Día de Muertos, Calaveritas e ¿Inteligencia Artificial?

Cuando se acercan estas fechas las redes arden con todo tipo de hashtags relacionados con Halloween: fiestas, disfraces monstruosos, maquillajes terroríficos, todo tipo de bichos, murciélagos, dulces con aspecto repulsivo etc. Nosotros, este año [hemos decidido olvidarnos un poco de Halloween](https://empresas.blogthinkbig.com/dia-de-muertos-calaveritas-e-inteligencia-artificial/) y quedarnos en un ámbito cultural que nos resulta mucho más cercano.

Todos los Santos y día de Difuntos

El carácter sobrio y familiar que tienen en España el 1 de Noviembre, fiesta de Todos los Santos, y el 2, Día de Difuntos, puede hacer mucho más atractivo el colorido despliegue de Halloween. No obstante, nuestra gran diversidad cultural también da lugar a algunas excepciones, como las hogueras, música y bailes de las “Noche de los finados” en Canarias, o las Castañadas de Cataluña. Y, por supuesto, las cerraduras tapadas con gachas para espantar a los malos espíritus de Begíjar (Jaén), o los carnavaleros Tosantos (cómo no, de Cádiz).

El día de Muertos

Sin embargo, a pesar de sufrir también la “dura competencia” que supone Halloween, es la celebración del Día de Muertos en México la reconocida por la UNESCO como parte de la Lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

Los altares

El Día de Muertos es una vuelta transitoria de las ánimas de los difuntos al mundo de los vivos. Regresan a sus casas con sus familiares y disfrutan las ofrendas que les dejan en los altares, preparados con papel picado, frutas, (mandarinas, tejocotes y cañas), dulces (pan de muerto, calaveritas de azúcar o chocolate), velasflores, muchas flores naranjas.


La Catrina

A los dulces y altares, se suma otro elemento muy conocido fuera de las fronteras de México: la Catrina. En un principio, no era más que un dibujo burlesco del grabador José Guadalupe Posada, famoso por sus caricaturas de crítica social a las clases altas y a la miseria que se vivía en el país. En ellas, ricos y gente del pueblo aparecían representados como puros esqueletos vestidos con ropa elegante en fiestas o en bailes populares. La “Calavera Garbancera” se convirtió en “la Catrina” que conocemos cuando el pintor Diego Ribera la representó en uno de sus murales con el icónico sombrero de plumas que llevaban los hombres elegantes (catrines).

Así, la Catrina pasó a ser uno de los elementos más representativos del Día de los Muertos, cuando infinidad de personas se disfrazan y maquillan imitando a este personaje.


Las calaveritas

Lo que, sin embargo, no es tan conocido fuera de México son las calaveras literarias o calaveritas. Las calaveritas son composiciones literarias de carácter popular que suelen dedicarse a familiares, amigos o compañeros de trabajo. Normalmente, están compuestas por cuatro estrofas de cuatro versos de ocho sílabas, la métrica más frecuente en la poesía popular. Y suelen usar rima asonante, clave para darles ritmo y expresividad. Aunque el formato puede ser más o menos libre, siempre y cuando no falte lo primordial: la ironía. El protagonista es un personaje que trata de engañar a la Muerte. Cuando parece que se ha salido con la suya, la Huesuda aparece de forma inesperada y su muerte es inevitable.

Las calaveritas son composiciones humorísticas, sí, pero se trata de un humor cruel, que no es sino una forma de suavizar el terror que nos causa la certeza de que, tarde o temprano, todos tendremos que morir.

La víspera del Día de Muertos, muchas revistas y diarios locales en México publican sus propias calaveritas literarias y se burlan de políticos, personajes famosos y proyectos de gobierno fallidos. Los niños crean sus propias calaveritas como tarea escolar. En redes sociales, muchos usuarios comparten epitafios burlones sobre sus profesores o compañeros de clase. Incluso, se convocan concursos de calaveritas.

¿Calaveritas e Inteligencia Artificial?

Y habiendo ya algoritmos de inteligencia artificial que escriben novelas y poemas. Nos preguntamos: ¿podrían escribir Calaveritas?¿Cómo sonaría la poesía escrita por máquinas?

Aunque podamos encontrar revistas literarias creadas por máquinas -como CuratedAI- va a ser muy difícil que un algoritmo sea capaz de condensar la ironía, el cariño** o los sorprendentes giros finales con los que nos deleitan los creadores de estos epitafios burlescos con los que conjuramos nuestro inevitable miedo a la Calaca*.

El mejor uso de la Inteligencia Artificial es el que hacemos cuando somos conscientes no sólo de su potencial, sino también de sus limitaciones.

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