirtió en blanco de críticas por no ser realmente útil a pesar de su expansión al resto de los sistemas operativos de la compañía.

Esto no quiere decir que Apple se quedara de brazos cruzados mientras las demás tecnológicas invertían en inteligencia artificial. En 2018, por ejemplo, contrató a John Giannandrea para que lidere el área de IA y aprendizaje automático. El ejecutivo llegó desde Google, donde comandó los primeros esfuerzos de la empresa con dicha tecnología, en un fichaje bastante resonado para la época.

Sin embargo, también habría sido el propio Giannandrea quien en 2022 habría desestimado el impacto que tendrían los chatbots como ChatGPT. El susodicho habría considerado que ese tipo de implementaciones no agregaban valor y que su éxito sería pasajero. Una actitud que a la vuelta de los años le habría costado caro a la empresa.

La atención dividida en varios frentes

También es una realidad que durante años Apple le dedicó gran cantidad de tiempo y recursos a otras propuestas de software y hardware. Una de ellas fue la del Apple Vision Pro, el “ordenador espacial” con el que aspira a ganarse un lugar en el segmento de la realidad extendida (realidad virtual + realidad aumentada). Dicho dispositivo tuvo un desarrollo bastante caótico y que le llevó a la compañía no menos de 7 años de trabajo hasta su lanzamiento.

A esto debemos sumarle el del Apple Car, el supuesto coche eléctrico y autónomo —sin volantes ni pedales— en el que trabajó la firma californiana. Este proyecto también estuvo en marcha durante años y años, pero a diferencia del Apple Vision Pro no entregó ni siquiera un prototipo. Finalmente, la empresa lo canceló a principios de 2024 para enfocarse en su estrategia de inteligencia artificial generativa.

La muerte del Apple Car habría abierto otra veta de interés para los de la manzana: la robótica hogareña. Se rumora que la empresa está trabajando en diferentes dispositivos de uso doméstico que podrían sacar provecho de la tecnología que se creó para su fallido proyecto automotor. Entre ellos, un robot de compañía que sería capaz de navegar de forma autónoma por la casa al mejor estilo del Amazon Astro.

El proyecto de robótica hogareña habría estado bajo la supervisión de John Giannandrea, pero habría cambiado de manos este año tras la reestructuración del área de inteligencia artificial de Apple. Ahora se encontraría bajo el control de John Ternus, el actual jefe de ingeniería de hardware de la empresa y uno de los supuestos candidatos a reemplazar a Tim Cook cuando deje el cargo de CEO.

Apple Intelligence y el apuro por recortar la desventaja

Cómo Apple quedó relegada en la carrera de la inteligencia artificial generativa

Recién en 2024, Apple entró con fuerza al mundo de la inteligencia artificial generativa. En la WWDC, la empresa anunció con bombos y platillos Apple Intelligence. Se trata de una suite de herramientas impulsadas por IA disponibles en sus diferentes sistemas operativos. Desde ayudas a la escritura, hasta resúmenes de noticias, búsquedas web con apoyo visual, el borrado de objetos indeseados en fotos y la generación de imágenes a partir de texto.

Sin embargo, la promesa más grande fue la de una nueva Siri con capacidades mejoradas y capaz de comprender el contexto. Apple incluso mostró demos de supuestas funciones que llegarían de la mano de su asistente virtual, aunque luego se supo que no fueron del todo realistas.

De la mano de Apple Intelligence, la empresa afirmaba poder brindar herramientas tan capaces como las de sus rivales pero sin traicionar la privacidad de sus usuarios. Esto lo conseguiría impulsando sus nuevas características con modelos de IA propios y de ejecución local. De esta manera, se evitaría el envío de datos hacia servidores externos y se resguardaría la integridad de los mismos.

Pero cuando Apple Intelligence llegó a manos del público, sus características no eran tan potentes como las de sus competidores. El generador de imágenes, por ejemplo, estaba muy lejos de lo que ofrecían otras herramientas top del segmento. Y una parte importante del problema habría residido, justamente, en el enfoque on-device de la compañía.

Hace poco se conoció que investigadores del equipo de inteligencia artificial de Apple propusieron hacer de código abierto algunos de sus desarrollos. Sin embargo, la idea se habría descartado por temor a una respuesta negativa del público, pues se revelaría la gran pérdida de rendimiento que los modelos de IA sufrirían al reducir su tamaño para permitir su ejecución en un iPhone o iPad.

El retraso de Siri, la gota que colmó el vaso

La crisis de IA de Apple quedó en total evidencia cuando se anunció la postergación del lanzamiento de la nueva Siri con Apple Intelligence. Si bien la empresa había promocionado las funciones mejoradas del asistente virtual, estas no eran reales o no funcionaban como se prometía.

Apple incluso tuvo que eliminar un anuncio protagonizado por Bella Ramsey que le valió una demanda colectiva por publicidad engañosa. Se ha reportado que el caso de Siri incluso ha provocado cortocircuitos dentro de la compañía, pues se rumora que los de Cupertino analizan reemplazar sus modelos de IA propios para impulsarla con tecnología de OpenAI (ChatGPT) o Anthropic (Claude).

El fiasco de Siri fue tal que Apple casi no la nombró durante la keynote de apertura de la WWDC 2025. Craig Federighi, el jefe de ingeniería de software de la manzana, solo mencionó que esperan ofrecer grandes novedades el próximo año, reiterando la promesa que se mencionó en el anuncio original de su retraso. Y la ausencia de novedades en este segmento también se trasladó a la presentación los iPhone 17 en septiembre.

Con el retraso de Siri, Apple reestructuró su área de inteligencia artificial. El desarrollo del nuevo asistente virtual ya no está bajo el control de John Giannandrea, sino de Mike Rockwell, el jefe del Apple Vision Pro. Sin embargo, la compañía está sufriendo una importante fuga de talentos que amenaza con su futuro.

Meta ha conformado recientemente un equipo de superinteligencia a través del que está reclutando ingenieros e investigadores de otras compañías. Solo en julio, Apple habría perdido a cuatro de sus figuras más notorias del equipo de modelos fundacionales, incluyendo a Ruoming Pang, su líder.

Cómo Apple quedó relegada en la carrera de la inteligencia artificial generativa

El futuro de la inteligencia artificial de Apple

Si bien en la WWDC 2025 las referencias a la nueva Siri fueron casi nulas, Craig Federighi habló sobre sus problemas en diferentes entrevistas. El ejecutivo remarcó que el mayor inconveniente que enfrentaron fue el trabajo en simultáneo sobre dos arquitecturas subyacentes. Así llegaron a la conclusión de que la primera versión de la tecnología no era lo suficientemente buena como para ofrecer los resultados que deseaban, por lo que tendrían que migrar el asistente virtual a la segunda versión, que aún no estaba lista.

Más allá de los rumores sobre la adopción de tecnologías ajenas para impulsar a Siri, Apple seguiría trabajando en más herramientas propias. La empresa está conformando un nuevo equipo de Answers, Knowledge & Information (Respuestas, conocimiento e información), cuya finalidad sería dotar a la herramienta de un funcionamiento similar al de ChatGPT.

Tim Cook recientemente habría tratado de levantar la moral de sus empleados con una charla sobre todo lo que queda por hacer con la IA. El CEO de Apple habría manifestado que su revolución podría ser tan grande (o más) como las de Internet, el smartphone o las apps. Y habría aseverado que, si bien su empresa rara vez fue la primera en abordar una tecnología, sí fue la responsable de inventar las “versiones modernas” de dispositivos como los ordenadores personales, los reproductores de música, las tablets y los móviles, y que con la inteligencia artificial creía que podía suceder algo similar.

Es lógico pensar que Apple no se dará por vencida en el mundo de la IA generativa. Pero al ser un segmento que evoluciona rápidamente, tendrá que adaptarse rápido. La gran pregunta es si la empresa está dispuesta a hacer concesiones en materia de privacidad o de su estrategia on-device para acortar camino. El tiempo lo dirá.


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