Daniel decidió a los doce años que quería dedicar su vida a la gimnasia. Siendo un niño, se alejó de su familia persiguiendo ese sueño. Hoy, con tan solo 19 años, es miembro del Equipo Nacional de Gimnasia Artística Masculina, y una de las grandes promesas de la gimnasia en nuestro país.
Es un gimnasta “all around”, lo que significa que no se especializa en una sola modalidad, sino que compite en las seis: suelo, potro, anillas, salto, paralelas y barra. Esto exige una dedicación del 100% para llegar a las competiciones en la mejor forma y rendir al máximo.
Cuando eres un gimnasta all around no puedes tener un favorito, tienes que intentar que todos vayan por igual. Si tienes uno que va un poco peor, tienes que encontrar una fortaleza en otro para que eso se equilibre, porque al final son las notas de los seis aparatos.
A Madrid a los 12 años para cumplir un sueño
Fue su abuelo quien le propuso probar la gimnasia cuando era niño. Se enamoró de este deporte desde el principio, y fue creciendo en la disciplina hasta entrar en el equipo de competición del Club Blume de Sevilla.
A los 12 años fue convocado para entrenar en Madrid, en el Centro de Alto Rendimiento (CAR). Daniel nos cuenta que sabía que ese momento iba a llegar, pero jamás pensó que sería tan pronto: “Yo tenía pensado que vendría con 14 o 15 años como todo el mundo”. También sabía que si quería llegar a triunfar como gimnasta, debía aceptar esa oportunidad, y no dudó ni un momento en hacerlo.
Nos confiesa que era un niño muy apegado a su familia, “yo era el típico que no podía dormir fuera de mi casa, porque echaba de menos a mis padres”, y que su llegada a Madrid fue muy dura. Entre risas, nos relata como llamaba a su padre todas las noches para que viniera a por él, pero cada vez que este accedía, reculaba y decía siempre: “me quedo un día más”.
Ese día más se ha acabado convirtiendo en 7 años en los que ha ganado innumerables premios, entre ellos el de Subcampeón de Europa Junior, del que más orgulloso se siente.
Gimnasia: un deporte que permite volar
Cuando vemos las competiciones de gimnasia en la televisión, todos soñamos con cómo sería poder hacer algo tan increíble. Los gimnastas hacen que su disciplina parezca fácil, como si los movimientos fueran intrínsecos a su persona, y surgieran de forma natural. En realidad, todos sabemos que no es así: incluso la rutina más sencilla lleva años de entrenamiento y trabajo duro.
Daniel tiene las manos llenas de callos, fruto de horas y horas colgado de las anillas, la barra y las paralelas. Hay gimnastas que se especializan en una sola disciplina, pero él compite en las 6, y su puntuación final depende de la media de todos. Nos dice que no puede tener un favorito, y aunque en su interior si lo tiene, debe dividir su tiempo entre todos por igual.
Los trucos más curiosos de los gimnastas
Los aparatos, tras pasar tanto tiempo con ellos, se vuelven amigos. Amigos a los que Daniel conoce muy bien, y ha aprendido a tratar con ellos para obtener los mejores resultados sufriendo lo mínimo posible.
Para la barra y las anillas utilizan calleras. Las calleras son un trozo de tejido, normalmente cuero, que sirve de barrera para minimizar la fricción de la mano con la barra. Normalmente, se usan junto con magnesia, un polvo que absorbe el sudor, que ayuda a evitar resbalarse y mejora el agarre.
En aparatos como las paralelas se utilizan trucos mucho más curiosos. Este ejercicio lo realiza con las manos desnudas, y para tener un buen agarre usa una mezcla de dos ingredientes: magnesia y miel.
Nos echamos miel en la mano y la ponemos en la paralela hasta que se seque un poquito. Luego le echamos magnesia y eso hace un grip (agarre), como una doble capa. Cuando está seco da un poco de sí, y te quedas ahí cogido con los callos.
Utiliza una mezcla parecida para el potro, todo con el objetivo de conseguir el mejor agarre, y no “salir disparado” de los aparatos.
Estas no son fórmulas universales, cada gimnasta utiliza la combinación de ingredientes que mejor resultado le dé en cada aparato. Algunos de sus compañeros también utilizan miel, otros tienen sus propios trucos, como crear mezclas de magnesia y agua, o incluso caramelo.
La importancia del apoyo entre compañeros
Además de cuidar el cuerpo, el gran nivel de exigencia de este deporte hace imprescindible cuidar la mente. El compañerismo y el buen ambiente que hay en el Equipo Nacional hacen que esta tarea sea infinitamente más sencilla.
En el equipo entrenan mínimo cuatro días a la semana, mañana y tarde. Daniel en concreto debe pasar por todos los aparatos, todas las semanas, no puede descuidar ninguno. Además, los entrenamientos en la sala de gimnasia se complementan con ejercicios de musculación, en un gimnasio al uso. A eso se le añaden las competiciones, que suelen ser los fines de semana.
Todo esto implica pasar innumerables horas a la semana en un mismo espacio, con la misma gente. Cuando preguntamos por el equipo, Daniel nos deja claro que además de ser compañeros, entre ellos son amigos. Intentan competir lo que entrenan, por lo que trasladan el buen ambiente también a las competiciones.
Yo tengo la suerte de ser español, la verdad, porque nosotros somos, no sé cómo explicarlo, somos muy divertidos. Y a mí me encanta competir con ellos, la verdad.
Gimnasta senior y Equipo Nacional
En 2022, Daniel se proclamó subcampeón de Europa júnior en el concurso general individual del Campeonato de Europa de gimnasia artística. En la entrevista con el Blog Think Big confesó: “Yo tenía la idea de quedar campeón, la verdad, no voy a mentir, pero bueno, al final segundo tampoco está mal.”
A pesar de no haber quedado campeón en esa competición, es uno de los mejores resultados de la historia de España en un campeonato Junior de Europa. Vivió la preparación para este campeonato con muchos altos y bajos, y a veces pensó que no iba a ser posible, pero la confianza que depositó en su entrenador y la constancia en los entrenamientos hizo posible subirse al pódium.
El paso de junior a senior es un momento crucial y muy delicado para los gimnastas. Para Daniel, pasar a ser senior y entrar en el Equipo Nacional significó competir junto a los que eran sus ídolos, y sentir la responsabilidad de saber que ahora, cuando levanta la mano al final de un ejercicio, lo hace también por ellos.
Es un salto enorme de junior a senior, es como otro mundo. Ya compites con gente que son tus ídolos en verdad, porque tú los ves de chiquillo en la tele y luego verte ahí con ellos, pues una locura.
El Equipo Nacional de Gimnasia Artística Masculina ha ganado este año el quinto premio en el campeonato de Europa, uno de los mejores resultados que ha tenido nuestro país en la categoría por equipos.
La necesidad de apoyo en deportes minoritarios
Uno de los grandes retos de los deportes minoritarios, como la gimnasia, es la financiación. Al venir a Madrid a los 12 años, la manutención de Daniel, al igual que la de muchos otros, dependía de sus padres. Muchos dejan el deporte debido a esta situación, y a la preocupación que supone.
Hoy Daniel es uno de los becados de las Becas PODIUM de Telefónica, destinadas a impulsar a jóvenes deportistas en su camino hacia el sueño olímpico. Esto ha significado para él la libertad económica, el no tener que depender de sus padres para pagar sus gastos. Significa, por ejemplo, poder ir a su casa, a Sevilla, a visitar a su familia con más frecuencia, porque ahora puede pagar él mismo por ese viaje.
Venimos de un barrio humilde, somos una familia obrera y cuando llegó Podium yo he notado esa libertad de no tener que pedirle dinero a mis padres, que al final quieras o no, cuando tú cumples 16 y 17 años ya pedirle dinero a tus padres no mola tanto como cuando eres pequeño.
El futuro de la gimnasia española
Cinco de los miembros del Equipo Nacional van a representar a España en París este año. Daniel es el miembro más joven del equipo, y también el más reciente, por lo que en esta ocasión no se ha clasificado. Nos lo dice sin pena: se alegra por sus compañeros, que son su familia, y sabe que él, con 19 años, aún es muy joven.
Su objetivo es claro: en un futuro, le gustaría ser campeón olímpico, y participar en unas olimpiadas con sus compañeros y amigos.