El ordenador que más años lleva en funcionamiento podría encontrarse en un colegio, en la Administración estadounidense o mucho más lejos, trabajando en el cosmos.
Aunque actualmente reina la obsolescencia programada y estamos acostumbrados a que los ordenadores no duren más que unos pocos años, hay máquinas que llevan décadas en funcionamiento. Es el caso del Commodore 64C, un ordenador que sobrevivió a una inundación y se mantiene vivo tras 25 años. Aunque quizás uno de los más antiguos se encuentre muy lejos de la Tierra. Las Voyager I y II, unas sondas espaciales que llevan operando cerca de 40 años, todavía siguen mandando datos a nuestro planeta, a pesar del tiempo y la distancia. Y dentro de la Estación Espacial Internacional hay microprocesadores que llevan operando décadas.
Como estos, hay otros ordenadores que sobreviven al paso del tiempo y se convierten en fósiles vivientes de la tecnología pasada. Son los decanos de la informática. Hacemos un repaso por sus historias.
- IBM Series/1
En ocasiones, es mejor confiar en la resistencia que en la modernidad, o al menos eso debe pensar el Departamento de Defensa de los Estados Unidos al utilizar un sistema de hace 40 años. Los célebres IBM Series/1 todavía se siguen empleando y están a cargo de las armas nucleares de gran potencia, nada menos que en el departamento responsable de transmitir y coordinar la información del sistema de misiles nucleares. Para hacernos una idea de lo antiguo del sistema, un USB actual es capaz de almacenar millones de datos más que los disquetes de 8 pulgadas que utiliza la computadora.
- Commodore 64C
Un pequeño comercio de reparación de automóviles lleva utilizando este ordenador durante más de 25 años, según dio a conocer la compañía informática. El Commodore 64C se desarrolló a principios de los 80 y salió a la venta con un precio de 595 dólares (cerca de 540 euros). Sin embargo, esta cantidad era mucho mayor en su contexto debido a la inflación. La calidad con la que se anunciaba ha resultado ser cierta, no solo por sobrevivir al paso del tiempo, sino por superar una inundación, según cuenta el polaco que lo descubrió, Bartek Gatz.
- Voyager
Cuando se intenta encontrar el ordenador más antiguo del mundo que todavía esté funcionando, es difícil pensar en las máquinas que no están sobre el suelo terrestre, sino en el espacio. Sin embargo, es lógico que estas cuenten con una tecnología desfasada, ya que se enviaron con la intención de permanecer flotando durante muchos años. Es el caso de Voyager 1 y 2, las sondas espaciales de la NASA que llevan cerca de 40 años mandando datos a nuestros planeta. Además, se espera que continúen haciéndolo hasta al menos el año 2025.
- Intel 8086
Otras máquinas que se utilizan a millones de kilómetros de distancia y que fueron fabricadas a finales de la década de los 70 fueron los primeros microprocesadores de 16 bits fabricados por Intel, los 8086. Estos todavía forman parte de la Estación Espacial Internacional (ISS). Lógicamente, la tecnología que se lleva al espacio está diseñada para aguantar al menos 20 o 30 años, y estos chips han demostrado su resistencia al paso del tiempo y a las condiciones espaciales.
- PDP-11
Este ordenador fue uno de los primeros en los que funcionó Unix, el célebre sistema operativo que revolucionaría la historia de la informática. A pesar de su antigüedad, las plantas nucleares de Canadá han decidido seguir empleando el PDP-11, fabricado en los 70, y planea hacerlo hasta el año 2050, según afirma General Electrics. Lo más complicado de esta decisión consiste en buscar programadores que entiendan el funcionamiento de estas reliquias, ya que difieren bastante de los dispositivos y sistemas con los que trabajan los actuales informáticos.
- Apple I
El Apple I es una pieza esencial en la historia de la marca de la manzana mordida. Fue el primer producto de la compañía y se le atribuye a Steve Wozniak, cofundador de la empresa, quien lo diseñó en 1976. Más allá de ser una pieza de museo, lo sorprendente es que la máquina siga en funcionamiento. Al menos lo hacía hasta el 2013, cuando se vendió en pleno rendimiento en una subasta por nada menos que 516.461 euros.
- Harwell Dekatron
El ordenador Harwell Dekatron, que comenzó su aventura en 1951, está considerado uno de los ordenadores digitales más antiguos todavía en funcionamiento. Después de tres años de reparaciones en el National Museum of Computing, un museo de Inglaterra, logró ser puesto en marcha de nuevo gracias al trabajo de unos voluntarios. La gigantesca máquina, que pesa 2,5 toneladas, se toma su tiempo para realizar las operaciones. Por ejemplo, para multiplicar dos números, necesita 10 segundos de procesamiento.
- Commodore Amiga
Las escuelas públicas a veces cuentan con un escaso presupuesto y, en el caso de un colegio de Michigan, esto influyó en la falta de renovación de los aparatos electrónicos. A raíz de un problema con la calefacción, se descubrió que un Commodore Amiga, un ordenador muy usado en la década de los 80 y 90, estaba a cargo del sistema de calefacción y aire acondicionado de la escuela.
- IBM en los 70
En las instituciones públicas se pueden encontrar verdaderas antiguallas. Hasta hace muy poco, la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos seguía utilizando parte de un sistema de IBM de los años 70. Este formaba parte del centro de control del tráfico aéreo. Hace un año fue repuesto, ya que la antigüedad de la máquina limitaba el número de aviones que se podían gestionar y hacía la vida un poco más difícil a los controladores.
- Altair 8800
Hay ordenadores que han logrado sobrevivir no por necesidad, sino por la pasión de ciertas personas por la tecnología retro. Actualmente, hay entusiastas de los antiguos aparatos electrónicos que sacan partido de las computadoras sin necesidad de pantallas o teclados, como en el caso del Altair 8800. Este microordenador de 1975 fue fabricado por la empresa Micro Instrumentation and Telemetry Systems (MITS). Casualmente, cuando lo sacó a la venta, la compañía estaba al borde de la quiebra, pero la computadora encantó a los aficionados a la informática y tuvo un gran éxito.
Imagen de portada: NASA/JPL