Move to earn

Del Play to earn al move to earn: hacia dónde vamos en el gaming

Muchos de nosotros todavía no hemos olvidado ese tiempo en el que niños, adolescentes y adultos paseaban por las calles de sus pueblos o ciudades buscando un Pokémon. Fue en 2016 cuando el fenómeno del juego Pokémon GO empezó a llegar a lo más alto en todo el mundo y alcanzó los 600 millones de descargas. Las modas vuelven y esa esencia ha vuelto pisando más fuerte que nunca. La mezcla entre el videojuego y la actividad física está en su punto más álgido por el Move-to-earn, la nueva tendencia dentro del gaming que utiliza el movimiento del jugador y sus actividades al aire libre para obtener recompensas. A diferencia de Pokémon GO, el Move-to-earn se ha metido de lleno en el mundo de las criptomonedas y el NFT. 

Esta es la evolución del llamado Play-to-earn, la tendencia que llegó para dejar claro que ya no se juega por placer o distracción, sino por una recompensa en dinero. Activos virtuales, específicamente. Las criptomonedas ya no son un desconocido para los jugadores y son, de hecho, uno de los ejes de las tendencias que dominan el sector de los videojuegos.

Move-to-earn es la mezcla entre uno de los factores más importantes de Pokémon GO y los criptoactivos. Otra manera de llamar a esta tendencia es FitFi, una combinación de GameFi y Fitness Apps que apuesta por una vida más saludable a cambio de criptomonedas. Los tokens que se obtienen a través de las aplicaciones dentro de esta tendencia se pueden intercambiar por criptomonedas o por los activos vigentes dentro del juego. 

Dicho de otra manera, Move-to-earn “gamifica” la actividad física al compensar con activos virtuales que se realice ejercicio. Esta rama del Play-to-earn fomenta un estilo más saludable y puede atraer a personas interesadas en el deporte dentro del sector del gaming. De manera seguramente más inconsciente, Pokémon GO consiguió algo parecido. Desde que se lanzó el videojuego, los jugadores que daban más de 10.000 pasos al día pasaron del 15% a más del 27%. Un estudio añadió que redujo el sedentarismo 30 minutos al día; todos estos factores implicaron una mejora del estado físico de las personas que jugaban a Pokémon GO. 

Un movimiento relativamente nuevo

Es pronto para tener cifras sobre el impacto del Move-to-earn, pero cada vez tiene más adeptos. STEPN, Genopets y dotmoovs son las aplicaciones más famosas y que más jugadores reúnen dentro del Move-to-earn. STEPN, aplicación de vida de la Web3, sea seguramente una de las más conocidas al ser uno de los primeros proyectos -nació a finales de 2021- en los que se da una recompensa en función de los pasos del jugador. Pero no vale solo con eso, es necesario que se compre un NFT en forma de zapatillas virtuales.

Para formar parte de la aplicación, los jugadores tienen que comprar unas zapatillas según la actividad física que van a realizar. Las adecuadas para caminar o para correr al nivel de un atleta. Escoger el tipo de calzado según la actividad física es importante porque las recompensas se darán en función del tiempo y de la velocidad utilizada para cada categoría. A través de la geolocalización se valorará el ritmo constante del jugador y se recompensará en función de su esfuerzo. Además, se puede competir de manera amistosa con otros jugadores. 

A pesar de que el Move-to-earn es una moda incipiente, STEPN está muy cerca de triunfar. En mayo, la aplicación llegó al mes de millón de usuarios activos y los mensuales superaron los 2 millones. Su objetivo es llegar a las masas y que la ‘gamificación’ de las aplicaciones de fitness no resuene como algo tan lejano y desconocido. Por ahora, parece que lo está consiguiendo. La popularidad de STEPN tiene, sin embargo, una cara B: el aumento del valor de su token y, por lo tanto, del precio del mismo. GMT, el activo de la aplicación ha aumentado su valor en casi un 2500% desde diciembre de 2021 hasta ahora. Eso ha provocado que la barrera de entrada para acceder al juego sea cada vez más limitada. Para poder entrar en STEPN es necesario comprar una zapatilla de NFT y, si esta cada vez es más cara, menos gente se lo podrá permitir. 

Las grandes diferencias

pokemon go move to earn

Esta es una de las principales diferencias entre STEPN y Genopets, otro de los juegos de NFT pero de entrada gratuíta. El funcionamiento de este juego se basa en criar a mascotas digitales y entrenarlas para que luchen. De nuevo, la sombra de Pokémon GO se cierne sobre esta tendencia, en este caso también con aspectos que recuerdan al Tamagotchi y a Animal Crossing. Este juego entra dentro del Move-to-earn porque controla los movimientos del jugador y los recompensa con mejores entrenos o alimentación para sus mascotas. Cuanto mayor sea el nivel del Genopet, más valor tiene para que luego pueda ser vendido o intercambiado en el mercado digital de la aplicación. 

El crecimiento de Genopets también es exponencial y junto con STEPN visibiliza la fama que está adquiriendo el Move-to-earn dentro del entorno gamer. En el caso específico de la segunda, la compañía se ha aprovechado del tirón de las aplicaciones de fitness. Sobre todo en tiempos de pandemia, miles de personas las utilizan a diario para llevar un seguimiento de su actividad. Si además de realizar un deporte el jugador se puede llevar una recompensa en forma de criptomonedas, mejor que mejor. 

El problema principal, de nuevo centrando el foco en STEPN es la barrera de entrada porque, definitivamente, sus zapatillas digitales no son baratas -se calcula su precio en torno a los 800 dólares en activos de Solana-. El otro problema es la volatilidad de su propia moneda digital. Más allá de cómo puede variar el precio para poder empezar a jugar, las recompensas pueden ser rentables un día y no tener prácticamente nada de valor días después. Es la volatilidad del mercado de las criptomonedas, pero esta característica puede ponerle difícil a un futuro jugador saber en qué aplicación puede confiar. 

El halo de la desconfianza

Move-to-earn está envuelto, en este contexto, en un halo de desconfianza por parecerse en muchos sentidos a un esquema Ponzi. Primero, entendamos a qué se refiere este término. Se ha descrito este esquema como un fraude en el que los inversores tienen retribuciones por las inversiones de otras personas. Es decir, estructuras que se alimentan del dinero que ponen los “nuevos” y que hace que parezca que es un negocio lucrativo. En realidad, es solo un círculo vicioso que se acaba en el momento en el que se unen otras personas y el sistema colapsa. 

Si hay muchos inversores confiando en el proyecto, eso hace que suba el precio del token -refiriéndose específicamente a casos como el de STEPN- se revaloralice y aumente su precio. Hasta dónde crecerá y cuándo puede colapsar es la gran pregunta. Hay dudas sobre si STEPN es un esquema Ponzi, pero también sobre si es sostenible en el tiempo. Al final, que una aplicación pague a los jugadores por dar una vuelta o salir a correr llama, como mínimo, la atención. 

La misma compañía ha reconocido que este es uno de sus principales retos y que están luchando como equipo para asegurar la estabilidad de STEPN. Cómo lo harán es la gran incógnita. Por ahora, el funcionamiento de la aplicación sigue teniendo tintes de esquema Ponzi. Principalmente porque a pesar de que las recompensas que recibe el jugador se pueden trasladar al mercado de las criptomonedas, STEPN hace todo lo posible para que el usuario invierta sus ganancias en la aplicación. Por ejemplo, arreglando sus zapatos (se gastan con el tiempo, digitalmente hablando) y, además, si un jugador compra las más caras, tiene mayores retribuciones. 

En resumen, en este modelo de Move-to-earn se intenta que el jugador no invierta sus criptoactivos fuera de la aplicación, sino para mejorar su propio perfil y con la promesa de seguir creciendo dentro de ella. Es una manera de asegurarse la fidelidad de los usuarios, pero también de garantizar que siempre se realizarán nuevas inversiones dentro de STEPN. 

Las dudas del modelo Move-to-ean

NFT metaverso web3

Las dudas que se ciernen sobre STEPN y el modelo Move-to-earn en general no son nuevas y vienen del modelo anterior, el Play-to-Earn. Mientras que en fenómenos anteriores se pagaba al jugador por obtener skins, en esta modalidad el usuario paga por acceder al juego. A cambio, se le promete que recuperará la inversión si dedica tiempo al videojuego. Como comentábamos antes, ya no se juega gratis, ahora el talento tiene su recompensa. De nuevo, en forma de criptomonedas. 

Axie Infinity es el juego más famoso dentro de este modelo. Los jugadores compran tres mascotas del juego -lo mínimo para poder acceder-, que son en realidad un NFT, y las crían. La recompensa llega en forma del propio token de Axie por alimentarlos, entrenarlos y ganar batallas con otras mascotas del videojuego. 

Coindesk publicó un reportaje en el que afirmaba que usuarios de Axie Infinity en Filipinas y Vietnam habían dejado sus trabajos porque cobraban más a través de las recompensas del videojuego. De nuevo, se especuló sobre la burbuja detrás de esta estructura y que puede ser muy peligrosa para los usuarios. Los proyectos de dinero fácil llegan igual de rápido que se van y la fiebre de los NFTs nos ha demostrado que la estabilidad no es uno de los puntos fuertes de algunos criptoactivos.

De hecho, el token de Axie, AXS, ya sufrió una caída importante en su valor en enero de 2022. Además, el wallet del videojuego fue víctima de un hackeo que supuso la pérdida de más de 620 millones de dólares. Los problemas de tendencias como el Play-to-earn o el Move-to-earn son una señal de alarma para aquellos que quieran invertir en un solo proyecto. Son modelos que están cambiando el sector de los videojuegos gracias al blockchain, las criptomonedas y el NFT. A pesar de la innovación, el ojo crítico no está de más. Tampoco ser consciente de que las ganancias no serán para siempre. 

A por el cambio en el move-to-earn

No obstante, ha sido un cambio de paradigma. Hace no tanto tiempo, dedicarse a ser gamer era una profesión casi desconocida, muchos menos practicada y remunerada. En los últimos años, la única manera de formar parte del sector era estar en un equipo de e-Sports. Pero ahora todos pueden formar parte de este ecosistema y alimentarlo, sobre todo aquellos que le dedican mucho tiempo. 

El debate, además de la volatilidad de los activos y la estabilidad del sistema bajo el que sustenta el Play-to-earn y el Move-to-earn también se centra en que los juegos han dejado de ser juegos. Ya no son herramientas para el entretenimiento, sino que para algunos -como el caso del reportaje de los jugadores de Filipinas- lo utilizan para ganarse la vida y obtener ingresos. Ya no podemos escapar de las criptomonedas y el blockchain, tanto que se está metiendo en muchos sectores de nuestra vida. En el caso de los videojuegos ha cambiado, además, una parte de su filosofía. Solo el tiempo dirá cómo puede cambiar esto a los jugadores, al mercado y a la economía de los fieles seguidores de estas tendencias. 

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