Los satélites tienen la desventaja de que no se pueden reparar ni modernizar, con lo que a los 15 años suelen estar desfasados.
La industria espacial tiene muchas particularidades en comparación con cualquier otro sector. Esto hace que la línea de pensamiento que lleven quienes trabajan en ella no se parezca en nada a las ideas que se emplean en los circuitos comerciales.
Dejando de lado la escasez de actores en el ámbito espacial, uno de los grandes problemas es la obsolescencia de los satélites. Este tipo de dispositivos tardan en diseñarse y en construirse. Para cuando se lanzan tal vez hayan dejado de ser la tecnología más puntera. Pero lo que verdaderamente los deja fuera de juego es que resulta imposible arreglarlos.
Realizar trabajos de mantenimiento en la Estación Espacial Internacional no es una tarea fácil para los astronautas. Hacer lo propio con un satélite no es viable hoy en día. Por eso se buscan soluciones para alargar la vida útil de los satélites (en estos momentos es de 15 años). Una colaboración entre DARPA, la agencia estadounidense de investigación en defensa, y el U.S Naval Research Laboratory tienen una propuesta.
Se trata del programa Robotic Servicing of Geosynchronous Satellites (RSGS), en el que trabajan desde hace 10 años. El resultado es un robot preparado para lanzarse al espacio y llevar a cabo trabajos de reparación. La máquina tiene dos brazos robóticos, con uno de ellos se adosa al satélite y con el otro practica las reparaciones.
Está pensado para satélites que se muevan en órbitas geosíncronas y también permite moverlos a nuevas órbitas. Y es que otra de las causas de la obsolescencia de los satélites es que con el paso del tiempo ya no se necesitan a la distancia de la Tierra a la que empezaron. La solución suele ser lanzar otros nuevos a la distancia necesaria, pero ahora se podrá aprovechar los dispositivos existentes.
El RSGS puede reparar los paneles solares de los satélites , así como hacer otras reparaciones. Su funcionamiento será una combinación de operación por remoto, desde la Tierra, y funciones autónomas. La latencia de las órdenes procedentes de la estación base obliga a que el robot también opere por sí solo.
Una consecuencia de este proyecto de DARPA, si obtiene lo resultados esperados, será echar el freno a la basura espacial. Este es otro de los problemas que afronta esta industria, que ha llenado la órbita terrestre de piezas de hardware. De hecho ya existen varias iniciativas para limpiar el espacio de esta chatarra espacial.
Imágenes: NASA, DARPA